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Una extraña sensación invade a todos los presentes , el tiempo se ralentiza.
Un hombre lleno de heridas camina en medio de los vampiros , su vestimenta ahora son unos harapos , su cabello es dorado y largo , su rostro y su cuerpo son jóvenes aparenta tener quizá veinte años.

- Te encontré pequeño, disculpa por no llegar antes mis hermanos me lo han impedido - Susurra el joven mientras cae de rodillas sus heridas son letales , mueve su cabeza mirando de reojo a los asesinos, una leve brisa soplo sobre cada uno de ellas seguida de un resplandor, al acabar esta fuerte luz todos los vampiros han sido desintegrados absolutamente nada quedo de ellos.

El joven sostiene al niño mientras nuevamente cae de rodillas - No tengo mucho tiempo estoy muriendo , al igual que tu tengo solo un ojo pero he venido a darte un regalo lo ultimo que ha quedado de mi poder y mi sabiduría, al usarlo entenderás todo y serás dotado con un poder sin igual , te escojo a ti por que tienes un alma pura , eres digno , por favor no digas nada - Exclama el joven mientras su voz se corta por momentos y de sus labios sale mucha sangre, un sonrisa se cuelga en su boca lastimada mientras diversas lagrimas doradas salen de sus ojos
- Perdóname por darte esta carga, se que puedes lograrlo - Dice el joven mientras coloca algo en la mano del niño - Ponlo donde te falta el tuyo - Susurro mientras una brisa esparció su imagen contra el suelo tal cual polvo en el viento.

El pequeño miraba todo a su alrededor, su miedo incrementaba , sus lagrimas se detuvieron al mirar ese regalo de los Dioses pensaba el pequeño. Con temor abrió su mano derecha ,una perla completamente dorada esta allí.
Por unos instantes dudo de lo que dijo ese extraño joven , el frío comenzó a besar su fresca herida dando paso aún filoso ardor en su rostro - El dijo que lo use en mi y señaló mi ojo - Pensó él mientras dejó a su cuerpo moverse solo, parece ser guiado con magia al mover sus manos, un par de segundos bastan para poner ese extraño ojo en su nueva cuenca. - Lo hiciste - Exclama el joven agonizando en el espacio donde se dio la batalla con su hermano.

Un rayo dorado cae desde el espacio hasta donde está el niño, al tocarlo sus cabellos se vuelven dorados , su herida sana inmediatamente,  su estatura cambia ahora parece un joven de quince años, sus ojos ahora son dorados sin pupila, su vestimenta ahora es negra , con un largo abrigo gris y unas botas negras.

Mira sus manos,  su ropa , toca la cicatriz que ha dejado el anterior ataque , sin embargo no se sorprende por su enorme cambio , en segundos entiende el propósito de este poder y de su nueva existencia - Debo encontrar la llave siniestra y sellarlo , creare aliados poderosos de distintas razas para vencerlo - Medita en su mente mientras avanza despacio poniendo sus manos dentro las mangas de su abrigo como alguna especie de monge, olvidando por completo a su familia,  su pueblo , sus deseos y sueños , sus juegos,  perdiendo su inocencia y todo sentimiento y propósito de su antiguo ser.

Un ardiente sol abraza la mañana alejando al rocio, en múltiples pueblos ha aparecido un extraño niño , ha muchas ciudades ha llegado un joven vidente , en las ruinas de antiguos templos se halla un ser divino o al menos es lo que cuentan millones de voces que corren en coro aferradas al viento , los susurros cuentan que todo esto ha sido en un mismo día y en diversos idiomas se escuchan los rumores.

Cuentan que una organización nueva busca miembros especiales sin importar edad, experiencia,  género o raza, el único requisito es acertar un golpe de cualquier tipo a un extraño ser de ojos dorados...

Los meses comienza a pasar rápidamente han pasado tres años en los cuales ninguno ser logró superar dicha prueba.

El día que se cumplían cuatro años una niña y un niño ambos de diez años , llegaron a una fortaleza en medio de un desierto de arena negra.
Es casi una ciudad , sus edificios son algo jamas visto,  son inmensos llenos de ventanas y cristales trasparentes, su arquitectura y mano de obra no es algo de ese tiempo para los hombres ni otras especies vivientes en este planeta.

- Holaaaaa, mi hermana y yo venimos por la prueba somos gemelos - Grita él niño en la puerta.

- Hola , lo sé - Exclama el joven apareciendo detrás de ellos , ambos niños se voltean - Hemos escuchado de tus apariciones extrañas , das miedo pero mi padre murió, tenemos cuatro hermanos y madre esta enferma, escuche que pagas suficiente como para pagar un médico , por eso estamos aquí aunque tengamos miedo - Grita la pequeña con lagrimas en sus ojos.

De la nada aparecen los tres en un salón con una gran mesa , tres sillas y mucha comida de diversas recetas
- Alimentense , tomen un baño y descansen por hoy,  es un viaje largo y muy peligroso - Dice el joven con una dulce sonrisa - No quiero tu maldita lastima, danos el trabajo y paga, mi familia lo necesita - Responde enojado el niño mientras la niña sujeta su mano.

- Se lo que sientes hace años perdi a mi familia, pero por ahora descansa no pueden hacer la prueba en ese estado - Explica el anfitrión mientras avanza a la puerta.

- No nos subestimes por ser probes y no ser de clase como tu - Grita el pequeño mientras salta sobre la mesa , ella avanza al mismo compás por debajo de ésta.
El niño mueve sus manos detrás  de su espalda y saca dos lijeras dagas , ella mueve la parte baja de su vestido en sus piernas lleva un oxidada pistola
- Iremos donde ese extraño hombre y cuando nos dé la espalda , atacamos y robamos todo su dinero, si es necesario dispara , madre lo necesita - Por un instante ella dudó recordando el plan de su hermano.

- Conozco sus intenciones Zei y Rei , he visto todo lo que han vivido , Rei se que te opones a la forma de tu hermano,  Zei se cuantas personas has robado y matado por el bienestar de tu familia , deberían parar ahora y escucharme. Si desean realizar la prueba deben descansar - Dice el chico con una voz imponente y autoritaria, un fuerte escalofrío recorre el cuerpo de ambos hasta que los paraliza.

La imagen de Rei se diluye en el salón, él mueve sus ojos dorados buscándola sin percibir si quiera la sombra de la niña , ha desaparecido ante sus ojos que todo lo ven.

Los Orochi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora