Memorias del cuervo sin alas

Amor Intangible: Cartas a Amelia

Primer mes sin ti

Hoy está por cumplirse un mes desde que te fuiste llena de desprecio y odio hacia mí, hay tantas cosas que decirte, trato de acostumbrarme a una vida sin ti, pero es muy difícil, anhelo con todo mi corazón evitar ese 28 de junio el día en que te perdí para siempre, te extraño tanto, créeme lo duro que ha sido para mí el tratar de no comunicarme contigo, trato de no saber nada de ti, aunque las cosas que haces siempre llegan a mí sin yo buscarlo.

Traté de alejarme de tu familia, pero Doña Laura siempre me pide que no las deje igual tus hermanas especialmente Daniela, no hablamos nada de ti, eres como un tema prohibido, hablamos de todo un poco, cocinamos, reímos bastante, la otra vez hicimos una fogata y asamos malvaviscos con la Daniela y tu hermano Carlos, otro día salí con tu madre a acompañarla a la alcaldía antes de regresarme a Quito, otro día salimos a tomarnos un helado un día que tu madre estaba muy muy triste por bueno cosas tuyas, hemos tomado la costumbre de jugar scrabble por las noches, Daniela siempre me gana y le debo mil helados ya.

A ratos siento odio por ti, sé que no son mi familia, pero ver llorar a tu madre y sentir su dolor me entristece mucho, igual Daniela siempre la vi fuerte de carácter y verla destrozada por las cosas que dices y haces, no entiendo ese enojo contra todos y a pesar que doña Laura y Daniela siempre me dicen que te olvide y rehaga mi vida, una parte mía sigue sin creerlo y te espera.

Te extraño mujer...

Sentimiento encontrados

Hola Amelia, hoy no me siento bien, es uno de esos días en los que siento mucho dolor y odio hacia ti y al mismo tiempo sé que no tuviste la culpa, me da mucho enojo porque prometiste cuidarme y no hacerme daño, tú me llevaste al cielo y en lo más alto, arrancaste mis alas y me lanzaste al vacío, sé que no fue tu deseo hacerme daño, solo pasó y no supiste lidiar con tantas cosas en tu cabeza y terminé yo siendo el sacrificio que requirieron, bueno no solo yo, fueron tantas cosas.

Al mismo tiempo siento muchas tristeza, pues jamás pensé que nuestra linda historia terminará tan mal, me duele tanto que me sacaras de tu vida por la puerta de atrás, con mi nombre sucio como si fuera lo peor de tu vida, ¿Por qué nos pasó esto? No sé si algún día leas estas cartas, no sé si te importe saber que fue de mi vida, al final siempre estuve solo y eso nunca cambió y tú me odias tanto, para ti solo soy el horrible hombre que te alejó de Dios, que destruyó tu vida, ESO NUNCA CAMBIARÁ ante tus ojos yo siempre seré el villano, por más que desee conversar de nuevo contigo nunca aclararemos nada, tú nunca tendrías el valor igual de verme o tu orgullo jamás te dejaría... me fui de este mundo sin volverte a ver amada Amelia.

¿Por qué fui castigado así? Porque tuve la mala suerte de perderte... nunca lo sabré, pero sobre todo siento tanto dolor que a pesar de todo te sigo amando Amelia...

Retomando la cotidianidad

Hola Amelia, bueno que puedo contarte, siento que soy muy estúpido haciendo un diario que nunca vas a leer, te extraño tanto, fueron 4 años y después de tantos años al fin fui tu pareja mi amor imposible que sigue siendo imposible, hoy me siento nostálgico por Quito, no pensé que extrañaba tanto esta ciudad, salí por los sectores que solía frecuentar pasé por los bares donde bebía, las cafeterías donde solía tener citas, el café Valdez de la Foch, vaya no me di cuenta pero he vivido tanto tiempo en Quito que ya soy parte de esta ciudad, sin embargo, renuncié a todo por vivir juntos pues por amor daría mi vida por ti.

Hoy me tomé un café, como siempre pedí una mesa para uno, siempre fue así mi vida, siempre he estado solo, las sombras, la soledad, siempre fui el chico de mirada triste, sabes después de sufrir tanto pensé que Dios me premió con la mujer prefecta, tú.