Capítulo 5

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Los demás soldados que se encuentran a unos metros reaccionan y comienzan a disparar ráfagas al ver el acto traicionero del ciborg, éste mató a su propio compañero; al que Chris tenía como rehén. La reacción inmediata del extraño sujeto ante las ráfagas, fue tomar rápidamente a los dos jóvenes y acercarlos a su espacio, con esto revela en uno de sus brazos un tipo de escudo metálico con el cual se protege así mismo y a los dos jóvenes.

- ¿Quién es usted? – Steph, herido en su muñeca y confundido no deja para después sus dudas; en sus ojos se ve el gran esfuerzo por entender lo que sucede.

- ¿Cree que es momento de intercambiar tarjetas de presentación? – Las balas siguen siendo rechazadas por el escudo – Yo me encargo de ellos, ustedes sigan en su plan – Muestra un artefacto circular – Esto es un escudo de energía, cuando lo activen una esfera los cubrirá; solo corran hasta llegar a la entrada de las instalaciones antes que su tiempo se agote – Las ráfagas se detienen, uno de los soldados da indicaciones a los otros sujetos; intentan rodear a los intrusos por diferentes direcciones – Su duración sólo es de diez segundos – Concluye el extraño.

- ¿Seguro que no nos matará? – Steph que aún no logra asemejar lo que sucede recibe el artefacto. El sujeto lo ve molesto, refunfuña e inmediatamente desactiva el escudo – ¡Oh, rayos!

Rápidamente activa el artefacto, y como lo ha dicho el humanoide, una esfera de color azul los rodea; sin pensarlo dos veces comienzan a correr entre tanto que el extraño sujeto se encarga uno a uno de todos los guardias. Las ráfagas de los proyectiles rebotan al impactar en la esfera, aunque asustados por todo lo que sucede, no se detienen. Steph gira su cabeza y observa lo que sucede tras él.

- ¡Chris! ¡Maldito! – Le da un golpe en la cabeza - ¡No me dijo que teníamos un aliado dentro de las instalaciones!

- ¡Yo tampoco tengo idea de quién es! ¡Idiota! – El escudo se agota y desaparece - ¡Ah! ¡Vamos, corre, corre!

Logran pasar por todo el alboroto, siguen corriendo por los módulos sin siquiera dudarlo.

– ¡Maldita sea! ¡¿Dónde está ese artefacto Chris?! – Sus pies no paran hasta encontrar el módulo donde se encuentra el objetivo, con los artefactos que Topo le desarrolló abren las compuertas de todos los módulos cercanos. Chris siendo el más tranquilo, ahora es el más nervioso; no logra concentrarse en absoluto y los nervios lo lleva a una crisis de personalidad.

- ¿Qué es lo que sucede? – Steph nota la situación de su compañero quien entra por una de las puertas de las instalaciones - ¡No! ¡Aquí tampoco es! Si seguimos así ¡Nos atraparán! ¡¿Cómo pudieron cambiarlo de lugar?! – Steph lo toma de los hombros y lo agita.

- ¡Chris! ¡Cálmese! No permitiré que nos hagan daño ¿Entendido? – Lo suelta – Juntos hemos pasado por muchas cosas, quizás no de éste nivel, pero ¿Qué tan difícil podría ser salir si juntos mantenemos la cordura? Ahora recupera ese ánimo con el que siempre se caracteriza y salgamos de aquí; ese artefacto no vale tanto la pena comparado con su vida – Se gira luego de lograr calmar a Chris. Las refulgentes luces blancas se apagan y se encienden las luces rojas de alerta – Vamos, no nos queda tiempo.

Se dirigen a su punto de salida cuando de repente las iluminaciones rojizas del corredor comienzan a brillar de una manera misteriosa, Steph y Chris se detienen para observar y analizar lo que sucede. Del miedo y la confusión, ahora ellos tienen el control.

- Parece que quiere que… ¿Las sigamos? – Corre en la dirección que brillan las luces.

- ¡Chris, espera! – Logra detenerlo - ¿Cómo sabemos que no es una trampa?

- No lo sé... Han sucedido cosas extrañas a nuestro favor; creo que esto es otra de esas – Sonríe y corre; después, Steph lo sigue.

Durante el breve recorrido por los pasillos de las instalaciones se encuentran con varios de los trabajadores del lugar e incluso con uno que otro de los guardias, sin problemas y unidos, llegaron hasta donde las luces los dirigía. Abren la puerta del módulo de manera silenciosa esperando ansiosamente que no fuese una trampa, los nervios se apoderan de los chicos al tanto que allí dentro se oía el sonido de un radio en interferencia. La puerta se abre por completo, el lugar está completamente solitario, sin embargo; allí se encuentra el tan anhelado artefacto.

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