En las afueras de las instalaciones científicas que el gobierno tiene en la capital.- Vaya lío en el que nos metemos ahora. Y no es nada extraño que logre convencerme, estos lugares no son para nada de mi tipo - Fija sus ojos claros a lo lejos, un farol ilumina parte de la inmensa calle por donde transitan los autos cargueros de aquel lugar.
- ¿Cuándo no he logrado hacerlo? Es muy sensible a mí - Sonríe al momento que logra romper la valla de restricción, cruza por ella con seguridad pese a las considerables posibilidades de ser atrapados. Al ser más pequeño que su compañero, entra sin complicaciones.
- No se crea mucho, nada más intento no dejarlo solo en situaciones como estas. Como siempre es muy confiado y siempre está en actos peligrosos, parece un bebito en pañales - Una luz se aproxima al momento exacto que juntos llegan a un auto blindado e inmóvil, allí cerca de las vías internas del sitio.
- Shh... Ahí viene un guardia - Susurra.
- Para mí esos tipos no son nuestro mayor problema - Asoma un poco la cabeza para observar mejor el panorama al otro lado de las vías.
Luego que el guardia con su linterna pasara frente a sus ojos, sin que éste se diera cuenta, corren prudentemente hacia unos contenedores. Al correr, se ven sus sombras, reflejo provocado por la luz de la luna que para entonces está en su temporada llena. Tensos y con ojos diligentes, observan por todos lados intentando evitar los mecanismos de vigilancia.
- ¿Está completamente seguro que los cuervos no se encuentran activos? - Aquel chico de ojos claros toma el hombro de su pequeño compañero antes de que éste se dirija hasta una cabaña. Mientras tanto, un auto se moviliza frente a ellos.
- Tranquilo, esas máquinas están en mantenimiento hoy, estoy seguro que no nos atraparán; bueno, no por ellos exactamente - Sonríe ante la mirada de Steph y corre hasta la cabaña. Por el lugar se traslada un aura fluvial, inmensas nubes negras obstruyen la luz del grandioso astro en ese instante.
- Me encanta su optimismo - Frunce el ceño y corre tras él - Juntos entran a la extraña cabaña en el instante que del cielo se comienza a derramar el agua que carga aquellas inmensas nubes; y, como era de esperarse, en aquel lugar no se encuentra nadie que vele por la seguridad. El sitio está lleno de contenedores viejos, el ambiente es empapado y una lámpara que abastece el interior con su luz, falla por momentos - No soy un experto en ocultar cosas, pero estoy completamente seguro que, si lo fuera, yo no guardaría aquí una ingeniosa tecnología - En ese instante se oye una rejilla abrirse, Steph, el joven de ojos, claros se gira.
- Tiene razón, pero sí un acceso secreto hasta esa ingeniosa tecnología - Con la cabeza indica una entrada detrás de la rejilla - ¿Las señoritas primero?
- Que gracioso... - De gatas entran por el estrecho pasadizo, la humedad es mucho más desde el interior. Se puede oír los murmullos de los individuos que se concentran dentro de las instalaciones - ¿Puedo saber cómo descubrió éste lugar?
- El otro día que entré...
- Espera ¿Qué? - Se detiene de manera repentina, se golpea la cabeza y con esto logra generar un breve estruendo.
- ¡Shh! No haga ruido... Sí ¿Cómo cree que conseguí la información de esas máquinas?
- Si ya había entrado, entonces ¿Por qué no tomó de una vez el artefacto? - Pasa su mirada bajo el brazo para lograr verle a los ojos.
- ¿Ya olvidó lo que hemos hablado?
- No, por supuesto... - Reinicia la marcha lentamente al tanto que regresa su mirada molesta hacia adelante - Espero que ese aparato sea algo muy significante, podríamos pasar el resto de nuestras vidas como esclavos del gobierno por esto.
Después de un tiempo no largo entre el estrecho pasadizo, llegan a una habitación, un lugar muy limpio y bastante iluminado. Cerca de allí se encuentra un armario metálico cuyo contenido son los uniformes de los científicos; voces se alcanzan a oír desde los pasillos mientras los jóvenes husmean en la habitación.
- Toma, vamos a necesitar de estos, como camuflaje... Al menos - Steph lo observa serio y amargado.
- ¿Sabe que de nada nos servirá esto con la avanzada tecnología instalada aquí? - Levanta sus brazos y muestra el sofisticado lugar del gobierno. Se deshace de su americana oscura.
- ¿Entonces prefiere salir así? - Señala su camisa roja perteneciente al trabajo, en su delantera contiene las palabras, "Amo la hamburguesa".
- Bien, sabe que no me dio tiempo de mudar mi ropa - Atrapa forzadamente el uniforme - ¿Puedo saber cuántas veces ha entrado a éste lugar? Estoy seguro que no fueron solamente dos - Dice mientras se arregla aquel atuendo.
- Bueno... sin contar aquella vez que me quedé ligando a la doctora...
- ¿Ligó con una trabajadora? - Se enfada nuevamente y lo observa con una mirada profunda - ¿Tiene que ser tan incrédulo? Ella podría reconocerlo...
- Cállate princesita, era su último día de trabajo. Ahora está de vacaciones, con su familia, seguramente - Le da dos palmaditas en su espalda para lograr tranquilizarlo - Mejor démonos prisa, nos quedan unos cuantos minutos para que el guardia cambie su turno, ahí será nuestra oportunidad. De ahora en adelante no más preguntas, sólo haga lo que acordamos ¿Entendido? - Abre la puerta con sumo silencio, asoma la cabeza y observa el corredor asegurando así la salida - Vamos - Dice.
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REMANENTES
Teen FictionDos jóvenes de las ciudades bajas descubren un nuevo artefacto que han hecho los ingenieros de robótica bajo la mirada del gobierno, estos son hombres políticos que han tomado el control y han empobrecido el país con el pasar de los años. Los dos j...