¿Estamos bien?

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Mi habitación es mi lugar sagrado, solo las criaturas dignas pueden pasar como: mi perrito french poodle llamado "Dólar" que aunque su nombre es un poco desvalorizado para mi él valía muchísimo y mi gatito blanco "Mancha", que es un poco malhumorado pero aun así tiene todo mi amor. Nadie mas puede entrar, meterse a mi cuarto es como meterse a mi alma y que pena que vean que aun conservo la mantita que me regalaron a mis 2 años.

— ¡Julieta! — Grito mi mama del otro lado de la puerta — Llegaras tarde a tu primer día de trabajo, ¡Despierta!

[...]

 — Bueno, tu te lo buscaste, entrare ahora mismo— Una vez mas grito mi mama al ver que no había respuesta de parte mía. 

— Mamá... ya te dije que nadie puede entrar a mi templo sagrado — Balbucee un poco adormilada —Sal por favor — volví a dormir.  

— ¡Julieta!, ¡Despierta ahora mismo!, Recuerda que hoy es tu primer día en tu nuevo trabajo, y si no levantas en este instante probablemente tengas que buscar otro ¡De nuevo!

— ¿Por que no me despertaste antes? — Me desperté de un brinco — No puedo llegar tarde, estoy harta de buscar trabajos cada mes. 

— Eso debiste pensar antes de desvelarte anoche — Dijo mi mamá un poco molesta. 

— Estaré lista en 5 minutos te lo prometo. 

Hace 6 empecé a trabajar gracias a que mi puntuación no fue la mejor y no pude ingresar a la universidad de mi elección, tal vez querer estudiar "Medico cirujano" por ver "Grey's Anatomy" no fue la mejor idea. 

Nota mental: Cuando vayas a estudiar una carrera universitaria piensa cuáles son tus intereses, evalúa tus capacidades/talentos y define tus prioridades y metas. No te enfoques en carreras bien pagadas ni mucho menos en modas estúpidas, porque al final de cuentas puede que a eso te dediques toda tu vida y hacer algo que no te gusta es desgastante. 

Y respecto a lo de Medico cirujano, solo bromeo, no aplique para ninguna universidad, mi plan es ahorrar un poco e ingresar a una universidad buena sin depender de mis padres, pero esto de conseguir trabajos de mesera me esta matando, sentir las miradas de los hombres sobre mi trasero por la estúpida falda que nos hacen usar a las mujeres y no poder decir nada me da nauseas, puede que las propinas no sean tan malas, he ahorrado mucho de ellas, sin embargo ya no esta en mis planes seguir atendiendo a pervertidos y sonreír forzosamente.

Hoy comenzare a trabajar en una biblioteca, cerca de la Universidad Sessa, puede que no gane mucho, pero parece tranquilo y fácil, y la ancianita que me contrato se veía muy linda. 

Tome una pera del comedor, sin darme cuenta que era una pera, odiaba las peras, pero ya era demasiado tarde para meditar el porque odio las peras, y me la comí, saque unas cuantas monedas para tomar el autobús y para mi mala suerte tardo 10 minutos en pasar. 

 Y como hoy al parecer la suerte no estaba de mi parte la ancianita resulto ser lo contario a linda, como era de esperarse llegue tarde y de castigo tuve que ordenar un montón de libros por orden alfabético. 

Solo fueron quince minutos no es para tanto, y fue culpa del estúpido autobús- Dije para mis adentro —Sí esta bien, con mucho gusto — Le dije con una sonrisa. 

— Espero que no se vuelva a repetir, no me gustan las personas impuntuales, y una cosa mas, antes de abrir quiero que este lugar este impecable.

— Impecable quedara — Conteste con la misma sonrisa llena de falsedad.

Después de cumplir mi "castigo", limpiar unas cuantas repisas, el piso y las mesas, la señora Helena o sea la ancianita encargada de la biblioteca, abrió las puertas, y me dio instrucciones de lo que debo hacer en su ausencia, cosas como la organización de los libros, ayudar e instruir a las personas para identificar y acceder a la información que necesiten, nada de otro mundo.