Crown [ SooKai, YeonGyu ]

Capítulo sesenta y dos: Un encuentro interesante

Hola. Gracias por la espera. (´ . .̫ . ')

Algunos seguro ya habrán leído el aviso donde explicaba el por qué no actualizaba y bueno. Si no, ya saben que se encuentra entre mis historias.

Hoy habrá dos capítulos largos.

Y bueno, pues... Perdón por no actualizar. No tengo mucho que decir.

Gracias por seguir leyendo.
Comenten.♡

Capítulo sesenta y dos: Un encuentro interesante

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CBG

—¿Estás seguro que es por aquí?

—Sí, pero aún faltan cinco cuadras.

—Pues debimos tomar un taxi. Mira, sé que no soy quién para decirlo, después de todo quiero ser periodista, pero caminar a estas horas por estos lares nunca termina bien. Y francamente, nos vemos como blancos fáciles.

—¿Blancos fáciles para qué?

—¡La delincuencia, amigo! Si veo un par de niños bonitos y uno de ellos tiene pinta de poder cobrar un buen dinero por su devolución, no me lo pensaría dos veces... si fuera un criminal, claro.

Ese chico era tan cómico. BeomGyu soltó una pequeña risa, mirando hacia arriba. Irónicamente, era una linda noche. En otros momentos, BeomGyu estaría feliz de pasar el rato con SungHo y mirar las estrellas.

—Nada va a pasar. No puedo creer que le sigas teniendo miedo a cosas como esas cuando has visto "monstruos".

—Um, pues sí, pero noona siempre me dijo que hay que tenerle más miedo a los humanos. Y tiene razón.

BeomGyu murmuró algo para darle la razón. Mirando a su alrededor, la falta de luz no le permitía ver bien lo que se encontraba a su alrededor, por lo que muchos peligros podrían ocultarse en la oscuridad sin que él lo note. Sin embargo, cuando pensaba en los posibles "monstruos" que podrían estar esperando el momento para atacar, no pensaba en algo salido de una película paranormal, sino en una persona, un humano. Así que sí, aquella noona le enseñó bien.

—Tengo frío —habló el chico otra vez.

SungHo le hacía ponerse en el lugar de terceros cuando él mismo no cerraba la boca, aunque a BeomGyu le parecía gracioso.

BeomGyu bajó el cierre de su suéter y se lo quitó para posteriormente extenderlo hacia el chico. Al no sentir que éste lo tomara, llevó su vista a él, quien tenía una expresión de desconcierto.

—¿Qué haces? —parpadeó.

—Sólo tómalo.

—¿No tienes frío?

—No.

Choi ni siquiera estaba consciente de que hiciera frío. Aunque tampoco tendría por qué, estaban en pleno Agosto.