〰️CAP. 20 "Abrasar"〰️

230 51 26
                                    

NOTA: (ABRASAR) QUEMAR O DESTRUIR UNA COSA, MEDIANTE FUEGO O CALOR INTENSO.

~~~~~~~

"Seré tuyo y tú serás mío morocho, hasta el fin de nuestros días..."

La maldita regalía de mis toques en constante llama ardiente de pasión entre sus brazos, requiere de toda mi impronta para no derretirme frente suyo y caer carbonizado ante mis expuestos pensamientos y sentimientos encontrados.

Y parece que morir entre sus labios a fuego lento y ovacionando por tener más de él a mi puto alcance, sin que me importe una mierda nada, debería ser seguro. Tan así, que asusta hasta a un Demonio de mi rango.

Porque esta maldita necesidad de poseer cada fibra de su ser mientras me incinera marcando con dientes y labios cada fragmento a su paso por la llamarada de mi piel, socava en lo profundo cada que expongo reticencia a su tacto y el acomete aún más profundo.

—M-más profundo m-morocho —jadeo entrecortado sobre su oído al sentirlo deslizarse de una suave y pulcra estocada en el abismo de mis glúteos.

La avasallante y genuina entrega de posesión que el magnánimo de mi Ángel acomete en este preciso momento, conmigo a cuestas y apoyado sobre la mesa, es digna de reconocimiento.

Mientras su tortuoso juego da comienzo haciéndome retozar ante cada temblor de mi sensible cuerpo y a la espera de su afán de profanar sin miramientos la profunda cavidad de mi deseo, su renegrida mirada me atraviesa cual volcán a punto de estallar tronando por partes cada hueso de mi cuerpo.

—Te deseo tanto, pero tanto bonito, que profundizar lento sobre la oscuridad de tu cuerpo es agónico en demasía —confiere mientras gotas de sobre esfuerzo contenido le recorren la perfilada mandíbula para hacerlo ver, nada más ni nada menos, que en una maldita deidad del sexo.

Y haciendo acopio de todas mis fuerzas, talvez con la poca cordura que guía mi cabeza, me inclino hacia adelante para barrer con mi lengua el salado limbo de su fluido mientras proclamo.

—No te reprimas Ángel mío, dame todo lo que tengas para dar, pero dámelo bien duro...

Su rostro palidece en cuestión de segundos. Y percibo como su cuerpo se entona a mi pedido y atrapando mis labios en un furioso roce sin cuidado, brama contra los mismos: —No quiero quejas luego, amor mío.

De un solo jalón me vira posicionando mi pecho contra el frío mueble, erizando y activando de manera repentina cada una de mis terminaciones nerviosas.

—Soy todo tuyo mi descarriada oveja —murmuro entre escalofríos provocando a mi destino, al inicio o al final del mismo. A esta altura da lo mismo, basta que sienta su toma y forjamiento en mi sublime entrega.

Su profunda y certera estocada arquea mi cuerpo que quema en primer instancia, ante la intromisión de su caliente falo sin ningún tipo de reparo. Y ¡Maldita sea! Si miento que no calienta sobremanera dejarme a su merced y ser forjado.

Su pecaminosa y caliente lengua detalla la curvatura de mi espalda mientras percibo el amase con potencia de mis nalgas y su dura virilidad, atravesar sin piedad cada centímetro de mi cuerpo hacia su profundidad.

Sostengo como puedo mi ofrendado cuerpo, apoyando mis brazos a los lados de mi enardecido rostro que boquea por airear con esmero mis pulmones que ante cada embestida arremetida, descarga furioso entre recónditas exhalaciones.

—Me calienta que te guste duro —murmura bajo y ronco entre babeo a mi torso, el hacedor de mis deseos... —Dime que te gusta... Pídeme que no te dé tregua y te juro por mi vida, que te parto al medio mi Demonio —dictamina mi Ángel Rojo entre sofocos a mí oído.

Y no puedo más que clamar por su no piedad y rezar un credo, que de religión tenga poco, implorando a todos los demonios que liberen su deseo y así sucumbir con nuestros febriles cuerpos amándonos entre jadeos.

〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️

Pierdo con cada embestida que le doy... Un fragmento de mi alma y compasión.

Consiente de que mis actos me llevarán a donde nunca debí morar, no puedo dejar de sucumbir ante la gloriosa entrega pasional y el profundo acto sumiso de su ofrenda a mi merced.

Esta piel que quema y arde entre nosotros, me subleva por sobre mi adoración. Y podría cambiar mi credo y religión por profanar siniestro cada dádiva en retazos de su cuerpo.

Doblegado y a mi don, lo observo ardoroso como menea su cuerpo acompasado en cada ruda embestida sin cuidado de mi ser sobre la mesa.

Los lamparones carmín que recorren a lo largo de su espalda y asentándose en la toma a su cadera, provocan en mi interior, una insana sensación de pertenencia y un deseo bestial de marcar a como de lugar; mi paso por la nívea dermis maltratada a conciencia y con fervor de ser así resuelta.

—Demonio sexi y poderoso a mi merced... ¿Qué se siente que tu Ángel te someta? —murmuro con una irreconocible voz retorcida, profunda y rasposa.

Me percibo sucio y demencial...

Pero aun así... Me calienta.

—S-se s-siente... la puta gloria — desembucha resuelto y entre ido conmigo endosado a sus bolas mientras furioso arremeto a masturbar privándole de llegar a menos que lo hagamos juntos.

—Eres un pequeño y retorcido diablillo... —le digo mientras embisto más profundo, sin liberar el dedo de su glande —. Pero eres, la inesperada cura —emito con la firme potencia de una nalgada denotando el glúteo del lado de mi mano suelta —A mi insana enfermedad.

Soltando su aprisionado miembro y jalando de su mentón, lo giró sin reducir mis bestiales embestidas, para fundir mi boca contra su caliente cavidad bucal que me recibe gustosa. 

Mientras alcanzo la cúspide de mi ardor en las profundidades de su cuerpo y él me regala entre sonoros jadeos, el caliente fluido de su ser contra la palma de mi mano.



































BUENO, BUENO, YO AVISE QUE ESTOS SE VENÍAN BRAVOS😈😏

DE HABLAR NI AHÍ, NO?🤭🤣

GRACIAS POR ESTAR🥰

LOS AMITO MUCHO❤

"Dāeva" (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora