Sonrisa [Portgas D. Ace]

IV. Sonrisa

Capítulo 4
Esconderse de Luffy

Ivana estaba encerrada en un cubículo jadeando como enferma mientras sus mejillas estaban totalmente rojas y la baba caía por la comisura de sus labios, ¡Oh dios! ¡Ser divino todo poderoso que se encontraba en el cielo! ¡Justo cuando se estaba rindiendo de vivir tuvo una visión de su hermosa sonrisa favorita y ahora estaba totalmente excitada dibujando compulsivamente en la croquera bocetos rápidos.

Ugh... bien, estaba un poco loca y era algo excéntrica, ¡Pero podría decirse que es la más normal aquí! Demonios, esos chicos estaban locos ¿Cómo Luffy consiguió meterse en la cocina y robarse el refrigerador? ¿Por qué demonios la cocinera estaba sosteniendo un machete mientras apuntaba al de sombrero de paja? ¿Fueron alucinaciones suyas el ver a la enfermera atando a una mesa a un joven el cual parecía tener una pisca de fiebre?

Cuando tocaron el timbre de entrada, ella se limpió la baba y se metió el lápiz y la goma en su bolcillo mientras cerraba su croquera, solo para golpearse el rostro contra la puerta recordando que la tenía con pestillo, bien, entonces aprovecharía de ocupar el baño.

Al llegar a la clase, se dio cuenta que el profesor aun no había llegado y suspiró aliviada, solo para sentarse en su puesto y seguir terminando el boceto lo más detallado para luego traspasarlo a un óleo, ¡Casi pudo deslumbrar los ojos esta vez! ¡Vio una pizca negra entre toda esa luminosidad! ¡Estaba segura que esa pequeña perlita negra era uno de sus ojos! Solo vio la pupila, pero no pudo deslumbrar como eran sus ojos, el contorno, el número de sus pestañas o sus cejas, ¡Ni siquiera pudo ver su cabello! Oh ser celestial, eso es tan cruel de su parte.

Al momento en que el profesor entró ella rápidamente cambió el cuaderno de dibujo por el de materia y empezó a copiar lo que escribía el profesor a la vez que tomaba apuntes de lo que decía, ¡No podía permitirse perder la beca! El solo hecho de estar en esa desastrosa escuela y graduarse le iba a dar altos beneficios y contactos a futuro, entonces mordiendo un pañuelo y soltando lágrimas por dentro Ivanna solo podía copiar, escuchar y entender lo que decía el profesor.

Oh recreo, solo necesita uno para seguir con el dibujo de su Soulmate.

La hora le pasó interminablemente lenta y luego apenas el profesor dejó de hablar ella sacó su cuaderno de dibujo y empezó a dibujar nuevamente como aficionada y mirando sonrojada su dibujo, solo para ocultar su libreta cuando vio como Luffy emocionado se acercaba junto con su grupito.

Horrorizada buscó con la mirada a Law para resistir, aunque sea unos minutos de tranquilidad, pero el no estaba en ningún lado ¡Ese maldito traidor! ¡Se escapó y la dejó sola con los monstruos del desorden! ¡Ese trio monstruoso! Lloraba lágrimas de sangre.

Nami rio levemente mirando a la pobra chica nueva escapar con su cuaderno en sus manos mientras Luffy la perseguía que a su vez era perseguido por Sanji por molestar a la dama y Zoro perseguía a Sanji por empujarlo y casi tirarlo por la ventana, ¡Qué divertida era esa chica! En especial su rostro horrorizado mientras sostenía fuertemente su croquera contra su pecho.

Ivana miró a todos lados y logró esconderse de Luffy encerrándose en un casillero, solo para ver como él corría delante de ella a toda velocidad perseguido por los otros dos. Un suspiro de alivio escapó de sus labios hasta que sintió algo removerse detrás de ella.

—¿Hay alguien...?

—H-hum... lo siento —murmuró alguien detrás de ella.

—Oh, ¿Te encerraron en el casillero?

—Uh... sí... —habló la persona detrás de ella.

—Ya veo —asintió la chica—. Entonces yo me metí y dejé que el espacio fuera muy reducido.

—Si...

—Oh, tranquilo —habló despreocupadamente la chica—. Sacrifiqué un lápiz para que no se cerrara del todo, no estamos encerrados aquí.

—Que alivio —habló la persona suspirando aliviada.

Ivanna movió la puerta del casillero de cuerpo completo y se agachó para recoger al noble soldado sacrificado y miró adentro del casillero encontrándose con un esponjoso cabello rosado cortado en forma de tazón, luego unos gruesos lentes de montura azul y un chico más bajito que ella.