5. Viviendo juntos

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Tras soltar otro largo y pesado suspiro, por fin me encuentro frente a mi habitación, mi cuerpo se siente débil y cansado como si un gran peso se hubiese posado en mis hombros

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Tras soltar otro largo y pesado suspiro, por fin me encuentro frente a mi habitación, mi cuerpo se siente débil y cansado como si un gran peso se hubiese posado en mis hombros. Abro la puerta con el semblante decaído, la luz del pasillo se escabulle iluminando parte de mi cama y es en ese preciso instante que parpadeo incrédulo de lo que ven mis ojos, vuelvo a parpadear pero nada parece cambiar así que con los dedos temblorosos enciendo la luz y vaya sorpresa, si no cierro la puerta tras mi entrada ya estaría tirado en el suelo a causa de la impresión.

Sacudo mi cabeza y camino a paso veloz a la cama, sin dar crédito aun a lo que ven mi iris, con cuidado me atrevo a tocarlo, lento y aun con el miedo en mi piel de que en cualquier segundo puede desaparecer, su calor y tacto me dicen que es real, que lo que mis ojos ven no es producto de mi imaginando, que Yuuri, mi Yuuri esta aquí, en mi cama. Acaricio suavemente sus mejillas rosadas y se mueve un poco buscando inconscientemente mi tacto. Verlo hace que algo de lo cual desconozco el nombre regrese a mi cuerpo, pareciera que con tenerlo conmigo esa tranquilidad que sentí arrebatada hace unos minutos hubiese vuelto de forma casi automática. una calidez se extiende por mi cuerpo eliminando todo rastro de cansancio en mi.

Continuo por algunos minutos más repartiendo caricias a mi hermoso neko, observando su lenta respiración, hasta que poco a poco me doy cuenta que esto no tiene sentido. Dejo de lado a Yuuri por un instante y regreso por la carta que esta en el escritorio para esta vez terminar de leerla con la calma abrigando mi cuerpo.

Mi amado hijo

Se que hemos tenido algunos problemas en estas semanas pero me gustaría que los pudiéramos arreglar poco a poco, se que no es fácil pero por algo debo comenzar, creo que es una de las razones por las que he adoptado a Yuuri y me he mantenido en casa tratando de tener un poco más de comunicación contigo pero no parece funcionar del todo, me gustaría disponer de más tiempo pero ha surgido un imprevisto mayor en el extranjero que no puedo resolver desde aquí, por lo que me veo en la necesidad de salir del país sin embargo he decidido dejar a Yuuri a tu cuidado, se que tal vez esto no será de tu total agrado pero confío en que puedas hacerte cargo apropiadamente de él en mi ausencia, quisiera llevarlo conmigo pero seria demasiado egoísta dado que estaré más tiempo en la oficina que a su lado.

Estoy segura de que terminaras amando a este pequeño si es que aun no lo haces, Yuuri es adorable y muy bien portado. Vitya de verdad dale una oportunidad, no lo hagas por mi, sino por él, no tiene un hogar ni tampoco una familia y quizá nosotros no somos el mejor ejemplo de una, pero se que podremos hacerlo feliz, Yuuri es inocente y no merece malos tratos por nuestros problemas familiares.

Te lo encargo mi amado hijo, por cierto he dejado instrucciones para que se te ayude con su cuidado mientras vas a la universidad. Además tu padre estará en casa en un mes aproximadamente él también podría ayudarte, claro si tu se lo permites.

Te amo mi Vitya.

Nos veremos pronto

con amor Mamá.

Tenías que ser TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora