Capitulo 1

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Akira Hayashi

1 de Enero, 1921. Chicago.

09:00 am.

Me pongo de pie para estirar mis piernas, mis tacones resuenan en el calabozo en donde estoy encerrada hace 8 horas. Me quito los guantes molesta por lo que esta sucediendo, no tengo nada que ver en esta situación.

Me siento en la asquerosa cama y rechina cuando lo hago. Si mi querido Masahiro me viera ahora, con moretones en mi piel, mi labio cortado y sangre seca en mi nariz, este inmundo edificio estaría vuelto en llamas.

La ansiedad de estar aquí y no saber nada me tiene al borde de la locura. Hasta que escucho que alguien viene por el pasillo, me voy hacía a la cama, donde cruzo mis piernas y juego con mis guantes. La reja se abre, dando paso al detective Brandon Parks.

Un hombre demasiado apuesto, superando los 1,80, barba de unos días y su cabello castaño peinado hacía atrás. El traje más el abrigo café oscuro, le dan ese toque de intimidante y un atractivo alarmante. Aprieto mis piernas al sentir calor en mi, sus ojos negros me recuerdan a ella.

— ¿Cómo te encuentras, Akira? —Me habla de tú y su voz grave masculina, hace que apriete mis manos en el sucio colchón. — ¿Seguirás sin hablar?

Niego apretando mis labios y me da una sonrisa de costado, provocando un cosquilleo en mi.

—De seguro querrás darte una ducha, ¿Cierto?

Asiento, y él extiende su mano dando unos pasos a mi. Sé como son los hombres como el Detective, creyendo que unas palabras bonitas y un trato especial me harán querer abrir la boca. Tomo su mano y noto como sus ojos negros viajan a esta, detallando una marca que él no sabe que significado tiene.

Salgo primera del calabozo y camino adelante siendo seguida por el hombre. Me indica en donde doblar, y llegamos a los baños femeninos donde me espera la mujer que me golpeo, tiene un vestido de anciana color salmón y zapatos marrones anticuados.

No digo nada, me mantengo en silencio y me adentro con ella. No tengo pudor al desvestirme frente a la pelinegra que mira a la pared cuando mi vestido bordo cae al suelo. Dejando mis pechos medianos a la vista y mi entrepierna cubierta con mi braga negra.

— ¿Me bañaré con agua fría? —Le pregunto en un perfecto ingles y la mujer frunce sus labios a un costado.

—El agua viene tibia —contesta sin verme— te dará hipotermia si te bañas con el agua común.

Toco el agua que sale de la ducha, no tengo temor a bañarme con agua fría, he pasado ya por eso a los ocho años, mi cuerpo se acostumbro al frío.

Aunque disfruto de la calidez, enjuago mi cabello echando de menos el largo de el, los moretones pareciera que toman más color al lavar mi cuerpo, pero sé que son temporarios.

— ¿Fu Chin? —Me interroga la mujer y la miro sobre mi hombro deteniendo el paso del jabón por mi brazo. —Eres miembro de los Fu Chin.

Habla con el pánico y miedo en su tono de voz, sonrió al ver su reacción de horror.

—Es un Nukibori —le informo— un dragón ascendente, solo el líder de la Yazuka lo lleva en su piel.

Evie: Un show PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora