Tenías que ser Tu

1. Remebranza del Pasado

Se había despertado recién, con un gran bostezo brotando de sus labios, se dirige al baño de su habitación con bastante pereza. Lavó su cara y dientes. Toma su cepillo y desenreda con cuidado su plateada melena la cual cubre por completo su espalda, recuerda que es fin de semana y una idea recorre su mente mientras sonríe feliz, así que en silencio y sin perder más tiempo sale de la alcoba colocando en sus piesitos el par de pantuflas con forma de caniche las cuales son sus favoritas.

Era un día frío en su natal Rusia, aún no ha amanecido sin embargo un pequeño alfa de solo 12 años pasea con sigilo por los pasillos, su tez es blanca como la más fina porcelana, sus ojos azules como el profundo mar y su silueta delicada adornada de esa resplandeciente cabellera le brindan un toque angelical, sus mejillas un poco rojizas por las bajas temperaturas y la escasa ropa que llevaba al salir de la cama pues se ha olvidado por completo de abrigarse correctamente, dejando eso de lado decidió seguir su camino en busca de sus padres Denzel y Makeyla Nikiforov.

Los pasillos estan desiertos pues el personal que labora en la mansión inicia su trabajo a las seis y media de la mañana preparando el desayuno o el baño para los amos de la casa así que nadie lo molestaría, se dirigió a la habitación de sus padres que no estaba tan lejos de la suya ya que solo debía pasar dos habitaciones de invitados y al fondo del pasillo se encontraba, recorrió el camino en total oscuridad pues no quiso encender las lámparas para molestar al personal, por accidente se topó con una mesita dorada en la cual un gran florero azul decorado con lilas reposaba, su olor se desplegaba por todo el pasillo, instintivamente cerró sus ojos y aspiró lentamente esa fragancia mientras otra pequeña sonrisa se dibujaba en su angelical rostro pues le trae recuerdos hermosos de su pasado.

Abrió los ojos rápidamente cuando recordó a donde se dirigía, no era de sorprenderse que Víctor fuera un tanto distraído a tan corta edad por lo que a causa de esa peculiar característica se le vivía siendo reprendido tanto por sus padres como tutores de clases.

Aceleró el paso cuando escuchó que el gran reloj de la planta baja había marcado las seis de la mañana dando un repique de alarma. Estando frente a ella dudo un instante, aquella puerta se miraba más grande, imponente pero armandose de valor golpeo con la mano, espero un segundo y volvio a intentar pero al no escuchar respuesta de sus padres durante algunos minutos y con un poco de miedo de ser reprendido giro lentamente la perilla abriendo poco a poco la puerta y asomando discretamente su plateada cabecilla, observó la amplia cama de sus padres que estaba ordenada y cubierta con mantas de color vino, tenía almohadas color nude, una acolchada cabecera color chocolate que hacia juego con la base de la cama, la cual en cada uno de sus costados tenía dos comodas color nude con detalles dorados y encima de ellas unas lámparas de noche en color dorado que hacian juego, las cortinas del amplio ventanal estaban cerradas, su color vino aterciopelado hacia ver la habitación más cálida y elegante pero un poco oscura, la puerta del cuarto de baño estaba cerrada como lo estaban sus armarios por lo cual constató que estaba solo sus padres no habían regresado a casa.

Víctor se acercó lentamente a la cama, decidió recostarse unos momentos en ese cálido lugar que tenía el olor de sus padres. Su madre siendo una alfa tenía un olor a lavanda que le encantaba pues era fresco pero dulce a la vez mientras su padre tenía un olor como a cítricos aún no comprendía como ambas fragancias eran tan distintas y sin embargo sus padres se habían casado, con esa duda en mente se envolvió con las mantas mientras observaba una foto que estaba en la habitación del lado izquierdo de la puerta principal, era un retrato de ellos tres la contempló apreciando hasta los más diminutos detalles del cuadro.

Su madre Makeyla aparecia del lado derecho con una amplia sonrisa, un vestido rosado de tirantes anchos que dejaba apreciar sus blancos hombros contrastando con su piel,su cabellera rubia estaba ligeramente recogida en una coleta de lado, mientras sus ojos azules más oscuros que los de Victor mostraban una cálida mirada, una de sus manos estaba posada en el hombro de su hijo, sus manos eran delgadas y finas en las cuales resplandecia aquel anillo de matrimonio en su dedo anular, con la otra mano tomaba sutilmente el brazo de su esposo que portaba un traje gris oscuro con una corbata azul claro y camisa blanca, su piel era clara haciendo un perfecto contraste con su platinada cabellera que tenía colocada hacia el lado derecho, sonreía ligeramente de lado con la barbilla en alto mostrando una mirada sería con esos grandes ojos oscuros como la noche y por último al centro de la imagen un victor más joven sonriendo feliz mientras mostraba sus blancos dientes, el vestía un traje negro y camisa blanca con un moño rosa que hacía juego con el vestido de su madre. Esa fotografía era la más reciente que se habían tomado en su cumpleaños número 10. Poco a poco sus ojos se iban cerrando por la pesadez del sueño, sus sospechas durante la mañana habían sido ciertas, sus padres no regresaron a casa la noche anterior.