「Encantadora Princesa」

•|Al final un idiota sigue siendo un idiota|•

~• cap 52 •~

¿Quiero decir, qué es esto? ¿En serio, qué es esto?

"Te bajaré".

Pude pararme en el suelo. Luego, me alejé rápidamente de él.

"¡Ack!"

Pero el problema eran estos malditos tacones. ¡Estaba usando unos tacones extra altos para cuando practicara el baile con Claude!

Perdí el equilibrio pero kiel logró atraparme sin estar en pánico.

*Pio pio*

Escuché el canto de los pájaros. Sudé.

*Jadeo* ¡Es una suerte que fuera atrapada por sus brazos! ¡Como si fuera el protagonista masculino atrapando a la protagonista femenina por la cintura y con pétalos de flores rosadas! ¡Y brillando! ¡Probablemente estaría muerta para entonces!

¿Por qué creciste tanto?

Actué como si nada hubiera pasado y me sacudí los hombros. Luego, Isekiel se alejó de mí.

“¿Estás bien?”

“E-Estoy bien…”

*Jadeo* Mierda. Palabras formales salieron de mi boca por accidente.

¿No tiene dieciséis años? ¿Diecisiete? O, ¿alrededor de eso? Entonces, aún es mucho más joven que cuando morí en mi vida pasada. Y era un niño inocente que se sonrojó al encontrar al ángel. Pero, ¡parece tan extraño!

“Es obvio. Pero…”

“Has crecido en los últimos seis años”.

N-No. No como tú. ¿Por qué creciste tanto? ¡Casi no adiviné quién eras!

El kiel mayor me sonrió bajo la luz del sol.

“Pero, podría saberlo a primera vista”.

¡Crítico! ¡Es crítico!

Algo sonó en mi cabeza.

¡kiel Alfius era el protagonista masculino de la novela! ¡Ahh!

『 ¡Se ha utilizado la habilidad de atracción de kiel! ¡El efecto ha sido grande! 』

¡Esta clase de alarma de juego podía aparecer en esta situación!

Pero, lo que me preocupaba no era mi corazón que latía con fuerza, sino cómo debería salir de esta situación. No me habría sentido de esta forma si kiel tuviera diez años. ¿Simplemente qué debería decirle a este Isekiel mayor?

Moví mi mirada ligeramente para mirar lo que había encima de mí. Pero, solo era el cielo azul claro.

¡¿Eek, a dónde fue ese idiota pelinegro?! ¡Debe estar mirando en alguna parte y riéndose! ¡Qué quieres que haga!

Pero, no sé lo que pensaba de mi expresión, pero de repente se volvió sombrío.

“Pensé que esto podría pasar pero…”

Entonces los sentimientos que contenían estos ojos dorados me hicieron entrar en pánico.

“¿No me recuerdas?”

Decepción y dolor. Pero también con sus intentos de no demostrarlo. Esos tres se veían claramente en sus ojos dorados como una ola golpeándome.

Esa cara me ayudó a decidirme.

“No. Por supuesto que le recuerdo, sir…”

Todavía recuerdo cómo me dijo que esperara pero no lo hice.