Silencio

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Tuve esto guardado por medio año, por que pensaba que a nadie sería de su interés ya que la mascota es más como comedia pero luego pensé...

Es mi pinche historia y si ya subí one shot donde de dan masoquismo del rico a Scorpion, un camaleón mutado se tira a Rain y Erron borrado inrrespetando al iguano ¿por qué esto no, que es de los más normales?

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Una pequeña aventura se desarrollaba en el Palacio, un infante de 6 años recorría los pasillos, con ropa vieja, vestía una camiseta griseada rasgada de algunos lados y demasiado grande para su edad con unos pantalones cortos también rompido de ciertas partes y con pies descansos. Iba por los silenciosos pasillos tocando con sus garras la pared, sintiendo la textura y con su vista en frente, en lo que hablaba solo.
Ciertos guardias lo miraban del vez en cuando pero era rápidamente ignorado y seguían con su camino. En pequeño zaterram de nombre Milo al momento que llegó a un balcón con sus garras usó las columnas a los lados para subir más hasta el techo donde siguió caminando, extendiendo sus manos a los lados para mantener el equilibrio.

— She began to wail jealousies scream. Waiting at the light know what I mean. Scary monsters, and super creeps. Keep me running, running scared

Cantaba en voz baja, una de las pocas canciones que había podido escuchar en un viejo caset que su cuidador humano de obsequio, solo para si mismo y el viento que chocaba contra sus escamas y ropajes, transmitiendo tranquilidad.
Al estar cerca de su destino se puso en cuatro patas para mantener mejor el equilibrio y con cuidado bajó hacia una ventana que se mantenía cerrada, buscó donde apoyarse y con su garra trataba de abrir la cerradura. Finalmente lo logró y la abrió para llegar así al suelo del cuarto, en cual estaba vacío y con  algo de polvo. Miraba la cama tendida y después una pequeña cocina donde todo estaba en su lugar. Tras ello se sacudió sus ropas y después fue hasta la cama, tomó asiento en la orilla donde se puso a dar pequeños brincos, solo al final se detuvo cuando en la misma cama su vista fue a parar con un cinturón de balas. Su mirada que se mostró neutral en todo el tiempo cambio a una melancólica, tomó el artefactos entre sus manos donde seguía mirando como si fuera algo preciado, ahora por un tiempo más prolongado. Donde al final término por acostarse en la cama de lado abrazando el cinturón.

Sin darse cuenta se quedó dormido, solo por unas horas pero al despertar y mirar a los lados, se dió a la tarea de salir lo más rápido que pudo del lugar. Yendo al final hasta los jardines, a pesar de que se pensada era un lugar tranquilo, se de tenía prohibido entrar al lugar, no había nada malo, solo era un mocoso que crecía en el lugar y mientras no fuera todavía un guerrero solo era visto como fantasma o sirviente.
Cuando estuvo ahí se dedicó a ir a las plantas altas y ver algunos insectos, los cuales tomaba con su mano y después comía, eran como así decirlo; sus bocaditos. Sin verlo venir, su merienda fue interrumpida cuando un abanico fue impactado justo a su lado, reaccionando así alarmado. Se dio la vuelta y recargado en el árbol gruñía y mostrando sus colmillos pero aquello cambio cuando se dio cuenta de que tenía frente a él a la emperatriz del mundo exterior, de pronto no supo que hacer, si disculparme; hacer una reverencia, dar una explicación o pedir piedad. Así que solo estaba paralizado y el completo silencio.

— ¿Qué haces aquí pequeño?

— Y-y-yo… L-lo siento emperatriz —se puso de rodillas disculpándose—. Aquí hay Skucht's

— ¿Skucht?

— Los insectos del árbol… así les llamó

— Dile a los guardias que te dejen pasar de ahora en adelante, si tienes hambre puedes ir a la cocina a tomar lo que quieras

— Es muy a-amable emperatriz

A pesar de que Kitana no se veía enojada, más bien comprensiva, el chico tras esa charla salió del lugar, haciéndose invisible (o tratando) apenas unos metros lejos de la Kahn y escalando salió del jardín, fue idiota de su parte entrar sin permiso.

En vez de ir a la cocina, decidió desviarse para ir camino a su cuarto. Era un espacio pequeño que anteriormente estaba deshabitado pero apreciaba mucho el hecho de que sus cuidadores pidieran por que tuviera un pequeño espacio para él. Adentro solo había una cama con un ropero, cerró y se agachó para de su pieza sacar dos pequeños costales, uno pintado con marcadores de color verde y una cara y otro solo con una cara pero tenía un sombrero. Los colocó en su cama y después subió para sentarse en frente de sus dos “peluches” con las piernas cruzadas.

— Fue un día interesante papás, en la mañana los tíos Ermac me dejaron acompañado a vigilar el mercado con la condición de que lo ayudará a descargar unas cajas y también vi frente a frente a la emperatriz… Se que esta mal entrar a los jardines pero quería skucht y es cierto. Ella es muy amable… enserio los extraño… Incluso al señor Reptile, me da miedo pero…

Tomó el costar color verde y pasó las yemas de sus pulgares por el rostro del objeto, mirando con tristeza y soledad.

— Él me trata bien y no me ignora… tal vez sea algo frío y estricto pero, me protege y cuenta historias lindas… y papá

Esta vez tomó el otro saco y acomodó el sombrero asegurándose de que no se cayera, a estas alturas sentía un vacío en su pecho y un naciente nulo el la garganta.

— Me gusta como vamos de aventura y vemos las estrellas. Cuando cuentas tus aventuras de asesino y que me alientes… me hace muy feliz cuando me llamas hijo por que me hace pensar que no soy tan repulsivo y asqueroso y que no me abandonaron por eso… No quiero que también me abandonen…

De repente comenzó a llorar y abrazo ambos peluches aún más fuerte, los hundió en su pecho y se acostó en la cama en posición fetal. Extrañaba a sus padres, a pesar de que entre sí no se llevara de todo bien quería tener a alguien con quien hablar día con día, que estuviera a pendiente de su crianza. Incluso quería aprender a pelear pero que fuera a su lado, que ellos lo entrenará y volviera un fiero guerrero… Quería dejar de hablar con las paredes, que su mente dejada de devorar sus pensamientos y no seguir imaginando amigos.
Era un capricho infantil, a una edad tal temprana era obvio que extrañada a sus padres con esas misiones tan largas que tenía, aun cuando Reptile de había explicado que por lo regular los saurians dejan de depender de sus padres a una edad temprana pero no era su caso. Necesitaba amor y cariño, uno que como tal no de brindaban sus protectores pero aunque fueran serios, tenía presente que lo amaban, lo presenciaba cuando se preocupaban por su bienestar a la hora de lastimarse por mínima cosa y quería imaginar que sus padres se amaban en el fondo, donde no sólo se unieran para cuidado, sino para querer tener de verdad una familia junto al otro. De gustaría tantas cosas que a pesar de ser un pequeño entendía que fueran imposibles.

Odiaba estos días de silencio…

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Lección: no pinches dejes a tus hijos solos mientras vas a trabajar o a coger en un motel

Cosas nacas de Mortal KombatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora