Los Orochi

Tic Toc

Un deje de preocupación entro en su mente, sus ojos nunca han fallado, nadie ni nada puede esconderse de él y menos estando tan cerca , en un instante entiende que solo ella puede hacer ese truco pero el niño no ha mostrado ni si quiera su habilidad de lucha...

- Excelente hermanita, ahora me toca a mi - Exclama el niño aferrándose muy fuerte a las armas , luego de un suspiro corre con toda su velocidad dispuesto atacar.
Dejando de lado la búsqueda de la niña el ser casi divino decide defenderse.

Solo extiende su mano derecha lentamente, da una bofetada al viento esto causa un inmensa onda expansiva , es lo suficientemente fuerte para destruir toda la habitación y al mismo tiempo tan débil como para solo dejarlos inconcientes.

- Creo que hemos acabado , los enviaré a casa , con medicinas y comida - Analiza mientras su manos vuelven a la posición de monge.

- Tic toc - Gritan ambos niños, sus cuerpos no están y tampoco su esencia de vida.

Uno silencio incómodo azota la destrozada habitación, el joven cae de rodillas ambos muslos tienen una daga clavada.
Detrás de él la pequeña coloca la vieja arma en su cabeza con su mano temblorosa, a su lado esta su hermano con una leve mirada de miedo.

- Danos todo el dinero que tengas y no trates de hacer algún movimiento estupido - Exclama el chico tomando el revolver de las manos de su hermana. A diferencia de ella sus manos no tiemblan , son firmes está dispuesto hacer cualquier cosa por su familia.

- Llevanos donde esta el dinero, muévete - Ordena Zei presionando más el arma.

- De acuerdo, me pondré en pie - Responde el joven mientras saca las armas de sus piernas, ambos niños se asustan al notar que no sale sangre de su cuerpo en su lugar sale algo parecido a vapor de un color grisáceo con unos toques de dorado.

Rei retrocede seguida de Zei , un leve desliz de su pie hace que detone el arma por accidente , el estruendo se combina con un grito de la niña , el miedo de ambos crece más. El arma se cae de sus manos y un escalofrío recorre todo su ser , nunca antes han sentido un miedo tan profundo y agudo.

Una silueta nace de ese extraño vapor , seis ojos deslumbran en ella, casi como siendo protegida por ese domo hecho de gas , dos manos casi transparentes sujetan los cuellos de los niños , otras dos manos se posicionan en uno de sus hombros, cuatro manos más sujetan cada una de las pantorrillas de ellos, la extraña criatura es realmente grande debe medir entre 6 a 9 metros de estatura sin embargo no logran mirar con claridad el gas se vuelve más y más espeso , los dos niños comienzan a sentir sueño inducido al inhalarlo.

- ¿Un simple veneno para dormir es todo?.
Pensé que eras más fuerte - Susurra Zei mientras cada parte de su cuerpo comienza a tratar de liberarse...
De sus ojos crecen dos líneas azules en forma horizontal , estas se extienden desde su barbilla hasta perderse entre los confines de su cabello , sus ojos se vuelven azules como dos llamas salida de un iceberg , sus pupilas se pierdan en la intensidad de este mar creado en sus iris , decorado con olas de mármol. Un golpe bastante fuerte hace caer al chico. - Jaja eso no es nada - Exclama apoyando sus manos con toda su fuerza para ponerse en pie una vez más, al levantarse y levantar su cara pierde todo el color en su piel , eso extraños ojos han entrado en su mente , su cuerpo y su alma, su fuerza es drenada por completo.

Sin darse cuenta queda inconsciente, su cabeza se dirige al suelo pero es atrapado por el joven divino, la deforme silueta ha desaparecido como si fuese solo una ilusión creada por alguna especie de droga o un sueño absurdo de alguno perdido vagabundo.