6. Recuerdos

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Después de un largo día de clases y de presentar ese proyecto importante por fin los tres amigos estaban regresando al estacionamiento donde horas atrás habían dejado una conversación sin terminar, no es como si se hubiesen rendido a la primera evasiva por el contrario intentaron varias ocasiones llevar el tema nuevamente a una conversación más fluida pero gracias a la popularidad de los tres eran constantemente interrumpidos por algún profesor o compañero de clases además que el tailandés solo compartía algunas clases en común con el par de alfas, aquella sensación de quedarse con la duda por mucho tiempo era la peor para alguien que espera llegar a ser un famoso periodista algún día así que dar más tiempo al ruso para resolver sus cuestionamientos no era una opción en estos momentos.

Pero como si el destino ese día estuviera en su contra, un par de compañeros de su carrera lo siguieron para consultarle algunas dudas respecto a la asignación de un profesor, para cuando Pichit por fin termino de aclarar todas sus interrogantes y darles algunos consejos para lograr una mejor nota se percató que en el estacionamiento solo estaba el rubio esperando por él junto a su auto, aquello fue un tanto decepcionante y aun más cuando este le confeso que no logro obtener más información de su amigo, tendrían que esperar hasta mañana para retomar el interrogatorio.

Un tanto insatisfechos subieron al auto mientras cada uno elaboraba una teoría acerca de la felicidad de su amigo, vagamente recordaban la mención de Yuuri pero aun no era del todo claro cual era el cambio entre ellos, dejaron ese tema de lado y durante el trascurso del camino hablaron de temas variados como el aumento de seguidores que el tailandés estaba teniendo en sus redes sociales.

Por su parte Víctor en estos instantes estaba estacionando su auto frente a la entrada de la mansión que llamaba hogar, en el camino pensó en pasar por algunos pastelillos pero la idea fue desechada gracias a que Yuuri aun no comía ese tipo de cosas, por más que le hubiese gustado ver la cara de sorpresa del neko al degustar ese postre tendría que esperar un poco más para hacerlo. Abrió la puerta y una de las empleadas lo saludo amablemente por extraño que parecía esta vez el albino respondió con total sinceridad a la bienvenida, hace cuando tiempo que estas paredes no se sentían tan cálidas como esta tarde. La joven le informo que la cena pronto estaría lista, solo les tomaría una media hora más para tener todo preparado y antes de que Victor pudiera tener la oportunidad de preguntar también le comento que Yuuri estaba tomando su siesta de la tarde siendo cuidado por Yuko, con esta nueva información el alfa declino la idea de saludar al pelinegro pues no quería interrumpir su descanso.

Durante el almuerzo de ese día se dedico a leer algunos artículos sobre el desarrollo de los nekos y uno de los datos que considero más importantes era que durante sus primeros meses es importante las horas de sueño para ayudar a un correcto crecimiento ya que al ser este más acelerado el cuerpo debe acostumbrarse a los constantes cambios y el descanso es fundamental así que en respuesta le agradeció por la información avisándole que iría al despacho de su padre.

Con pasos sigilosos siguió el pasillo con la idea de no hacer mucho ruido pues no sabia en que lugar Yuuri descansaba en esos momentos, tal vez la idea era un poco boba pero decidió seguir sus instintos, unos metros mas adelante se encontró con la gran puerta por mera costumbre toco, era obvio que nadie iba a responder pero de otra forma era extraño invadir el espacio que consideraba exclusivo de su padre, tomo el pomo y lo giro despacio como si este pudiese romperse. Al estar dentro miro el pulcro escritorio de madera, la silla y el par de muebles que adornaban el lugar, permanecer aquí removía un poco su estomago pues recordaba que hace apenas algunas semanas fue en este preciso lugar en donde discutió con sus padres. Desecho la idea antes de que los amargo pensamientos inundaran su mente una vez más. La razón de su estancia era un trabajo que su profesor de desarrollo empresarial les había asignado esa tarde, se trataba de un plan de rendimiento de una empresa y recordaba vagamente que en su adolescencia había ayudado a su progenitor a hacer uno, no es que fuera el mejor pero podría darse una idea si lo encontraba.

Tenías que ser TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora