A Favorite Place. [Emiliaco/Joamilio.]

29. 🔞

En una azotea.

- Emilio tiene 25 años, Joaquín 24.
- Emilio mide más que Joaquín (normalmente siempre lo escribo así, pero igual se los digo).
- Omegaverse.
- Emilio: Té de canela.
- Joaquín: Café.

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28: "Alpha y Omega."

- Bobo, no puedes cargarme. -Se burló el omega, tratando de huir de los brazos de su ahora marido. No es que no quisiera, por supuesto que sí. Pero no quería terminar con su preciosa cara contra el suelo.

- ¿Estás tratando de retarme, omega? -Oh sí, ese tono de voz.. Se estremeció y se giró para verlo con una sonrisa ladina. Estaban fuera del hotel, cerca de la puerta. Se recargó en un pilar del lugar, esperando a ser atrapado.

- Muéstrame de lo que eres capaz, alpha. -Tal vez estaba adentrándose a la boca del lobo, el aroma a café se notaba sutilmente, un delicioso aroma si me preguntaban.

- Oh gatito, claro que lo haré. -Sonrió ansioso, cerró sus ojos y en cuanto los abrió su alpha ya estaba frente a él. Rodeó su cuello con ambos brazos, soltando un pequeño suspiro. La traviesa mano de su novio estaba estrujando uno de sus glúteos. Agradecía que fuera tarde, después de la fiesta que habían hecho para celebrar su matrimonio habían decidido ir a su luna de miel. En realidad deberían estar descansando para el viaje que tendrían por la mañana, pero no podían desperdiciar el momento.

Se acercó para besar sus labios con desesperación, ambos deseaban al otro. Las manos de su esposo pasaron de su trasero, a su cintura. Dio un apretón suave que logró robarle un gemido.

- No creo que sea el lugar para esto. -Susurró al separarse de los labios del más pálido. Éste mismo soltó una risa suave y lo atrajo a su pecho.

- Vamos por las maletas.

- Mejor, yo voy a recepción. Sacas las maletas y que nos ayuden. -El alpha asintió dejando un beso en la frente de su pequeño. Dio una caricia a su mejilla antes de apartarse e ir al auto en busca de sus maletas.

Estaba emocionado por ver la habitación, ya quería entrar y poder sentir a su alpha por completo.. Respiró hondo, deseaba ir donde su alpha y tener sexo, no importaba si era frente a todo el hotel.

- Disculpe, ¿Le ayudo? -Me sobresalte al escuchar una voz suave y por lo que parecía, alegre. Me gire topándome con un precioso chico. Su piel era canela y sus ojos de un tono azul brillante. Su sonrisa era radiante y su aroma a lirios mostraba su felicidad.

- Sí, gracias. -Pase una de las maletas con cuidado, cerré el auto y comencé a caminar tranquilo.

- ¿Estará mucho tiempo? Déjeme decirle que hay una preciosa piscina. Uy y la comida.. -Siguió hablando mientras nos íbamos acercando al Hotel. Yo escuchaba atento, parecía contento de contarme acerca del lugar y yo necesitaba saber más, así que no había problema alguno.

- ¿Dónde está el restaurante? -Pregunté curioso, él parecía una persona alegre y parlanchina (sobre todo esta última). Y no me molestaba, de hecho eso me hacía sentir tranquilo. Por su aroma pude notar que también era un omega. Entramos al hotel y pude ver a mi marido en la recepción, hablando tranquilo con la mujer que lo atendía. Se giró un momento y me lanzó un beso, reí leve.

- En el segundo piso, de hecho ven. -Corrió con la maleta (cosa que me pareció tierna, parecía un niño lleno de energía) donde la recepcionista, pidió algo y la mujer sonrió amablemente. Me acerqué colocándome justo a un lado de mi chico, quien se inclinó dejando un beso en mi mejilla.- Toma, con eso no se van a perder. -Me entregó lo que al parecer era un mapa con la estructura del hotel.