NO TE DEJARÉ MORIR || Levi Ackerman x Tú ||

Capítulo 16

Estabamos fuera del castillo, Eren tenía la mano vendada por haberse mordido tanto e intentado transformarse en titán sin éxito.

-¿Estás bien, Eren? -pregunté a su lado.

-Sí... solo duele poco -dice mirando su mano.

-Tranquilo, pasará -dije colocando una mano en su cabeza y pasando por su lado para ir hacia Levi.

En el momento en que llegué hasta él, se siente y se escucha una explosión atrás nuestro y aparece una luz amarilla. Todos nos dimos la vuelta y vimos a Eren sobre el cuerpo del titán.

-¡¿Oye, Eren?! ¡¿Por qué te transformaste sin permiso?!

-¡Eren!

-¡Responde!

-¡Oigan! -llamé la atención de todos y los fulminé con la mirada, me acerqué a Eren.

-¡Oye _________! ¡Detente!

-¿Eren? ¿Qué sucedió? -pregunté suavemente para calmarlo ya que se veía realmente agobiado.

Él me mira y luego mira hacia la mano del titán, volteé a ver hacia allí y vi la cuchara en aquella mano. No hizo falta ser tan inteligente para darse cuenta. La había intentado agarrar, y como le había dolido, se transformó.

-Ya veo... -murmuré y sonreí leve-. Tranquilo, está bien.

Él parece calmarse de lo agitado y la presión que los otros le estaban causando con tantos ataques de preguntas y acusaciones.

-¿Huh? ¿Qué sucede? -preguntan los del escuadrón.

-Sucede que deben de dejar de ser gatos asustadizos y calmarse un poco -solté cruzándome de brazos-. Sé que soy relativamente nueva en éste escuadrón pero no en la legión, sé que, aunque sea difícil, ustedes deben de calmarse para no hacer algo precipitado y actuar como idiotas.

Ellos me miran y lentamente bajan sus espadas, algunos parecen comprender, otros solo estaban confundidos.

-¡Eren! -Hange llega muy emocionada y sonrojada mientras mira el cuerpo de titán de Eren.

Me alejé de allí y regresé al castillo dejando la situación en manos de Hange. Era agotador.

***

***

-_________, estarás con nosotros protegiendo a Eren -avisa Gunther mientras repasamos el plan con Eren.

-Bien -asentí estando de acuerdo y miré a Eren, él me ve un segundo, luego al frente.

Me levanté de mi lugar y fui hacia Levi que estaba con su caballo.

-¿Vas a decirme que me quede y busque una excusa para faltar? -mencioné mientras acariciaba el hocico de su caballo.

-Aunque te lo dijera, aún así irías.

-Me conoces, bien -sonreí-. No te preocupes por mí esta vez, he salido del muro ya varias veces.

-¿Eh?