Barreras [J-hope]

8.

Ya han pasado dos años exactamente desde que ella se fue, lastimosamente no pudimos comunicarnos más, las lineas no funcionaban en el extranjero, la diferencia horaria era enorme y ella al parecer no tenía teléfono, recordé que su familia no podía darse los lujos de comprarse uno.

—Hobi ¿Qué quieres tú?— preguntó Taehyung, el cual se encontraba en la caja pidiendo los cafés de cada uno.

—Un capuchino, por favor, ah y con un poco de cacao— alcé la voz para que me escuchara desde la mesa. Los demás estaban hablando entre sí, teníamos ya un par de años juntos y seguíamos como siempre de unidos, habladores, siempre teniamos de qué hablar aunque pasaramos todo el tiempo juntos, pero... Algo ha cambiado y eso es la madurez en el trabajo y a la hora de hacer elecciones en nuestra vida cotidiana. Seguíamos siendo infantiles, era obvio ¿Pero qué es la vida sin un poco de diversión?

En estos dos años hemos crecido como personas y artistas, la fama ha tocado nuestra puerta y nuestros seguidores y seguidoras aumentan como la espuma. No éramos los niños de antes que soñaban con ser famosos internacionalmente ¡Ahora lo somos! Pero detrás de eso sabíamos que cada uno de nosotros se esforzaba al máximo, sacaba todo su potencial para que eso fuera posible. Sin duda alguna estaba orgullosos de ellos, de mi, de nosotros como grupo.

—O-oh J-Hope ¿Pasa algo?— preguntó JungKook moviendo su mano frente a mis ojos.—estas pensativo.

—Oh, no es nada Kook.

Al momento llegó Tae con dos cafés en mano a la mesa —seré el maravilloso Taehyung, pero no soy un pulpo— sentenció con la mirada para que los demás entendieran que debían ayudarlo.

—¿Hoseok? Por fin te encontré— una voz suave y femenina me habló a mis espaldas, volteé rápidamente a ver de donde provenía y vi a aquella persona de arriba hacia abajo.

—Oh, eres tú —le resté importancia al saber quién era, nada más y nada menos que Hyorin, una chica que estaba de trainee en la empresa y la cual, no sé porqué motivo, tenía un ligero apego-acoso hacia mi.

—¿Cómo que tú? Oye, eres malo, tan feliz estoy de verte y tú solo me miras así.— cruzó los brazos en un intento de "puchero tierno", no me rendía ante ella tan fácil. Tengo que admitir que es bastante atractiva, tiene talento y no es tan hueca como muchas aquí.

Hasta Jimin estaba tras ella pero aparentemente sólo tenía ojos para mi... Podría fácilmente enamorarme de ella pero algo no me lo permitía ¿Aún seguía esperando un encuentro inesperado con _____? Han pasado ya dos años y los chicos me presionaban aveces con eso de "encontrar un nuevo amor" pero no lo veía necesario, mi amor era la musica y el baile y podía seguir así por mucho tiempo.

—Estaré en primera fila en tu presentación ¿No es genial? Puedes tirarme besos desde el escenario— comentó guiñándome un ojo.

La presentación era mañana y como casi siempre en la misma ciudad, aquí en Seúl. Era de vacaciones, la época perfecta para que los fans de otras partes pudieran viajar para vernos y escucharnos, y porqué no, darle un poco mas de turismo a Seúl.

Pasamos una mañana agradable y decidimos ir temprano a casa para descansar y recargarnos al 100% para el día siguiente. Me acosté en mi cama arropandome por completo.

—¿Todo listo chicos?—Preguntó la coordinadora más que todo a los del staff que nos arreglaban los últimos detalles y todos asintieron pero aún sin dejar de quitar alguna pelusa de nuestra ropa como los maniáticos que eran.—¿Y ustedes?— esta vez se refirió a nosotros.

—¡Listo mi capitán!— todos dijimos al unísono.

—Que esta sea una de las otras tantas perfectas presentaciones ¡Fighting!—agregó ella.