Monster's Academy //Sasusaku/Naruhina//

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Después de horas y horas de largo viaje, ambos compañeros de equipo regresaron a su academia. Pero no contaban con que la Directora de dicha institución estuviera esperándolos con un rostro de muy pocos amigos. Ambos fugitivos se observaron, ya imaginando cual seria el desenlace de toda la situación. 

Sin decir nada, se colocaron frente a la rubia, esperando que pasara lo peor. 

-Ustedes dos, a mi oficina.-y sin decir nada mas, desapareció.

Sasuke fue el primero en comenzar el recorrido hasta la dirección, mientras que la pelirosa seguía en su lugar, intentando asimilar lo que ocurriría en instantes. 

Para cuando volvió a la realidad, quedaba ella sola. 

-Con que así sera el final...-susurro, metiéndose en la Academia. 

Ya dentro, pudo observar como todos los estudiantes la miraban con pena; era inminente su expulsión por lo que le daban miradas de apoyo, aunque sea, con contacto visual. Sakura les devolvió la mirad a  todos, agradecida.

Cerca del patio, vio a Suigetsu, hablando animadamente junto con todos los de su generación. Se lo veía contento, sin preocupaciones, ni nada. Solo reía, junto con los hombres lobo, fantasmas, y hasta las brujas. Era increíble.

Entre feliz por su compañero y decepcionada, siguió su camino. Todo esto había sucedido por que ella quería salvar a su raza luego de entender que pronto podría ocurrir una guerra. Pero todo había salido mas que mal: se habían fugado sin autorización,  y casi no habían conseguido información en su propia comunidad.  

Se paro frente a la puerta de madera. Miro el cartel blanco, donde con finas letras se podía apreciar el nombre de la Directora de la Academia. Suspiro, sabiendo que se venia lo peor. Toco la puerta, y al entrar, divisó a Sasuke sentado en un asiento, y a Tsunade de frente.

-Siéntate, Sakura.-ordeno la rubia. Obedeció sin abrir la boca.- Ya he llamado a sus padres, y están notificados de la situación. Tienen 24 horas para reunir sus cosas, despedirse y todas las estupideces dramáticas que hacen los adolescentes de su edad. Mañana los estará esperando un carruaje para que se marchen. Tienen prohibida la entrada a esta Institución a partir de mañana. Lo segundo que quería decirles es que, debido a semejante irregularidad, y por haber aportado a esta fuga, el alumno y compañero de ustedes Suigetsu Hokuzi ha sido sancionado tambien, pero solo por ser participe leve en en este hecho, solo estará apartado de las clases por unos días y luego se reincorporara junto con otro equipo. Ahora si, pueden marcharse.

Ambos se levantaron y se retiraron en silencio.

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-¿No crees que deberías ir con tus compañeros?-pregunto Kiba, observando pasar por el patio a los compañeros vampiros del Hokuzi. 

Suigetsu volteo a verlos. Claro que quería ir, pero no sabia como reconfortarlos. Era obvio que iban a ser expulsados, y no tenia palabras para darles. 

-Ire.-se puso de pie y se encamino hacia ellos.

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-Tanto esfuerzo para nada...-comento por lo bajo la Haruno, recordando todo el esfuerzo que haba puesto para ingresar en el equipo de los Vampiros. Miles de su raza habían quedado fuera de la selección, y ella que si había quedado, por una estupidez había sido expulsada. ¿Que pensarían sus padres? ¿Que les diría? ¿Como quedarían sus nombres luego de semejante bochorno? ¿Y el de ella? Muchas preguntas con escasas respuestas. 

Volteo a ver a Sasuke. El lo tenia todo servido. Seguramente había quedado por ser sobrino  del Jefe. Ya se lo imaginaba: estaba acomodado. Mientras que todos se partían la espalda para poder quedar en el equipo, el por el solo hecho de ser familiar ni siquiera había tenido que mover un dedo. Recién ahora había caído en la cuenta. Y también había sido muy idiota en apoyar sus ideas de salir de la Academia. Ella había accedido, si, pero ahora se arrepentía.
Abrió la puerta de su habitación y comenzó a guardar sus cosas.
Estaba todo perdido.
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Un carruaje con el símbolo de un abanico, mitad rojo mitad blanco se detuvo frente a la academia. De el bajó alguien, pero su rostro no se alcanzaba a ver por llevar una capa oscura.
La figura entro a la Academia sin presentarse ante los guardias que custodiaban la entrada. Curiosamente, estos tampoco hicieron algo para detenerlo.
Para cuando atravesó la academia y se postró frente a una puerta con un cartel con el nombre de la Directora Tsunade Senju en dorado, esta se abrió automáticamente, dejando entrar al extraño.
-¿Tu? Eras a la ultima persona que esperaba tener en mi Academia.
-Lamento tener que venido sin previo aviso, pero la situación es crítica y alguien debía responder por ella.
-Igual, imagino por que vienes. Ya he tomado una de decisión, así que ofrezcas lo que ofrezcas no servirá para llegar s ningún acuerdo. -aseveró la rubia, crítica.
-Escucha lo que tengo para decir, Tsunade. No he venido simplemente para lo que tu crees que he venido. Hay otras cuestiones en juego.
-Habla de una vez Uchiha, que me imagino cual será tu petición. Hagas lo que hagas y y digas lo que digas, por ningún  motivo Sasuke Uchiha volverá a poner un pie en este lugar. Ve y diselo a tu padre, Itachi. Una vez que violas las reglas, no hay vuelta atrás. Ni toda la trayectoria de tu padre salvara a Sasuke. Lo lamento.
-Se aproxima una guerra.-cortó el monologo de la rubia. Esta no dijo nada, solo prestó atención.- La relación entre razas esta pendiendo de un hilo, los cabezales quieren guerra inmediata. Es por eso que he venido, por que he encontrado una manera de frenarlo todo antes del desastre.