𝐓𝐡𝐢𝐧𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐁𝐨𝐮𝐭 𝐘𝐨𝐮

"The Bar"

Capítulo 34

Verse

—Nick ya tiene algo en mente.—María habló mientras nos guiaba a su oficina.

—¿Y dónde está?— fruncí el ceño.

—Subestimó a Thomas.— suspiró. —Tiene contactos, ya lo conoces.—

Asentí sin entender mucho.

—Pero, necesitamos de tu ayuda. ¿Conoces algún lugar que el frecuente?—

—Mm no que yo recuerde...— mordí mi labio y comencé a divagar.

Había un lugar.

Solo sé que el iba mucho ya que no solía acompañarlo. Solo una vez.

Se supone que una niña de diez años acompañaría a sus padres de compras o por un heldo, ¿no? Pues esta niña no. Esa vez que lo acompañe, fue a un bar en una zona no muy segura de la ciudad.

Mi madre y yo lo acompañamos esa vez. Realmente no recuerdo muy bien el lugar ya que solo era una niña, pero si recuerdo a que fuimos.

—No quiero que hablen si no se los pido.— Thomas le ordenó a su esposa y a su pequeña hija entre dientes.

El auto se encontraba estacionado afuera de un bar al que solo frecuenta gente con cierto... poder.
La pequeña niña no entendía absolutamente nada, pero tenía que estar ahi, órdenes de su padre.

Salieron del auto y la pequeña sintió el frío abrazarla. Su madre se percató de eso, y la atrajo hacia ella mientras caminaban a la puerta del lugar.

Por fin entraron a dicho lugar e instantáneamente el olor a alcohol ya tabaco les pegó en el rostro. La niña inconscientemente hizo una mueca de disgusto.
El lugar estaba repleto de hombres adinerados tomando algún trago mientras negociaban.

Encontraron su respectiva mesa que al igual que las demás, estaba repleta de hombres.

La niña trató de no poner mucha atención a la plática que su padre tenía con los demas hombres. Con sus ojos mieles comenzo a pasear la mirada por cada rincón de este.

Pero un fuerte golpe hizo que la pequeña se sobresaltara.

—Ese no era el acuerdo, Rickman.— dijo firmemente mientras tenia su mano sobre la mesa. La mirada fría del hombre se centro en la niña y esta lo veía asustada.

La madre de la niña se puso en frente de ella, para protegerla.

—Llévatela de aquí.— Thomas le susurró a su esposa.

Asintió algo desconcertada y tomo la mano de su hija, para llevarla a la barra de tragos.

La niña se subio con un poco de dificultad a una de las sillas que había ahi, esperando a qué su madre hablara.

—¿Gustan algo?— un joven apuesto se acercó a ellas y les sonrió de lado mientras limpiaba el interior de un vaso.