La Hermana Perdida De Zayn n.h «terminada»

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Desperté, una vez más, por gritos. Era Charlotte, mi "madre" y su actual pareja Chad.

Les contaré un poco de mi corta vida. Tengo 18 años y vivo con la mujer que anteriormente nombré. Charlotte no es de tener alguna pareja estable, generalmente dura algo de tres meses con un novio y, una vez que termina con este, corre en busca de otro, de preferencia drogadicto, alcoholico o vendedor de drogas. Ella nunca supo quien fue el hombre que la dejó embarazada de mi, ni tampoco nunca le importó, así que jamás supe quien es mi papá, aunque digamos que tampoco me importa, supongo que para ser un hombre que fue pareja de Charlotte no tiene que ser alguien que esté en su sano juicio.

Baje las escaleras una vez que estuve lista y entré en la minúscula cocina de la casa, me puse a preparar el café y las tostadas para el desayuno. Mi función en este lugar era limpiar y satisfacer las necesidades de mi madre y del novio que este de turno, básicamente debo hacer todo lo que ella me pida.

Deje la comida sobre la mesa y me dirigí nuevamente hacia las escaleras, cuando discute con sus parejas lo mejor es estar lejos de la escena.

—Alto ahí —me detuvo la voz de Charlotte

"Demonios"

—¿Qué? —contesté de mala forma

—¿Dónde está el café? —preguntó

—lo siento, lo olvidé —dije y fui nuevamente a la cocina a servir el café

Escuché la puerta cerrarse con fuerza y una grosería después de eso. Tome ambas tazas de café y me dirigí hacia el comedor. Cuando llegue Chad se había ido y Charlotte se encontraba sentada en la mesa.

—¿Qué esperas?

No respondí, deje las tazas sobre la mesa y subí las escaleras hacia mi habitación para buscar mis mochila e ir a la escuela. Salí de la casa sin despedirme de mi mamá y caminé hasta la parada del autobús, esperé cinco minutos allí y luego miré mi reloj, tenía tiempo para poder llegar caminando. Comencé a caminar hacia el colegio.

Volví a mi casa, también caminando, lentamente. Cuando llegué me encontré con cinco autos policiales. En uno de ellos se encontraba Chad y en otro estaban metiendo a Charlotte. Me acerqué rápidamente al lugar y un oficial me detuvo.

—Es mi mamá, déjeme pasar por favor —le dije al hombre

—Si desea hablar con su madre debe ir a la estación —contestó alejándome de la escena

—No es la primera vez que le pasa esto, podemos solucionarlo hablando como lo hicimos las ultimas siete veces

—Señorita, las ultimas siete veces su mamá era procesada por cosas más simples, estamos hablando de de un caso especial esta vez —dijo el policía parándose frente a mi

—¿De qué? —pregunté con miedo

—Hablaremos de las acusaciones en la comisaría, no puedo decírselo ahora, la esperamos esta tarde

El oficial se alejó y se subió a su auto, yéndose y dejándome sola en la calle. Entre a mi casa, estaba totalmente desordenada, las sillas tiradas, los cajones abiertos, papeles desparramados por toda la casa, intente cerrar la puerta pero esta estaba rota, la habían forzado. Suspiré y me senté en las escaleras, estaba estresada.

Seguro se preguntarán ¿por qué tanto escándalo por una persona que me trató como mierda toda mi vida? La cosa estaba así, si Charlotte se hundía, yo me hundía con ella, no en un lado legal, sino que económico, con lo poco que esa mujer tenía podía pagar los servicios básicos como el agua, el gas, la luz y la renta y si ella se iba yo me quedaba sin nada.