REMANENTES

Capítulo 17

Los tres corren mientras que el rugir de la bestial sombra se escucha resonar por todas las habitaciones, Chris herido no puede ir a la misma velocidad que los demás; aunque su herida no es del todo lo que le impide correr, su cuerpo, ya no está reaccionando. Chris al tanto que intenta correr con sus fuerzas cae al suelo, Steph se detiene y regresa un poco para ayudar a su hermano, mientras hace esto, logra ver a la sombra que sale rugiendo de la habitación.

- Steph, huye. Déjame aquí…  – Chris aleja a su hermano empujándolo – No puedo seguir...

- ¿Está loco? ¡Por supuesto que no lo voy a dejar! – Intenta levantarlo de nuevo, pero Chris se niega por segunda vez y con lágrimas en sus ojos grita a Steph.

- ¡Váyase, Steph! ¡No quiero que mire hacia atrás! – Steph mira los ojos de Chris, y calmado trata de responder.

- No tendré que hacerlo, no pienso dejar que muera aquí…  - Chris quien se encuentra allí postrado en el suelo, inclina su cabeza; pero, al hablar, la levanta nuevamente.

- Steph… Lo siento…  - En esas últimas palabras, el cuerpo de Chris comienza a desintegrarse lentamente ante los ojos de Steph. Aquel que presencia ese crudo momento queda inmóvil, su cuerpo no reacciona ante la crítica situación y ante ese hecho repentino.

Todo a su alrededor se mueve lentamente y su mente intenta procesar lo que está sucediendo, mientras Chris desaparece, así como el viento se lleva el polvo, la enorme sombra se acerca a gran velocidad y golpea a Steph fuertemente arrojándolo a varios metros. Tamara observa lo sucedido y corre hasta donde cae aquel joven confundido.

- ¡Steph! – Le ayuda a que pueda levantarse.

- Chris… Chris, se ha ido…  - La bestia ruge y habla con una voz ronca y fuerte.

- ¡Lo mataré, Steph! – Tamara se sorprende al escucharlo, pues ella no puede verlo; en esto, trata de hacer entrar en razón al que no puede moverse. Aquella robusta sombra camina lentamente.

- Steph, tenemos que irnos de aquí… Lamento lo de su hermano…  Todo este tiempo…  - Los ojos de Tamara se llenan de lágrimas e inclina su cabeza al tanto que pone sus manos sobre los hombros del joven – Él fue un remanente… Por favor, Steph. Chris desearía que viviera... ¡No importa que haya sido un remanente durante todo este tiempo! ¡Dio su vida y jamás intentó hacerle daño! ¡No era su hermano real, pero vivió como uno! – Pone sus manos en las mejillas de aquel que sigue perdido entre sus pensamientos – Vive por su hermano, vive… Por mí.

A gran velocidad la sombra corre y al intentar golpear a Tamara, Steph reacciona, sus ojos se iluminan y con una fuerza poderosa golpea a la aterradora bestia; aquel cae a lo lejos de manera equilibrada, camina de nuevo y con su voz aterradora se dirige a Steph.

- Todo este tiempo supimos que ese Chris era un farsante – Steph se irrita tras la confesión – Sabía que en algún momento su hora llegaría, pero si soy sincero, desearía haber sido yo quien lo convirtiera en polvo –  Comienza a reírse, su risa es gruesa y aterradora. La ira de Steph se transforma en energía, alrededor de su cuerpo la energía comienza a brotar en exceso, Tamara al ver la situación se hace a un lado; pese a que no puede ver contra quien se enfrenta Steph, comprende que es muy fuerte y necesita darle espacio.

Steph espera a que aquella sombra ataque, y cuando hacen contacto se crea una fuerte onda que empuja a Tamara a unos metros, el acero reforzado de las ventanas cercanas que los mantienen seguro, se rompen. La robusta sombra ataca con fuerza y rompe una pared usando el cuerpo de Steph, en la otra habitación el joven aún con el aura de energía pura, se levanta y ataca; los fuertes golpes aciertan a la sombra mientras este intenta detener por lo menos uno de ellos. Los remanentes restantes intentan hacerse con el joven núcleo aprovechando la situación, sin embargo, Steph con su abrumadora fuerza los convierte rápidamente en cenizas.

Al pasar varios minutos, la bestia de sombra sigue con bastantes fuerzas para seguir la batalla, por otro lado, la constante energía que ha consumido Steph, han debilitado su cuerpo; sin darse cuenta, su tiempo se está terminando. El aura desaparece y cae de rodillas allí rodeado de escombros, su brazo comienza a causarle dolor y Tamara llega para tratar de convencerlo de que no continúe; intenta levantarlo, aunque su cuerpo no responde, lo ve a los ojos, mas su mirada se encuentra perdida.

La vigorosa sombra se acerca, toma a Tamara y a Steph del cuello, los levanta dejándolos a varios centímetros del suelo, Tamara lucha por querer librarse, aunque es consciente de que es imposible; no obstante, al ver a Steph ahí, perdido, sin conciencia, se niega a rendirse.