DOS

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El día comenzaba a hacerse tedioso para todos dentro de la base militar, debido a la intensidad con la que pegaba el sol sobre sus cuerpos mientras su superior no dejaba de gritarles que lo hicieran más rápido o si no, las rutinas aumentarían.

Corrían de un lado a otro haciendo lo que se les ordenaba, hasta que escucharon un silbato que los hizo detenerse, sintiendo que el aire podía entrar a su boca de manera correcta.

- Dos minutos y contando para que descansen. - habló el capitán a los que los otros chicos solo se tiraron en el suelo para descansar un poco.

El superior caminó con uno de sus amigos que parecía estar entretenido hablando por teléfono.

- Hablando, en vez de trabajar. - soltó haciendo que se asustara. - ¿Qué está haciendo teniente? - se recargo en la pared de aquella oficina.

El chico colgó su llamada y miró a su superior quien era también, su mejor amigo.

- ¿irás a la fiesta de Jin? - dijo ignorando lo que anteriormente le había dicho.

- Si, aunque pienso regresar temprano. - hizo una mueca. - además, no me gustan los bares.

- Pero te encanta beber.

- en efecto, aunque tampoco soy alcohólico y no me gusta estar junto a muchas personas. - hizo una mueca de solo imaginarlo.

- ¿entonces a que vas?

- Jin quería que fuera y es lo que voy a hacer. - levantó los hombros con simplesa.

- Entonces te veo más tarde. - caminó hacia el pero una imagen llamó su atención. - Min, uno de los chicos está vomitando.

- es normal los primeros días. - miró la escena y asintió. - Tu también estabas así.

El chico solo rodó los ojos y camino hacia la salida despidiéndose con la mano.

Yoongi amaba lo que hacia, desde pequeño veía con admiración a los militares deseando algún día ser como ellos, y pasaron años donde tuvo que esforzarse para obtener el puesto que tenía en la actualidad, aunque el planeaba y deseaba aun llegar más lejos por lo que siempre intentaba ser alguien ejemplar ante los demás, alguien que imponía respeto y autoridad con tan solo verlo.

Ahora estaba felizmente comprometido con un chico que realmente amaba, amaba con su ser ya que había sido alguien que lo apoyo siempre que lo necesito, alguien quien estaba a su lado en todo momento.

Nunca pensó que existiría la persona perfecta hasta que lo conoció. Era un día normal en la secundaria cuando sus ojos se toparon con los de un lindo chico, siempre sonriente y risueño, no importaba si el día estaba nublado, el seguía desprendiendo luz ante los ojos de Min. Así que decidió comenzar a hablar con el.

Cayó profundamente enamorado cuando tuvo la oportunidad de conocerlo por primera vez, no había nadie más perfecto que ese lindo chico. Era inteligente, amable, amigable, deportista, alguien ejemplar en el instituto, todo mundo lo conocía por esa peculiar personalidad tan brillante.

Las dos personalidades totalmente distintas hacían que la relación funcionara de una manera única.

Cuando Min terminó el entrenamiento con los nuevos, caminó hacia el estacionamiento donde su amigo ya lo esperaba a un lado de su auto.

- ¿no venías en tu auto? - dijo al estar más cercas.

- Tenía planeado irme contigo, así que me vine en autobús. - le sonrió con inocencia y espero a que le quitara el seguro del auto para abrir la puerta.

Valiente [YOONNAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora