Monster's Academy //Sasusaku/Naruhina//

Joven prometedor

Era bien sabido en la Manada de lobos que solo tres de los miles que eran podrían ir a la Academia. 

Y Naruto lo sabia perfectamente. El era una persona de buen carácter, un tanto descuidado, pero que caía bien a la gente. Pero eso no ayudaba a la hora de ser el elegido por el Jefe principal. El sabia que era uno de los tantos que se postulaban para competir, uno entre un millón. Peor eso no quitaba sus esperanzas.

El honraría a su familia. Pondría su apellido en lo mas alto de la grandeza.

Se limpio las manos, de tanto entrenar ya las tenia muy sucias de tierra. El lo hacia todo por perfeccionarse.

Solo esperaba entrar, aunque también quería que entrara su novia, una joven del montón llamada Kaori, a la cual que amaba con todo su corazón. Sabia que ella no tenia oportunidad de entrar, pues ella era una persona muy pacifica, que prefería quedarse en el corazón del bosque junto a la manada en vez de ir a luchar por un titulo de honor. El la entendía, y por eso no ponía ninguna objeción cuando ella decía algo.

Dejo de entrenar: sus manos ya estaban demasiado heridas para continuar. Su cuerpo estaba adormecido, sus fuerzas empezaban a flaquear y el cansancio se hacia presente. Decidió mejor volver a su casa con su familia y descansar, mañana podía seguir entrenando de todas formas.

Al  llegar a su hogar, el joven rubio se sentó en una de las sillas que componían su comedor. Froto sus sienes y cerro los ojos, tenia un martirio en su cabeza. Al abrirlos diviso el cuerpo de su madre mirándole sonriente, su madre Kushina. 

-Estas cansado Naruto, deja ya de sobre esforzarte.-pidió la mujer sentándose a su lado.- Yo entiendo que tu quieras honrarnos, pero tu padre y yo no queremos que tu te desvivas solo para complacernos.

Naruto la miro por unos segundos y dirigió su mirada al techo. Su madre estaba en lo correcto, pero el de todas formas seguiría entrenando. Su carácter ya era así, la hiperactividad venia sola, sus ganas por superarse siempre lo llamaban.

El entraría a toda costa a esa Academia, y traería ese titulo consigo.

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El Reino de Mizuki, llamado así en conmemoración de la mujer que lo había fundado, tomando el Te estaban tres personas adultas. 

-¿Ya tienes a tus elegidos, Jiraiya?-pregunto un anciano de barba blanca.

El nombrado asintió y le entrego al anciano un papel un tanto arrugado, pero que contenía en letras legibles tres nombres en tinta negra.

El anciano observo detenidamente el papel.

-Cuéntame un poco de ellos.-pidió amablemente.

-El primero es Uzumaki Naruto. Lo he elegido porque en estos últimos meses note que puso mas empeño en superarse, en seguir a pesar de las complicaciones, creo que es un buen candidato para ir. Ademas de que le favorece mucho el hecho de ser el hijo de Minato, mi antiguo alumno.

-Lo recuerdo. El una vez trajo el titulo de honor a la Manada, supongo que con su hijo sera lo mismo.

-Correcto. El segundo es Kiba Inuzuka, el demostró que esta a la altura de las circunstancias, es otro joven que pueden llevarnos a la gloria. Y el tercero es Shikamaru Naru, el hijo del Shikaku. Sus estrategias y formas de pensar son mucho mas eficaces de lo que son las de su padre. Es otro joven prometedor, el único defecto que tiene es que es un tanto vago, pero eso no influirá en su desempeño.

-Me parece perfecto Jiraiya, están los tres aprobados.

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¡Lo habían citado! ¡A el! ¡Tanto esfuerzo traía sus buenos frutos!

Naruto estaba que saltaba de la alegría y de la emoción, cuando en la mañana su madre lo había despertado con la noticia de que lo llamaban al castillo de Mizuki casi se cae de la cama.

Y ahora estaba presentándose media hora antes de la hora prevista. No quería que lo tomaran por un irresponsable. No ahora que lo había conseguido. Había comido a las apuradas, se había vestido en segundos y había llegado corriendo lo mas veloz que pudo.

Le dijeron que esperara sentado en un asiento. Miraba el Castillo con emoción. Era gigante, con ventanales y alfombras viejisimas.

Nunca había estado en ese lugar.

Tantas veces había soñado con entrar. Ahora su sueño estaba cumplido. Le mando gracias  a Dios por su ayuda y sonrió por unos largos minutos.

Un poco mas tarde, por la misma puerta por la que había entrado el, vio pasar a un chico castaño. Se dispendioso al reconocerlo. ¡Si era su amigo Kiba!

-Oe Kiba.-lo llamo. Noto que el Inuzuka estaba igual de sorprendido que el. No esperaban encontrarse allí.

-¿¡Naruto?!-dijo corriendo hasta el. Se dieron un abrazo amistoso y se pusieron a charlar.

-¡No puedo creerlo! Has entrado.-dijo Kiba palmeandole la espalda.- Que bueno, al menos conozco a alguien de aquí.

-Si, yo cambien estoy  feliz. ¿No sabes quien es el tercero?

-Creo que es Shikamaru por lo que escuche.-dijo dudando.

-¿El vago? ¡No puede ser, el es peor que yo!

-Yo no soy peor que tu.-oyeron una voz frente suyo. Naruto y Kiba sonrieron, conocían a Shikamaru lo bastante para saber que juntos eran los mejores.

-Este año arrasaremos con todo.-dijo decido Naruto.

Ahora era cuando entendía esa famosa frase. "El esfuerzo de hoy es el éxito de mañana" 

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 Lo subí lo mas rápido que pude porque no quería dejarlos sin cap. Esta es la introducción numero dos. Era para que sepan de que se estaba hablando y como llegaron los personajes hasta este punto.

En el próximo cap empezara la acción

Saludos y votos y comentarios son bienvenidos xD

Tengo mas historias por si lo desean. kISSESSS