Capítulo V

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Ya habiendo pasado un rato juntos, transcurrieron las horas y ya había acabado la jornada escolar. Zenitsu seguía sintiéndose frustrado por lo que le había ocurrido, mas trató de ignorarlo ya, sólo perdería el tiempo así.

El rubio se había despedido de Inosuke cuando salieron de la escuela, y pronto salió corriendo hacia los dos hermanos Kamado, quienes le esperaban con una radiante sonrisa, como siempre.

ㅡ ¡Hola de nuevo, Tanjiroooo! ¡Y Nezuko, por supuesto! ¡Tan linda como siempre! ㅡ Ya Nezuko estaba acostumbrada a que el chico más alto le halagara así, pero no le molestaba aquello, lo consideraba muy bonito de su parte.

ㅡ Es tiempo, Zenitsu, ¡vayamos! ㅡ Exclamó Tanjiro, y la chica asintió en acuerdo a su hermano mayor.

Los tres caminaron juntos, hablando de cómo les habían ido en las clases, además de la desafortunada situación de las tareas del pelirrubio. Los hermanos siguieron intentando consolarlo, pero esta vez, ya que Nezuko estaba ahí presente, Tanjiro estaba empatizando con Zenitsu de una manera más normal, guardando las apariencias.
En un momento, la chica de pelo oscuro le susurró algo a Tanjiro, una cosa que el tercer joven no había logrado escuchar, salvo un "¡Ah!" mencionado por el de cabellos burdeos.

ㅡ ¡Sí, es verdad, se me había olvidado! ㅡ Tanjiro se había dirigido hacia su rubio favorito, con la sonrisa más animada (si es que aquello era posible). ㅡ Mi madre y mis hermanos quieren salir a un parque de diversiones el sábado, y yo me preguntaba si... querías ir con nosotros, Zenitsu.

Aquello fue demasiado sorpresivo para el mayor, y quizás le hubiera parecido muy buena idea, de no ser porque... Quería estudiar mucho más, para poner a prueba su capacidad de desvelarse. Podía llegar a ese extremo, al fin y al cabo, es un japonés.
Llevando una sonrisa un poco triste, negó con la cabeza.

ㅡ Agradezco que me hayan tomado en cuenta para una salida, chicos... Pero paso. Quiero mantenerme estudiando durante el fin de semana, me siento un poco mal todavía, por lo que ha pasado... ㅡ Terminó bajando un poco la cabeza, ya no estaba con esa sonrisa un tanto forzada. Nezuko y su hermano lo miraron con un toque de tristeza.

Tanjiro lo sentía, podía percibir perfectamente lo triste y decepcionado que Zenitsu estaba. Tenía tantas ganas de poder hacer algo al respecto, incluso si pudiese, obligaría de alguna manera al profesor a que le aceptara su tarea... Sólo para ver al chico contento.

Sin embargo, tiene ciertos motivos por los cuales no lo haría, y no podría llegar tan lejos, aunque lo haya pensado bastante. Sus pensamientos podían ser demasiado oscuros, pero si quería guardar las apariencias... debía mantener el control.
Eso sí, una idea se le había venido a la cabeza al pelirrojo, segundos después de la respuesta del contrario. Volvió a sonreír.

ㅡ ¿Y si te quedas en mi casa a estudiar, Zenitsu?

Tanto Nezuko, como Zenitsu terminaron reaccionando de una manera muy sorpresiva... La hermana menor, porque no esperaba que Tanjiro cancelara acompañarles a la salida, y el otro, porque no supuso que Tanjiro se ofreciera a ayudarle a estudiar. ¡Incluso él era menor, ¿cómo le ayudaría con eso?! ¿En serio Tanjiro podría tenerle tanta paciencia?

Ah... estos pensamientos le abrumaban la mente al joven de ojos castaños, en verdad no podía comprender cómo Tanjiro le podía ayudar tanto. Lo considera como un gran amigo, además de a Inosuke, claro.

ㅡ ¿¡QUÉEEE!? ¡Pero Tanjiro, se supone que debes pasar el tiempo con tus hermanitos! ㅡ Afirmó Zenitsu, agitado por la sorpresa.

ㅡ ¡Hermano, estabas muy seguro de que irías con nosotros! ㅡ La chica de cabello oscuro ya estaba haciendo un puchero, no imaginaba que su querido hermano cambiaría de opinión, es algo muy extraño.

ㅡ Lo sé, lo sé, pero es que... he visto a Zenitsu demasiado triste, y si él no puede ir con nosotros para distraerse, ¡entonces me gustaría intentar hacerle compañía, Nezuko! Es nuestro amigo al fin y al cabo, y no quiero abandonarlo. ㅡ Sus palabras suenan bastante sinceras, y es... en parte cierto, pero en realidad, sólo quiere aprovechar el momento para estar con quien le robó el corazón.

Nezuko y Zenitsu se miraron, confundidos... Pero al final, al rubio no le parecía nada mal eso, menos si era Tanjiro quien le haría compañía. Así que la hermana del chico sólo tuvo que resignarse y ser la "hermanita mayor" ese día que salgan.
En fin, caminaron, como siempre, primero a la casa de los Kamado. Hablaron unos largos minutos más, y el chico de cabellos burdeo no se podía sentir más satisfecho, iba a poder juntarse con el muchacho de ojos miel, algo que necesitaba escribir urgentemente.

Cuando llegaron y Zenitsu tenía que despedirse, los hermanos le dieron el adiós, y Tanjiro hizo el hábito que casi siempre tenía: Tomarle una foto al joven, sin aburrirse siquiera por si la foto salía igual al día anterior o al anterior del anterior. Eso le daba igual, él quería tener sus fotos en todo momento.

Esperaría a que pasara este día para que pudiesen estar juntos el sábado.

Tanjiro entró a su casa, saludando a su madre y siendo recibido con abrazos por sus hermanos más pequeños. Se quedó unos minutos hablando y jugueteando con ellos, pero pronto se dirigió en camino hacia su habitación.

Esa parte de la casa era su zona de confort, ya que, si bien cualquiera a simple vista ve que no hay nada extraño, él tiene muchos recuerdos guardados. ¿De qué? Principalmente de Zenitsu, aunque también estaba incluida su familia ahí... Pero las cosas del rubio eran muy extrañas. Podían ser mechones de cabello que se arrancaba por el estrés, podía ser un cuaderno usado, alguna bufanda que este le haya prestado... En fin, es su colección de cosas muy extrañas.

De todos modos, él sabe perfectamente que esto no podría presumirlo como él quisiese, pues así, fácilmente todos sabrían lo loco que está por Zenitsu. Por eso mismo, aquellas cosas las conserva en un cofre de color amarillo, adornado con tiernos dibujos que Tanjiro ha hecho, dibujos que no harían sospechar qué es lo que contendría aquella caja.

El chico de la cicatriz miró nuevamente su teléfono, observando atentamente la foto que le había tomado al chico. De alguna manera, quisiera poder variar el contenido, mostrando a un muchacho más sonriente, más emocionado, con sus ojos castaños brillantes...
Incluso, sería bonito tener una foto de Zenitsu estando ruborizado. Tanjiro sentía escalofríos de sólo imaginar cómo el rubio se ruborizaría con algo que este le hiciera... aunque lamentablemente, tiene claro de que es sólo una fantasía suya.

El día de ambos fue relativamente normal, y mientras Tanjiro hacía sus deberes, Zenitsu intentó distraer su mente preparando dulces, para poder engullírselos y consolarse a sí mismo. Es un muy mal hábito, pero como realmente no tiene a alguna persona que lo controle en su casa, no puede hacer mucho...

Sólo de repente, se acordó de Tanjiro, y que iba a terminar estudiando con él. Ya quería que las horas pasaran rápido para tener a alguien a su lado.


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¡Hola! Creo que es la primera nota que hago de este fanfic, y quería simplemente ¡agradecer por todos los votos y comentarios que me han hecho! Me alegra mucho que les guste y lo estén apoyando. ♡

Estoy intentando no hacer a un yandere como tal, sino a uno que tiene consciencia de las consecuencias que ocurrirían si llegara a un extremo.

Por lo que, lo más probable, es que Tanjiro no llegue a matar a nadie, y tampoco quiero que sea predecible lo que haga, así que no hablaré más.

Esta notita es más que nada de agradecimiento por leerme y ser pacientes en este fanfic. ¡Los quiero, hasta el próximo capítulo, que quizás sea más emocionante! ☆

Celos ocultos - TanZenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora