☆Sue Me [Lizkook]☆

☆𝓣𝓸𝓭𝓸 𝓬𝓪𝓶𝓫𝓲𝓪☆

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Siempre dicen que los años te hacen cambiar de una manera sorprendente, que puede que no quede ni un solo rastro de lo que fuiste antes. Y que todo este cambio puede ser causado por muchas vivencias que quisieras olvidar.

Verla ahí parada viendo como me ignoraba olímpicamente y se dirigía a mis amigos con tanto aprecio me hacía frustrarme. Es que acaso me podía ver más idiota. Y es que a qué persona en su sano juicio se le puede ocurrir que la chica a la que le había echo tanto daño podía llegar siquiera a dirigirme la mirada, era aún más loco por guardar las esperanzas.

Y verla enfundada en ese pequeño vestido de mi color favorito me hacía quedar pasmado. Nada quedaba de la dulce niña con sus jeans y blusas holgadas, de la chica que prefería llevar zapatillas antes que tener que usar esa dolorosa creación del demonio llamada tacones. De la chica que prefería llevar un rostro natural a  uno con maquillaje, de la chica que prefería quedarse en casa viendo una maratón de películas o leyendo un libro antes de tener que pisar un horrible lugar con olor a vómito. Mi labio temblaba tratado de asimilar todo lo que acababa de pasar.

Con cada sonrisa hacia que mi corazón se rompiera aun mas , mi mente estaba nublada. Trataba de hallar en ella algo que todavía me diga que era ella, que no me había olvidado . Que todavía era la misma de la que me había enamorado, que todavía formaba parte de su corazón. 

Y así después de una hora no había rastros, mi pecho dolía quería abrazarla y rogarle que me perdone. Que había sido un idiota, que estos tres años no había un solo día en el que no me arrepienta de todo lo que hice, que me odiaba y que merecía lo peor. Que me sentía como el peor de los hombres y que no la merecía pero que de igual manera no quería dejarla. Los años en lo que había estado alejada de mi, habían sido como si hubiera estado muerto en vida. Y que mi pecho no había dejado de latir por ella nunca. Mis ojos no paraban de botar pequeñas lagrimas silenciosas anhelando lo que tenia antes.

Todos a mi alrededor ignoraban mi dolor y solo se centraban en sus conversiones con poco sentido  para mi. Ni mis mejores amigos habían comprendido como me sentía y solo habían echo pequeñas preguntas vacías. Y es que me sentía completamente extraño, era como si todos supieran como era Lisa ahora y que yo era el único que la veía diferente.