𝐓𝐡𝐢𝐧𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐁𝐨𝐮𝐭 𝐘𝐨𝐮

"Twins"

Omnisciente

Uno de los hombres de Thomas lanzó a la ojiazul sin cuidado alguno a una de las celdas del lugar. Su cuerpo golpeó fuertemente contra la pared y cayó el piso.

—Оставайтесь там...— (quédate ahí) el hombre gruñó y Verse lo miró molesta, mientras se levantaba poco a poco.

El hombre azotó la puerta, encerrándola.

Verse logró sentarse mientras colocaba rápidamente su mano sobre su costilla, esta le dolía, era un dolor casi insoportable. Recargo su espalda contra la espalda al igual que su cabeza, inclinándola hacia atrás. El lugar estaba completamente oscuro y solo una luz entraba gracias a unas rejas que se encontraban en el techo. Tal como una jaula para un animal.

Frunció el ceño fuertemente, al sentir como todo su cuerpo comenzaba a dolerle de nuevo.

—Joder...— susurró molesta. —Te voy a matar, Thomas...— jadeó para si misma.

Cerró sus ojos un momento, aún su cabeza se encontraba recargada en la pared. Deseaba que todo esto haya sido solo una pesadilla, como las que tenía de niña. Lograba tener sueños casi insoportables para una niña de tan temprana edad, su mente estaba tan dañada.
Deseo por un momento abrir los ojos y encontrarse con Sam y Bucky, sanos y a salvo. O abrir los ojos y encontrarse con el, tomados de la mano caminando por las frías calles de Nueva York de noche. Abrió sus ojos y miró fijamente a la pared frente a ella, dándose cuenta que todo ésto era completamente real.

—T-Te llamas V-Verse... ¿No?— una débil voz llamó su atención y la nombrada se exaltó.

Buscó con la mirada a tal persona entre la oscuridad, no veía nada. Hasta que dos chicos, casi de rasgos idénticos, salieron a la luz. Ambos se sentaron frente a ella. Los hermanos Ivanov.

—Ustedes...— Verse susurró incrédula.

—S-Soy Tiana y e-el es mi hermano, Alek...— la chica respondió con timidez.

Verse se enderezó y asintió lentamente.

—¿Qué hacen aquí...?— Verse preguntó y sus ojos viajaron a sus brazos. Ambos chicos tenían moretones y rasguños. Sintió un peso sobre ella.

—¿E-El les hizo ésto?— señaló con la mirada sus heridas.

Ambos se miraron entre si y asintieron. Verse tragó duro. Una pregunta rondaba por su cabeza, pero no sabía si era prudente hacerla.

—¿Cómo llegaron aquí?— preguntó pausadamente.

Alek miró a su hermana con timidez, esperando a que ella respondiera. Tiana asintió lentamente y se acercó medianamente a la castaña.

—Un día Alek y yo salimos de casa, a-a divertirnos...— comenzó. Cada palabra le dolía. —Cuando volvimos, nuestros... Nuestros padres estaban muertos, a-alguien los había matado.— bajó la mirada.

—Creímos que ya no seríamos nada en ese lugar, sentimos que éramos...—

—Inútiles.— Alek completó. —Por alguna razón, Thomas pudo encontrarnos...—

Tiana asintió lentamente.

—Pensamos que haríamos algo bien por primera vez, pero nos engañó y ahora... Nos tiene aquí.— la chica sonrió triste.