Capítulo cincuenta y tres: Revuelo

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Los sucesos de este capítulo se ubican en la mitad del anterior, es decir, antes que Hyuka despertara.


Capítulo cincuenta y tres:
Revuelo.

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CBG

Esta vez estaba consciente que se trataba de un sueño, y en el mismo, podía sentirse dentro de un cuerpo que no obedecía a sus órdenes, actuaba conforme a lo que pasaba a su alrededor. Irónico, no era tan diferente a la realidad.
Una sensación fría en su piel se sintió tan real que lo hizo temblar. Estaba en un pasillo largo y transparente, pero más allá de él todo era oscuro. Caminó por él pero un sonido de algo golpeando insistentemente lo detuvo, era más bien como el mismo sonido repitiéndose una y otra vez, pasando desde atrás a adelante de donde él se encontraba. Ni siquiera podía distinguirlo, pero no tuvo mucho tiempo para pensarlo, pues a su alrededor unos movimientos extraños comenzaron a hacerse presente con otro sonido satisfactorio, pero que en vez de hacerlo sentir bien sólo lo intimidó. Los movimientos eran visibles por unas luces que parpadean y creaban ondas extrañas en una sola dirección. Y frente a él se encontraba una puerta, una demasiado pequeña, en forma de cuadrado y totalmente blanca. En el momento en que apareció, las luces a su alrededor cesaron.

Estaba acostumbrado a que sus sueños estuvieran ubicados en un mismo escenario siempre, uno en el que no pasaba demasiado. Pero en cuanto el BeomGyu de su sueño logró abrir la puerta blanca, empujando el cuadrado más pequeño cual juego infantil, imágenes que parecían aleatorias y perturbadoras pasaron tan rápidamente por sus ojos que terminaron por marearlo y en el momento en que el BeomGyu del sueño se empujó hacia atrás, cayendo, despertó.

Sus ojos se abrieron sin más complicaciones, ni siquiera estaba agitado, pero un fuerte dolor de cabeza le recordó que lo más probable es que su cuerpo no tuviera la energía ni siquiera para participar de manera activa por su pesadilla. Se levantó con pesadez, su cuerpo adolorido y cansado, sus hombros tensos, su rostro seguramente hinchado y lleno de lágrimas secas. Al mirar su celular notó que no había dormido ni una hora pero no tenía ganas de quejarse. Se levantó para cambiarse, sintiendo su pecho frío y garganta adolorida, lo más probable es que cogería un resfriado luego de pasar horas en la tina.

Se miró al espejo, pero no pudo ver lo mismo de siempre. Porque esta vez las ojeras, su cabello enmarañado y esa extraña apariencia en sus propios ojos le parecían algo aterradores. Parecía que aquella persona que tenía en frente no era él.

Pero sigues siendo bonito, se dijo mentalmente. Aunque roto tanto por dentro como por fuera, seguía siendo Choi BeomGyu, el chico que siempre había sido, el niño que iba todos los días a la escuela y saludaba a todos con una sonrisa, el que solía recibir regalos sin razón y daba las gracias mirando hacia abajo.

Era el mismo BeomGyu, el que lo tenía todo, menos lo que más quería.

Su madre había llegado esa mañana, justo cuando él estaba recién acostándose y tuvo que fingir que dormía mientras su madre se acercaba a darle un beso en la frente. Fue difícil no llorar.

Ella estaba durmiendo cuando él entró a su habitación para despedirse ya que iba a la escuela, demasiado cansada como para notar que su hijo se acercó a devolverle el beso que ella le dió.

Crown [ SooKai, YeonGyu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora