DIECISIETE

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Isaac

Veo como Sara se quita la manta dejando a la vista que trae mi remera le queda muy bien en ese cuerpo pequeño alado del mío debe medir 1,67 o menos no lo sé nunca me detuve a pensar en eso pero hoy con esa remera deja mucho que pensar

Tiene unas curvas que no cualquiera tiene incluso ella, siempre veía mujeres plásticas o con curvas muy exageradas pero Sara es natural es todo lo que está bien

Veo como se vuelve a acercar se sienta en el sofá me siento enfrente de ella y me la quedo mirando sus ojos color azul es muy penetrante te mira como queriendo leerte o saber que estás pensando no separamos la miradas ella ya lo tomo como un reto

Su cabello blanco como la nieve debe ser por su abuelo hablara sacado mechones y lo está ocultando es blanca muy blanca no aguanto la curiosidad y le pregunto

–Por que eres muy blanca?

–Porque no tengo tiempo para salir y broncearme como tú—me responde ella

–Yo no salgo—le digo y se ríe—No tengo tiempo para esas cosas

–Y crees te voy a creer eso—me dice ella

–Creas o no es tu problema—le digo acostándome

Le escucho como bufa y le miro de reojo también se acuesta en el sofá nos quedamos en silencio no es incómodo no se de que hablarle no soy de hablar mucho pero solo con ella no se de que hablar es como si todo lo que le quiero decir se esfuma

–Hire más tarde junto Sebastián quieres acompañarme?—le pregunto pero no me responde

Me doy la vuelta para mirarla y veo que se a quedado dormida suspiro y me levanto voy asta donde está ella y la cargo le llevo hasta su cuarto le pongo en la cama y la tapo me quedo mirándola es presiosa quien diría que es una chica ruda con carácter fuerte viéndola así

Las apariencias engañan ahora le veo el sentido a esas palabras

Salgo del cuarto y voy al mío veo la hora son las 5:10 me entró a bañar y salgo para preparar el desayuno más bien es para ella ya que no voy a esta cuando se levanté tengo algunas cosas que atender

Le preparo todo y salgo veo a los empleados entrar y los saludo entro en mi auto y me dirijo en la empresa de mi papá la calle está muy tranquila no hay tanto tráfico, doy unas vueltas más y llegó a la empresa

Entro y le saludo a la secretaria subo en el ascensor y veo que entra Maikol al edificio detengo la puerta antes de que se cierre y espero a que Maikol se dirija para acá me ve y entra con Migo

–Hola Isaac cómo estás?—Me pregunta Poniéndose alado mío y sus hombres atrás

–Bien gracias por preguntar y tú?—le contesto

–Bien también, como está mi hija se está adaptando?—me vuelve a preguntar

–Esta bien de seguro sigue durmiendo y no sé si se está adaptando o solo está fingiendo—le digo crusandome de brazos

–Me alegra saber que está bien y espero que no esté fingiendo y se lo esté llevando con calma—me vuelve a contestar

El ascensor se detiene y salimos en el pasillo saludo a los guardias de MJ papá y entramos en su despacho el está con algunos papeles en la mano, nos ve entrar y baja los papeles

–Hola Maikol, hola hijo—nos saluda—por favor siéntense tenemos mucho de que hablar—nos acercamos y nos sentamos en las sillas que están enfrente de su escritorio

–Primero que nada como está Sara hijo?—me pregunta mi papá—espero que bien después de todo v aa ser tu esposa

Me molesta que tomen mi matrimonio como un contrato

–Esta bien y no se si ella esté de acuerdo en casarse con migo para unir sus empresas y sus mercaderías—le contesto de mala gana

–Para eso estás tú hijo para convencerla para que se case con Tigo—me dice sonriendo

–No olviden que es mi hija y si ella se quiere casar con Isaac se casará, no dejaré que se case sin amarlo—nos dice Maikol

–Lo se, lo sé por eso estoy diciendo que Isaac se encargará de eso—vuelve a repetir mi padre

Pongo los ojos en blanco y me levanto de la silla dispuesto a salir de ahí pero mi querido padre me vuelve a atajar

–Isaac que harás con Anna ella llegara en una semana–me pregunta y esa pregunta tiene doble sentido

–No lo sé ya veré qué hago con ella—le contesto

–Bien, vengan a las 8:00 en la casa de tu mamá tendremos una cena todos juntos, también trae a los chicos con tigo—me dice mi padre

No espero más y salgo de ahí

Un Enemigo En ComúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora