3.

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Hacía frío y el sonido de la lluvia contra la ventana era lo único que se escuchaba. Me quité las sábanas con un poco de disgusto debido a que no quería dejar mi lugar por el calor que me proporcionaba.

Vistiéndome con algún suéter manga larga me abrí paso hacia la cocina y preparar mi propio desayuno, la mayoría de los chicos estaban aún durmiendo. Me senté para disgustar de mi comida mañanera  algo más cómodo, agarré una tostada con mermelada de fresa dándole un buen mordisco, apenas esto, saco el teléfono colocándolo sobre la mesa y debatir si mandarle un mensaje o no.

—Esto es de locos —Dije para mi mismo sabiendo que nadie podría escucharme.—Tendré que traducirlo y después enviarlo ¿Estas loco Hoseok?

Tomé el teléfono con la diestra y en menos de un minuto le mandé un mensaje.

"Hola soy yo, J-Hope, estaba aburrido y pensé... ¿Quieres salir conmigo hoy?"

Esperé varios minutos que parecieron siglos.

"Hola, claro... Yo ¿Nos podemos ver en el mismo puente?"

", por cierto... ¿Cuál era tu nombre?"

"Me llamo ______, pero en coreano es más fácil pronunciar Mei."

"Oh, no te preocupes, es un nombre muy lindo... Entonces ¿A las 2:00p.m?

"Sí, está bien"

Y allí no concluyó nuestros mensajes, comenzamos a escribirnos muy seguido, tanto que pensé que se le acabarían los mensajes antes de vernos. Ella... Simplemente tomó confianza en mi como si fuera un amigo más y en pocas horas ya había hablado de la mitad de mi vida por mensajes. Los chicos me veían de una manera extraña, burlándose de mi y queriendo ver quién era la persona culpable de hacerme reír frente a la pantalla del teléfono.

Las horas pasaron volando y casi eran las dos, faltaba poco y traté de cubrirme lo mejor posible debido al frío, abrí la puerta y salí al mundo exterior para min ecuentro

Y allí estaba ella, en el mismo puente dónde nos conocimos la pasada noche, no sé como pude reconocerla, se veía totalmente diferente que en aquella oscuridad, obvio está, pero la luz del sol brillaba en sus ojos, ojos que no pude evitar contemplar ya que eran de un color ámbar, como un perfecto caramelo.

Esta vez no traía el gorro de la nochebde ayer dejando ver ahora su cabello, corto por el cuello pero castaño claro. No importa lo que los demás pensaran, ella tenía su propio encanto.

Me paré frente a ella agitando mi mano y ella hizo lo mismo con una sonrisa en sus labios.

Decían que los ídolos no se enamoraban de cualquiera sin fama, pero también soy una persona y esta chica no es cualquiera.

Y así la conocí, nos fuimos acercando como personas, a tenernos un poco más de confianza... Nuestras conversaciones se basaban en mensajes y traducciones por teléfono, algo tonto pero así era. Me sentí cómodo con ella, algo que me había costado sentir con otras mujeres; aunque había un gran problema... El idioma. Pero había algo más, algo que no me dejaba tranquilo y pasaba algunas noches sin poder dormir y ese era el hecho de no saber porqué estaba aquí en Corea ¿Y si estaba de vacaciones y en algún momento debía partir? Si esa era la cruel realidad no podía dejarla ir, no iba a alejarme de una hermosa chica que talvez, sólo talvez, sienta algo más que amistad por ella.

Así es, el famoso J-Hope, rapero de un famoso grupo, adorado por miles de fans y con miles de discos vendidos había caído en el profundo agujero del amor... Ella no lo sabía, ni tenía la más mínima idea.

Necesitaba despejar esa duda de mis desordenados pensamientos pero también tenía miedo que mis peores pesadillas se hicieran realidad, alejando a la chica kilómetros de mi por la cual sentía mil emociones.

—J-Hope, debes armarte de valor— me dije a mi mismo con las manos echa puños. Debía alentarme a mi mismo, debía decirle antes de que desapareciera de mi vida por alguna razón, quiero saber por qué no sabe coreano estando acá, quiero saber qué hace, dónde vive, de dónde viene ¿Estaré tan perdidamente enamorado?

Barreras [J-hope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora