Cap 7

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Ya pasó bastante desde el inicio de la pelea entre Akil y Dairey

Ellos se evitaban

Ellos no se hablaban

Ellos ni siquiera se miraban

El albino consiguió relajarse mínimamente, todavía se sentía mal, todavía sentía que no podía decirle una palabra a el contrario, pero aún así en lo más profundo de su alma se sentía preocupado por él.

Si sería un imbécil y todo lo que quisieran decirle pero se preocupaba por la persona que amaba y eso le hacía odiarse.

No te hace caso, siéntate en la barra

Te preocupas por alguien al que no le importas, llénate el vaso

Sigues amando a alguien que solo te usó, bebé un trago entre lágrimas

Y undete, undete, undete

Seguía bebiendo su wiski, seguía undido, seguía llorando y por mucho que no estuviera con ganas Lika seguía hablando.

-Maldita sea, miranos, damos asco porque mierda no puedes dejarle a un lado, pasa de su cara, somos mejor que esto Akil, somos mejor que esto.

-No puedo dejarlo de lado Lika, ya te has dado cuenta.

El albino pasó una mano por su pelo agotado, mientras tomaba otro trago para seguir  retomando su charla.

-Sabes que todavía me gusta, por mucho que lo ignore físicamente soy incapaz de ignorarlo sentimentalmente.

-No puedes hacerlo porque ese idiota sigue en la casa, si gastará de una maldita vez su poder y se muriera todo sería más fácil, así po..

Akil a estas alturas ya no prestaba atención a nada de lo que decía su contraparte, se levantó de la barra de golpe tirando su vaso dejando la mirada clavada en el suelo, no había pensado en eso.

-Akil deja de romper vasos, a este paso nos quedaremos sin vajilla.

Al ver que no le contestó intento volver a llamarlo

-Akil?

Su voz y sus piernas comenzaron a temblar casi no podía mantenerse en pie.

-Si yo no estoy Dai tiene que usar su poder, si su poder se gasta, se acabó, no más Dai, perderé a mi rey para siempre.

Él ya estaba en el suelo, con una mano en la boca evitando el llanto

-NI SIQUIERA PUEDO RECORDAR CUANTOS MESES LE QUEDAN

Entre los nervios y el alcohol no podía pensar.

Estaba comenzado a entrar en pánico.

-Yo puedo decírtelo

Nora siempre aparecía en los mejores momentos o tal vez en los peores si se consideraba el estado en el que estaba Akil, al parecer siempre aparecía cuando más undido estabas para aprovechar tus peores momentos y burlarse de tí.

El albino giro su cabeza con brusquedad y miró a la chica apoyada en la puerta

Su orgullo le impedía formular la frase que tanto quería saber, pero al final termino cediendo a sí mismo y le preguntó con los ojos llorosos.

-Cuantos meses le quedan al reinicio ?

Ella contestó enseguida y sin rodeos

-dos

Akil se mordió el labio y con un hilo de voz formuló la siguiente pregunta

-Cuanto porcentaje?

Nora sonrió de forma malévola

-Porque no lo miras tú mismo? Está en su cuarto, menudo depresión te dará verlo.

El albino ante esas palabras volvió a entrar en pánico y salió corriendo de forma apresurada dirección a el cuarto del demonio.

Abrió la puerta bruscamente dando un portazo, exaltado busco con la mirada a Dairey hasta encontrarlo en un estado lamentable.

Se notaba más delgado, estaba más pálido de lo normal, sus ojos carecían de ese rojo brillante tan característico suyo y se encontraban mirando a la nada mientras fumaba.

Se podían apreciar tres cajetillas vacías en el suelo, parecía que había estado sin moverse de esa posición por un largo tiempo.

Cuando le oyó entrar Dairey débilmente le dirigió la mirada.

El albino sintió que su mundo de venía abajo al ver su látigo cinco porciento.

El más alto se acercó a paso lento al contrario al estar a su lado se agachó para estar a su altura, intentó acariciar su mejilla, pero Dai se apartó moviéndose ligeramente a la derecha.

-Dai...

El de pelo negro apagó el cigarrillo en la pared y abrazó sus rodillas para ocultar su cara.

-ya lo has visto, cinco porciento, lo sé lamentable, no hace falta que intentes negarte o algo por el estilo, no voy a pedirte que hagas nada y te debo una disculpa, no debería haber aceptado tener sexo contigo en primer lugar.

Se notaba que le costaba hablar, todo era tan repentino, pero se sentía en la obligación de decírselo

Aunque le temblara la voz

Aunque ahora se encontrara llorando

Ya había sufrido suficiente por su culpa

-Mi miedo a morir me hizo pensar solamente en mí y te hice daño, no me merezco siquiera que estés aquí, preocupándote por mí, soy una absoluta mierda.

Dairey levanto la vista para mirar fijamente a el albino

-Akil, solo he podido pensar en todo el daño que he causado y me he dado cuenta de que no te merezco, hice llorar a la única persona que me importaba.

Con su mano temblorosa y sin apenas fuerzas acaricio el pelo del albino con una ternura que jamás había demostrado.

Akil puso su mano encima de la del más bajo mientras le miraba con tristeza.

Toda la rabia, la furia, la sensación de que era patético, absolutamente todos los sentimientos de la pelea habían desaparecido, verlo tan indefenso, sin fuerzas, lleno de rastros de haberse dormido entre lágrimas y sus ojos sin vida, simplemente decidió que no podía odiarlo, no podía evitarlo, no podía

-Dai, voy a quedarme a tu lado está bien ?

El nombrado no sabía qué hacer, desde lo más profundo de su ser, quería que se quedará, le echaba de menos y si se volvía a quedar solo tenía todas las de perder, su mente le decía "acepta o muere" lo mismo que le dijo meses atrás y ocasionó tanto desastre

Recordó la pelea, recordó sus palabras, recordó todo el daño causado y ahora

El albino estaba enfrente de él, con una expresión calmada, no quería, no podía, Akil no podía seguir rompiendose por su culpa

-Mi rey en que tanto piensas?

Estaba acariciando su mejilla con delicadeza, como si estuviera a punto de romperse, aunque técnicamente no le quedaba mucho para romperse por completo y por si fuera poco le había llamado por el mote.

El chico de pelo azabache agarro al más alto por los hombros y con la poca fuerza que tenía le empujó

-Vete

Su voz temblaba y al darse cuenta de mordió el labio

-No qui-quiero hacerte más da-daño

Akil no sabía cómo reaccionar, su rey le estaba apartando, a Lika le pareció la mejor opción pero él no pensaba lo mismo

-Dai pero...

-No lo hagas más difícil, si sigues insistiendo no podré negarme

-pues no te niegues, dependes de mí, me necesitas o morirás Dai, me necesitas

Akil estaba desesperado


mala influencia (+18) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora