Simplemente te amo

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Capítulo 1 - Los demonios gemelos

"¡Eres una maldición!"  gritó una mujer.

"No ... por favor, no ..." Una niña estaba sollozando.

La mujer le dio una fuerte bofetada en la mejilla.  "¿Por qué? ¿Por qué hiciste esto? Destruiste a nuestra familia. ¡Lo arruinaste todo!"

"Mamá…"

"Cállate. ¡No me llames así!"  La mujer lloró, con lágrimas rodando: "¡Te amamos tanto, y nos diste esto! ¿Traición? ¡Él era tu padre por el amor de Dios! ¿Por qué ...? ¿Dónde nos equivocamos? ¡Dime!"

La mujer miró a la niña con disgusto.

"¡Fuera! Hoy, te desconozco de mi familia. ¡No tendrás nada que ver con mi familia de ahora en adelante! Mantente alejado de mis hijos y de mí".

La imagen de esa mujer se alejaba cada vez más.

"¡¡NO!!"  Nana jadeó en voz alta cuando de repente se despertó, su mano estirada como si estuviera tratando de detener a alguien.

Sudaba mucho y respiraba con dificultad.  Miró a su alrededor para ver todo oscuro.  Aún eran las cinco y media de la mañana.

Sueño ... Fue ese sueño otra vez ...

Ella distraídamente se tocó la mejilla.  Los recuerdos volvieron a ella como si fuera ayer.

Nana empezó a temblar.  Una lágrima le resbaló por la mejilla y se quedó allí, llorando en silencio con el corazón una vez más.

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"¡Yukito! ¡Yukira! Dime, ¿qué hiciste esta vez?"  Nana suspiró y preguntó a sus hermanos después de escuchar la enésima queja de su vecina la Sra. Fei.  Tenía tantas ganas de llorar pero no tenía lágrimas para derramar.

Sus hermanos gemelos eran un notorio grupo de sinvergüenzas que nunca le permitían tener un día tranquilo.  Tenían 17 este año y ya eran estudiantes de segundo año de secundaria, pero su infantilismo podría rivalizar incluso con un niño de cinco años.

Estaban felizmente masticando su deliciosa porción de albóndigas cuando la escucharon.  Fingieron que no pasaba nada.

"Nee-chan [1], ¿de qué estás hablando?"  Los gemelos preguntaron juntos inocentemente como si fueran los más dulces ángeles de hermanos que una hermana podría tener.  Quería aplaudir por su actuación.

"¡Oh, ambos saben muy bien de lo que estoy hablando! Solo mire la boca de la Sra. Fei. Sus dientes ahora están teñidos de verde porque anoche le pusiste un tinte verde a escondidas en su cepillo de dientes. Estaba tan horrorizada, mirándose a sí misma.  en el espejo. Ahora dime, ¿por qué hiciste eso? "

Los gemelos se miraron el uno al otro por un segundo, miraron hacia ella, y luego Yukira dijo: "Bien, sí, lo hicimos. Solo queríamos divertirnos un poco. Juramos que el tinte no dañará sus dientes".

"Aunque sería bueno si realmente lo hiciera," murmuró Yukito.

"¿Qué acabas de murmurar, Yukito?"  Nana lo fulminó con la mirada.

"¡Nada Nada Nee-chan! De todos modos, como dijo Yukira, solo nos estábamos divirtiendo un poco."

Nana los miró fijamente durante algún tiempo y suspiró.

"Dime ya la verdad."

Los gemelos dudaron un poco en decírselo.  No querían que ella lo supiera y se entristeciera por ello.

"Dilo ya. Tengo una idea de lo que la Sra. Fei habría dicho o hecho para enojarlos a los dos y hacer una broma para vengarse. Así que dilo."

"¡Hmph! La señora Fei estaba chismorreando sobre ti. ¿Recuerdas que hace dos días tuviste que hacer un parto nocturno en el hospital porque el abuelo Hu fue admitido? Pero ella te acusó de tener una aventura secreta o algo así".  Dijo Yukito.