La mejor historia

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-Muy bien -dijo la madre soltera -, soy un bastardo.

-Eso no es una ninguna distinción aquí -señalé.

-Lo digo en serio -replicó. Mis padres no estaban casados.

-Ninguna novedad. Los míos tampoco.

-Cuando... -La madre soltera se interrumpió y por primera vez desde que lo conocía, me miró con cierta amabilidad -. ¿En serio?

-Por supuesto. Soy bastardo ciento por ciento. En realidad -agregué -, nadie se casa en mi familia. Todos bastardos.

-¿Y eso?

-Oh, esto -le mostré el aro que llevaba en uno de mis dedos.

-Parece un anillo de compromiso.

-Es para ahuyentar a las mujeres.

Era una vieja sortija que compré en 1985 a un colega, que la había traído de la Creta pre-cristiana.

-La serpiente Uroboros -expliqué -, la Serpiente del Mundo que se muerde eternamente la cola. Un símbolo de la Gran Paradoja.

Pero él apenas lo miró.

-Si usted es realmente un bastardo, sabe cómo se siente uno. Cuando yo era todavía una niña.

-¡Epa! -lo interrumpí -¿Le oí bien?

-¿Quién cuenta esta historia?

Me callé de golpe y continuó.

-Cuando yo aún era una niña... Oiga, ¿nunca oyó hablar de Christine Jorgenson? ¿O de Roberta Cowell?

-Ajá, esos casos de cambio de sexo. ¿Pero usted pretende hacerme creer....?

-Vea, si me interrumpe, no hablo. A mí me dejaron en un orfanato de Cleveland, en 1945, cuando tenía un mes de nacida. Después, de chica, empecé a envidiar a los niños que tenían padres. Más tarde, cuando me enteré de las cosas del sexo... y creame Pop, que se aprende rápido en un orfanato...

-Ya sé.

-...Juré solemnemente que un hijo mío tendría padre y madre. Esa idea me mantuvo "pura'; cosa que era una hazaña en ese medio. Para conseguirlo, debí aprender a pelear. Después fui creciendo, y comprendí que tenía muy pocas posibilidades de casarme, por los mismos motivos por los que nadie me había adoptado -hizo una mueca y siguió hablando -. Tenía cara de caballo, dientes largos de chivo, pecho plano y pelo de cepillo.

-No parece mucho más feo que yo.

-¿A quién le importa si un barman es feo? ¿O un escritor? Pero la gente que quiere adoptar un niño, elige esos gansos de ojos azules y cabellos rubios. Más tarde, los muchachos deben tener un tórax fornido, una cara simpática y esa actitud tan maravillosamente masculina... -La madre soltera se encogió de hombros -Yo no podía competir. Así que decidí incorporarme a la W.E.N.C.H.E.S.

-¿Eh?

Todos ustedes zombisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora