Super Card System [One Piece] [001-200]

| 199 | Gran crisis

En este silencio, Akainu, conocido como Sakazuki, colocó un grueso puro en su boca. Después de dar dos bocanadas, finalmente comenzó a hablar: “Este grupo de piratas Dragon Hunter debe ser exterminado. La majestad de los marines no se puede provocar".

Sengoku lo miró y preguntó: "Incluso si eso despertaría la vigilancia de los cuatro emperadores, ¿estaría bien para ti?"

Sakazuki asintió con la cabeza y dijo: “Almirante de la flota, Sengoku, por favor, perdóneme por ser grosero, pero ser demasiado cauteloso haría difícil lograr cualquier cosa. ¿Alguna vez has pensado en ello? Siempre estamos preocupados por iniciar un conflicto con los Cuatro Emperadores, pero ¿los Yonko están igualmente preocupados por provocar a nuestra majestad?Somos los marines, representamos la justicia, manteniendo el orden y la seguridad de todos los mares. ¿No es nuestro deber acabar con estos piratas cabrones?

Al escuchar esto, los oficiales de todos los niveles que participaron en la reunión no pudieron evitar asentir levemente.

Los comentarios de Sakazuki fueron acertados, y hubo muchas personas que estuvieron de acuerdo con su discurso e ideas. Por el contrario, a Sengoku, el Almirante de la Flota, no le gustaba mucho su plan porque a Sengoku le gusta planificar con cuidado y luego actuar, por lo que se vería abrumado y le daría a la gente a su alrededor un sentimiento de debilidad.

Sin embargo, en este momento, Sakazuki continuó: "¡No solo este grupo de piratas cazadores de dragones, sino también los esclavos escapados, deben ser capturados!"

"¿¡Eh!? ¿¡Qué quieres decir!?" Garp se sintió repentinamente insatisfecho con esto y preguntó: "Sakazuki, ¿estás planeando convertirte en un sirviente de los Dragones Celestiales?"

"¡Realmente no!" Sakazuki negó con la cabeza y dijo: “Es un acuerdo entre ellos y el gobierno mundial para enviar a los almirantes para proteger el asunto de los Dragones Celestiales. ¡Solo estamos obedeciendo las órdenes del Gobierno Mundial, no los Dragones Celestiales! Pero los esclavos que han sido liberados ahora pueden considerarse cómplices del líder de los Cazadores de Dragones. Debemos acabar con este fenómeno y castigar severamente a estas personas. De lo contrario, habrá un sinfín de incidentes de fuga de esclavos en el futuro, ¡y nuestro departamento estará agotado!"

"Pero..." Aokiji, que mantenía los ojos cerrados y se recostaba, estaba mucho mejor ahora, así que también asistió a esta reunión. Al escuchar esto, finalmente abrió la boca y frunció el ceño: “Esos esclavos son solo gente pobre e inocente, ¿has olvidado lo que pasó con los piratas del Sol? Para traer de vuelta a esos esclavos, ¿cuántos soldados perdió nuestro departamento? En cuanto a la cuestión de devolver esclavos a los Dragones Celestiales, por lo general simplemente hacemos la vista gorda. No hay ninguna razón por la que debamos recuperarlos después de que escaparon, ¿verdad?"

"¡Eh! ¿Olvidaste cuántos de esos esclavos eran originalmente piratas?" Sakazuki no mostró ninguna debilidad y refutó la idea de Aokiji: “¡Ellos eran originalmente piratas despiadados, es un desastre dejarlos huir así! Es la justicia de los marines la que se verá perjudicada al final".

“Así es… hay piratas entre ellos, ¡pero la mayoría de ellos eran personas inocentes! ¿¡No sientes que está mal generalizarlos todos!?" Aokiji lo fulminó con la mirada y dijo en voz alta.

Aunque no estaban peleando, están discutiendo en voz alta. Otros oficiales de la marina solo podían mirar y no se atrevían a interrumpirlos ni discutir con ellos. Aokiji y Akainu tienen principios diferentes. Esto no era noticia dentro de los marines. Tales disputas han sido presenciadas muchas veces.

Sengoku miró a los dos con dolor de cabeza, solo quería detenerlos, pero en ese momento, un Den Den Mushi frente a él sonó de repente.

Al escuchar el sonido del timbre, Aokiji y Akainu dejaron de hablar. Sabían que durante la Conferencia Naval, definitivamente debía ser el gobierno mundial el que llamaba...