Shock

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Estrellas.

Había millones, más de las que su limitante vista llegaría a contrar en su vida. Haciendo ver el cielo como un océano invertido, pudiendo avistar la profundidad y a la vez las maravillas que había en el ¿acaso formaria parte de ese lugar?

Se preguntaba mientras con sus escasas fuerzas miraba hacia arriba, en lo que trataba de mantenerse de pie. Sus huesos, su carne. Todo estaba en un pésimo estado, rompido o perforado.
Dolía, dolia demasiado y a pesar de saber que eso mismo no lo mataría si era realista en que si no encontraba una forma de parar las hemorragias moriría ahí mismo por la pérdida de sangre.

¿Iba a morir así?

Acababa de ver su reino ser conquistado, presenciar un genocidio en masa.
De pronto las calles se habían tornado de sangre, los gritos, el caos, la desesperación de tratar de salir de ese lugar y luchar a la falsa idea de salvar sus vidas. El humo de las casas en llamas llegando al cielo produciendo un día totalmente nublado, corrompiendo el aire una sustancia corrosiva que ardía la garganta y obstaculizaba la vista. Aquello ayudaba a que el aura del reino pareciera el fin del mundo, y bueno. Lo era.

Pudo haberse quedado a pelear y a defender lo que una vez fue su hogar aunque no hubiera posibilidad alguna de salir victorioso. Al menos moriría peleando...

No.

Era mejor escapar.

Si, justo eso hizo.

Sus piernas ya no aguantaron más y cayó al suelo soltando quejidos de dolor al lastimar las demás partes de su cuerpo heridas. Una cosa llevó a la otra que lo condujo a comenzar a toser sangre, quería parar de hacerlo. Le estaba quemando la garganta y el movimiento solo perjudicaba sus lesiones sin embargo, no controlaba estas acciones.
Se acostó dándose la vuelva mientras con su mano derecha el saurian tomaba sus ropajes con fuerza en un intento de soportar el martirio.

Finalmente había logrado controlarse y ahora su respirar se contraía de forma irregular.
Se aferraba a la mínima idea de mantener los ojos abiertos, concentrándose en una sola cosa que podría hacer de quizás sus últimos momentos unos llenos de paz. En aquel claro de ese lugar desolado ahora sólo estaba y existía mirando las estrellas.

Chameleon al fin se resignó, había escapado para tratar de vivir, aunque fuera en las sombras. Su plan era aferrarse a la existencia que entendía pero ahora ahí estaba.

Tantas estrellas, tan extensas al igual que el mismo cielo. Al verlas entendía, entendía su lugar en esta tierra, su destino fuera cual fuera la decisión que tomaría iba a concluir de la misma forma pero por lo menos esta era lejos de la destrucción y muerte de su antigua Zaterram. Casi podía decirse que se iría en paz, claro, hasta que recordaba que ahora cargaba con la culpa de dejar atrás todo y huír como un cobarde.
Extendió su mano izquierda con sus escasas fuerzas, hacia allá, hacia arriba. Queriendo alcanzar esas luces, de estar un poco más cerca de lo divino que representaba. Aunque se tratara de algo simbólico producto de sus últimos momentos concientes.

La vista pesó demasiado y dejó caer su brazo rápido.
En lo que la visión se volvía más borrosa, las luces se iban apagado, quedando solo el azul el cual pasaba a ser un monocromo odioso.

- Demonios...

Susurro antes de perder la conciencia.

.

.

.

Ehhh pues también lo quería subir aquí por que pues no se. Lo había publicado por accidente y pues ¿XD?

Titulo y esta cosa basados en la canción Shock - Yuko Ando

Si, un opening de anime. Uno bien lindo

Cosas nacas de Mortal KombatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora