Celos ocultos - TanZen

Capítulo VI

Finalmente había llegado el sábado, y Tanjiro despertó increíblemente temprano, a causa de los rayos brillantes del sol que impactaban directamente hacia su cara. Cuando abrió los ojos y vio el calendario que tenía a su lado, recordó el día que era: ¡Pasaría este día con Zenitsu! La sensación de su corazón palpitando con fuerza era algo asombroso, casi sentía escalofríos recorrer su espalda debido a la emoción y ansias de verle pronto.

Tomó su desayuno de manera muy alegre, incluso sus hermanos se daban cuenta de esta actitud. Cada vez era más curioso para Nezuko, que su hermano tuviera episodios tan alegres de vez en cuando... Pero aun así, ella no quiere ser nada entrometida en la vida de su querido hermano mayor, por lo que ignoraría cualquier pensamiento, y sentiría felicidad por ver así a Tanjiro.

El de cabellos rojizos observaba la hora del reloj colgado en la pared. Todavía era demasiado temprano, claramente Zenitsu no vendría a esta hora... Sin embargo, esto sólo incrementaba las ansias de verle, ya que iba a verlo... ¡Iba a ver a su rubio favorito! Además, para no ahuyentarlo, debía tener muchísimo autocontrol, él sabe que debía ir poco a poco para lograr que Zenitsu pueda interesarse en él.

Cuando terminó el desayuno, estuvo preparándose para el baño, y se posó enfrente de un espejo para observarse. ¿Este era el Tanjiro que todos veían? Un Tanjiro con apariencia alegre, inocente, inteligente, buen hermano... Y fuerte, claro, eso suelen decírselo mucho.
Sin embargo, aunque él sea muy modesto y no crea que esos halagos le vienen bien a él, le hace sentir muy contento esto, se siente... aceptado por los demás. No obstante, estos halagos sólo provocarían un efecto enorme si vinieran de los labios de Zenitsu. Él llegaba a imaginarse lo que este le podría decir.

"Tanjiro, eres tan bueno, ¡me ayudas tanto! Yo soy débil, pero tú eres muy fuerte, así que debes protegerme de todo. ¡Eres uno de mis mejores amigos!"

Amigo.

Amigo.

Amigo.

¿Será posible que algún día deje de verle así? Tanjiro ni siquiera sabía si Zenitsu siente alguna atracción hacia los hombres, sólo ha visto que trata muy bien a Nezuko... ¿Le gustará Nezuko? Él no quiere llegar a pensar mal de su hermana, su querida hermana... Pero, ¿sólo con ser dulce, ella ya puede tener el corazón de Zenitsu?
Tanjiro frunció el ceño, mirando hacia su reflejo.

ㅡ"¿Es porque no soy delicado? ¿Soy tan fuerte que él sólo me ve como un amigo que lo protegería?" ㅡ Miles de pensamientos le empezaban a nublar la cabeza, cosas que él no podía comprender... Quería dejar de pensar, porque no quería compararse con su hermana.

ㅡ"Pero Nezuko es muy hermosa, callada, delicada con todo y todos... Desearía que Zenitsu no estuviera tan enamorado de ella." ㅡ Le ocasionaba celos, esos celos que no le dejaban en paz, celos que siempre sentía cuando veía a Zenitsu sonriendo junto a alguna otra persona.

Incluso ha sentido eso con el mejor amigo de Zenitsu, el que se llama Inosuke. Ese chico siempre está cerca del rubio, y le es muy complicado ignorar esa molestia que siente cuando el mayor es tan feliz con otros...

Tanjiro se dio cuenta de que ya había perdido mucho tiempo con sus pensamientos, así que pronto se fue a tomar el baño, esperando poder despejarse de esa voz interna que provoca que se sienta así. Luego de tomarse su tiempo, regresó a su habitación para vestirse, y volvió a mirar la hora: Ya era mediodía, ¿quizás Zenitsu vendría más o menos a esta hora...?

Se quedó esperando impaciente, y de paso, fue a despedirse de su familia, ya que esta se estaba preparando para salir. Nezuko seguía con una ligera expresión de tristeza porque Tanjiro no los iba a acompañar, pero si se trataba de ayudar a Zenitsu con sus estudios... ella no se lo impediría.
Luego de un rato, como la familia se había ido, el chico de la cicatriz siguió caminando por las salas, sintiendo sus manos temblar por la emoción de que su amado pudiese llegar, y sintió que se volvería loco, hasta que...