Amor Intangible: Un terremoto llamado Amelia

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La luz de la luna baña cada rincón de la habitación, en la cama sobresalen las exuberantes curvas de dos hermosas damas abrazadas, sensuales, tiernas. Las cobijas empapadas de sudor son testigos de la pasión de precedió este momento y mientras los dorados cabellos de una de las ninfas cubren los delicados senos desnudos de su compañera vemos en la ventana un hombre desnudo sentado mirando fijamente el horizonte, sobre su cuello una cadena con el nombre "Maribel" y en su mano una foto de una muy hermosa dama de ojos azules y un sedoso cabello negro, de pronto una lágrima cae sobre la fotografía.

 Las cobijas empapadas de sudor son testigos de la pasión de precedió este momento y mientras los dorados cabellos de una de las ninfas cubren los delicados senos desnudos de su compañera vemos en la ventana un hombre desnudo sentado mirando fijam...

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Sasha repite en una voz tenue "aún no sales de mi cabeza, no importa cuantas veces entregué mi cuerpo a la pasión, así pasen mil alientos sobre mi piel, el aroma de tu presencia no se borra de mi corazón, erosionando parte de mi vida, un día me perdí en el azul de tus ojos y cuando desperté ya habían pasado diez mil años"

Sin importar el frío de la noche Rusa Sasha permaneció en el crepúsculo junto a la luna, ya las bellas amantes no importaban más, el momento de pasión y lujuria una vez más no fueron capaces de llenar el vacío y la soledad de su alma, así una vez más Sasha se va, abandona el departamento con rumbo al trolebús, pero esta particular mañana la ruta ha cambiado pues este lobo solitario ha decidió regresar a casa. Así se despide del imponente río Volga, a sus espaldas con una despedida heroica se levanta la espada de Родина-мать зовёт! Sobre la cima de Mamáyev Kurgán, así Volgogrado dice adiós a Sasha, retorna a su natal Ecuador, al país al que juró no regresar buscando olvidar a aquella dama de los ojos azules, buscando borrar de su alma las letras marcadas como cicatrices palpitantes de su nombre...

 Así se despide del imponente río Volga, a sus espaldas con una despedida heroica se levanta la espada de Родина-мать зовёт! Sobre la cima de Mamáyev Kurgán, así Volgogrado dice adiós a Sasha, retorna a su natal Ecuador, al país al que juró no reg...

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Sasha es un hombre perdido entre nostalgias, frustraciones y miedo, la soledad siempre ha sido lo único que ha tenido en su vida, cualquier logro laboral o académico le resultan insuficientes e irrelevantes.

El turbulento viaje está por terminar, mientras el avión se agita violentamente, a la derecha imponente se levanta los perpetuos hielos del volcán Cayambe, granizo lluvia y niebla, son la más apropiada bienvenida que una ciudad tan hostil como lo es Quito, cuya inclemencia y apatía solo puede ser superada por la forma seca y fría de sus propios habitantes.

Memorias del cuervo sin alasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora