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Cinco días han transcurrido desde que han llegado a la mansión, para ellos es una ciudad llena de posibilidades y sueños por alcanzar, cada día el entrenamiento se vuelve más y más pesado, las mañanas se dedican al combate cuerpo a cuerpo y con armas , las tardes reciben clases de diversas asignaturas como si tuviesen un maestro en casa.
Ambos niños son muy listos , no tienen problemas con los estudios de diversas cosas y sus materias , en los combates Zei lleva una leve ventaja sobre su hermana pero lo compensa con su gran agilidad y rapidez...

En las mañanas de los sábados y domingos practican con sus habilidades par a pulirlas, todas las noches son suyas para que puedan hacer lo que desean...

Al acabar de entrenar el sexto día deciden jugar y comer con su familia hasta que el sueño se posa lentamente sobre cada uno de ellos , la madre arropa a todos sus hijos y decide tomar un poco de aire saliendo a caminar por el castillo, se detiene en un balcón para mirar el cielo estrellado , la luna llena parece bailar con las miles de estrellas que decoran cada rincón del cielo nocturno.

- Tus hijos son maravillosos y realmente increíbles - Exclama el ser divino acercándose con sigilo - Gracias, muchas gracias por todo lo que has hecho por mi familia, no tengo las palabras para agradecerte - Responde ella un poco sorprendida al verlo - No es nada , solo hemos hecho un trato - Contesta él con una leve sonrisa, un silencio los rodea mientras ambos se miran fijamente a los ojos - ¿ Miraste la luna ?. Esta preciosa - Exclama la madre un tanto nerviosa - Si, realmente es algo increíble , debo pedirte que saques a los pequeños de aquí ahora, hay un pasillo secreto la puerta está justo atrás del armario en la alcoba de los pequeños - Dice él mirando al cielo de una forma muy sería - No entiendo , acaso algo pasa...Él la interrumpe con un gesto señalando el cielo, cada estrella comienza a desaparecer como si las estuvieran apagando una a una , en un instante la luna desaparece ante una total oscuridad , ella sin poder decir nada comienza a correr desesperada mientras el miedo inunda hasta su médula en una estocada.

- Es tu turno, mi pequeño trae a mi hija - Ordena con una voz dulce el hombre oculto en la oscuridad. Dicho esto un destello blanco nace de esa profunda oscuridad , este esquiva los ojos dorados y esquiva un ataque del ser divino, ante este extraño ente es bastante lento, casi al mismo tiempo pasa al lado de la madre , ella no logra verlo.

Un coro de truenos en forma de rugidos azotan la mansión, el ser de ojos dorados se desprende de las prendas superiores que lleva, presiona la cola de su cabello y salta en dirección a esa extraña oscuridad - Tengo que ganar algo de tiempo para que puedan escapar - Piensa acercándose cada vez más.

La madre corre hasta llegar a la entrada de la alcoba , en ese instante Zei sale despedido por una pared , en su rostro se aprecia un gran golpe, el resto de sus hermanos están detrás de Rei , ella se encuentra en posición de batalla con un rostro serio y sus ojos cristalizados apunto de reventar en lágrimas. - Deja a mi hijos - Grita la madre con un deje de ira y miedo en su voz.
Un niño quizá de unos diez o doce años es él que está luchando contra sus hijos , su aspecto es algo extraño ya que su piel es demasiado blanca como si tratara de un pelaje , sus ojos son como los ojos de un gato , en sus manos y pies tiene las uñas un poco largas, sus orejas son algo puntiagudas, no tiene cabello alguno en su cabeza y su cuerpo está repleto de cicatrices. Su vestimenta es escasa solo lleva un pequeño trapo que cubre su intimidad, un solo golpe suyo ha bastado para casi dejar inconsciente a Zei.

- Alto madre , saca a mis hermanos de aquí, para esto me entrenado y he luchado toda mi vida para que mi familia esté bien , Rei no te preocupes, estaré bien - Dice Zei poniéndose en pie , la sangre baja por su cabeza , su nariz y boca, coloca sus manos en su cintura y corre , mueve su mano derecha lanzando una de sus dagas , el niño de piel blanca detiene el arma con gran facilidad , un fuerte rodillazo en la nuca lo deja inconsciente por un momento, sus ojos pierden color ante este sorpresivo ataque , Zei se mueve muy rápido sin perder tiempo lo sujeta de sus hombros y lo lanza contra el techo de la habitación inmediatamente salta con su otra daga en la mano listo para acabar con su rival... - Ahora corran - Grita mientras se acerca más a su oponente, este alarido despierta a todos que miraban expectantes la pelea , sin esperar nada mas la madre toma a sus hijos y corre siguiendo las instrucciones del ser divino.

El niño empuja con ambas manos la daga , logra clavarla en el centro del pecho de su rival, antes de caer le da un leve giro con su muñeca para causar una hemorragia interna, él usa sus piernas y se impulsa en su enemigo para dar un giro hacia atrás y caer de pie a unos metros de distancia, el niño blanco se desploma.

~•~

La mansión comienza a temblar como si fuese el epicentro de un terrible sismo , el joven de ojos dorados es recibido por un poderoso impacto, el cual lo devuelve de donde viene , destroza varias salas y paredes hasta que se detiene en un pasillo dejando un gran agujero en el suelo , su piel está lastimada esta comienza adescarapelarse ,se encuentra de rodillas apoyado en una pared tratando de ponerse en pie , no tiene ni la mitad de poder que su antepasado debido a la creación de la llave y a encerrar a sus hermanos.

Su fino rostro es cubierto por algun tipo sangre dorada que gotea de su cabeza , logra ponerse en pie tambaleándose un leve gruñido se insinúa desde su derecha , acompañado de uno en la izquierda y uno arriba de él.

- Tengo que cambiar esta situación - Susurra el chicho mientras observa tres gigantescas cabezas lo rodean poco a poco, están repletas de escamas, son mucho más negras que la misma noche , cada cabeza tiene tres ojos , diez cuernos por cráneo estos saltan en diversas formas y tamaños , en total tiene dos bocas por cada cabeza están en forma horizontal separadas por una gruesa hilera de escamas , sus dientes son todos colmillos muy largos y de un color verde musgo, sus ojos son completamente rojos sin pupila y sin iris en ellos.

- Un dragón - Grita Zei perplejo mirando a la gran bestia - No es un dragón, esas criaturas tan débiles solo son un aperitivo para mis hijos, esto que miras con tanto temor es un Kanji - Contesta el hombre envuelto en oscuridad , su silueta se posa en una pared pero él no está allí.
- ¿Pequeño sabes donde están tus hermanos? , necesito hablar con mi hija - Expresa la extraña sombra - Callate ninguno de mis hermanos es algo tuyo , da la cara maldito cobarde - Responde el chico enojado - Tienes agallas pequeño pero nadie me llama cobarde , sin embargo dejaré que mi pequeño se haga cargo de ti - Responde la extraña sombra , un segundo más tarde Zei recibe una fuerte patada en su rostro - No pasara de nuevo - Grita mientras baja su brazo izquierdo con él cual se ha protegido del impacto , su brazo está lastimado , se encuentra inflamado y de este emana humo.
Ante sus ojos está él niño que anteriormente apuñaló , sus ojos son completamente negros , en sus manos tiene garras al igual que sus pies, sus dientes han sido reemplazados por muchos colmillos , en su piel han crecido diversas líneas negras , esto le da un aspecto muy similar a los tigres blancos.
- Arthur destrozalo - Ordenada la silueta.

Zei trata de retomar su pose de batalla pero su brazo izquierdo está fracturado , el dolor comienza a talar en sus huesos , muerde su labio inferior respirando fuerte con lagrimas en los ojos logra levantar su brazo - No pasarán de aquí - Grita el niño presionando ambos puños con fuerza...

Los Orochi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora