Cap 3

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Akil una vez tubo la flauta la dejó en el centro del suelo y agarró un martillo para destrozar aquel instrumento que tanto daño había hecho, que al romperse provocó una pequeña explosión, algo así como si juntas diez petardos y los explotas a la vez.

Una vez destruida Dairey no tenía de que preocuparse, nadie volvería a hacerle daño.

La semana transcurrió con bastante tranquilidad, todos vivían como siempre lo habían hecho, pero el albino no paraba de mirar a el chico de ojos rojos mientras se comía su plato de macarrones y apartaba un mecho de su pelo negro y puntas rojizas para ponerlo detrás de su oreja, había algo raro en él pero no daba con que.

Desde que el lunes le mencionó que podía usarlo cuando quisiera no había aceptado y su látigo seguía con el mismo porcentaje ya que lo había comprobado hace un rato.

Al terminar de comer Dairey fue el primero en irse y su soledad volvió al notar que su rey no quería estar con él, que solitario se sentía.

Akil se fue directo a su cuarto y se tumbo en su cama poniendo sus manos detras de la cabeza y se puso a pensar: ¿Acaso Dairey se negaba a estar con él? Su respuesta fue casi inmediata cuando tocarón a la puerta y por su sorpresa era Dairey.

El mismo cerró la puerta y tiró a el albino a la cama quedando él encima.

-Dai?

-lo siento, lo siento mucho, he intentado soportalo pero no puedo.

El chico de mechas se encontraba agarrando la camiseta del más alto mientras la voz le temblaba.

Dairey ya se podía ver en su forma salvaje y mirando a su acompañante a los ojos susurró:

-he intentado tocarme todo el rato porque no quería que te sintirias usado pero mis manos no són suficientes Akil, perdoname pero necesito sexo.

tenía un ojo tapado por su pelo perfectamente liso (pareciera que se acaba de bañar incluso su tinte esta más claro) penso akil.

pero aun teniendola tapada su mirada rojida brillaba como si estubiera a punto de llorar y su cara sonrojada pidiendo que le hiciera suyo, parecía un sueño.

El de ojos negros con una mano en la cintura del más bajo y la otra en su cabeza le abrazo con ternura, se sentía afortunado por poder tener a su rei entre sus brazos.

-Tú que siempre follabas dos veces al día, te has aguantado toda una semana, solo po mí?

Dairey como pudo asintió y lamió el cuello de el más alto.

-Eso es una fuerte fuerza de voluntad, que...

-Porfavor, cierra la jodida boca, deja de hablar y dame unas putas envestidas, follame como a una perra.

Akil se dió cuenta de que ya no podía seguir hablando con él, le quitó la camiseta y la tiró al suelo.

Por fin pudo ver esas lindas espirales que recorrian todo su cuerpo y acariciar su cola acabada en corazón y sonrió por poder tocar lo que solo pudo hacer en sueños.

Le tumbó y terminó de desnudarlo mientras le lamía el cuello, quería disfrutarlo lo más que pudiese, agarró un bribador y comenzó a introducirlo en su ano, Le ubiera gustado poder sentirlo apretado pero Dairey estaba más abierto que las puertas del cielo, pero al mismo tiempo era virgen ya que solo habían entrado en el sus chocolates.

Se sentía tan feliz de poder estar así con su rey, de que al fin pudiera besarle, pero cuando lo intentó Dai empujó la cebeza del más alto hacía su cuello y susurró de forma provocativa:

-Anda lindo, porque no me lo metes de una puñetera vez y me partes en dos si?

Akil borró su sonrisa al instante, su felicidad había hecho que olvidase con quien estaba tratando.

(Akil, de verdad pensabas que un demonio del sexo como lo es Dairey se fijaría en ti o incluso te besaría ? Solo le importa que te lo folles y lo sabías desde un principio, eres idiota)

Una realidad aplastante que había conseguido evitar durante solo unos pocos minutos.

Dairey ni siquiera le miraba, solo le importaba el placer que Akil le ocasionaba, por mucho que él quisiera ser amado por Dai nunca pasaría, solo vino por necesidad, no por amor.

El mismo lo dijo "intente aguantar para no usarte" pero en cierto modo también era su culpa, e dijo a Dai que no le importaba que lo usara como un intento deseperado de acercarse a la persona que amaba.

El tiempo pasaba y Akil se limitó simplemente a poner al máximo dos vivradores y quedarse al margen, al parecer a Dairey no le importaba lo más minimo asique se quedo en una esquina esperando a que el más bajo se cansara.

Por supuesto que estaba excitado, tener al lado a la persona que amas gimiendo como puta le encantaría a cualquiera.

-Pero esto no era lo que tenía planeado

Lo había dicho en voz alta sin darse cuenta y aun así no se había inmutado.

A la hora aproximadamente Dairey se terminó durmiendo de lo cansado que estaba, ¿las veces que terminó en las sabanas? ni idea, no quería contarlas, pero iba a necesitar unas sabanas nuevas eso estaba claro.

Akil se lebantó, le cargó para tumbarlo en el sillón que estaba en la esquina de la habitación y le puso una manta por encima, no quería que tubiera frío.

-Que descanses mi rey

Al completar esa frase besó su frente y se fué de la habitación con un suspiro, necesitaba un wiskey.

Nunca se había sentido tan pequeño, sus ojos negros nunca habían llorado por nada ni nadie.

-¿Cuantas veces te he avisado que Dairey te haría llorar? ¿CUANTAS? pero nunca me haces caso.

-Lika cierra la boca, no tengo ganas de escucharte.

-Solo intento ayudarte, joder, no quiero que el siga haciendonos daño, lo mejor es que te olvides de él y te des cuenta de que nos estorba.

La voz de lika empezaba a hacer que los colmillos de Akil comenzarán a salir

-Calma Akil, Calma, no es el momento de perder el control y hacer el numerito del vampiro ahora, eres mejor que esto.

-TSK¡ Como quieras

Dijo Lika antes de irse a lo más profundo de la mente de Akil.



mala influencia (+18) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora