A Puertas Cerradas [Black Goku X Tu] DBS [AU +18]

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(Pov. _____ Yoshida)

Black-sensei sigue con ese extraño actuar conmigo, no olvidó sus obligaciones conmigo, pero el trato ya no era el mismo.

Era frío, cortante, y hasta grosero en cierto punto, incluso me a ingnorando.

Pero, desde que hablé con Zamasu, no se bien que pasó, pero siento como que el aura que nos rodeaba se cargaba, pero no necesariamente de incomodidad, si no de ... No sé cómo explicarlo ¿Necesidad?.

Desde este cambio pasaron tres días, y casi podía jurar que mi superior se incomodaba o estremecía cuando yo estaba cerca.

Aún así solo deben ser ideas mías.

El camino a su casa para que me dé las clases extra se me hace eterno, ni siquiera música en la radio, ni algún presentador extraño.

Ah, desventajas de comienzo de invierno.

No puedo más con el silencio y me pongo los audífonos que tenía en mi bolso, conectados vía Bluetooth al celular. Aunque no funciona del todo, mis pensamientos hacen como una cortina de humo en mi mente, hasta el punto en el que casi no le presta atención a la melodía.

Dentro de lo que me parece una eternidad llegamos a su casa.

Ah, que dolor de cabeza. ____ ¿Como piensas estudiar si no sacas de tu cerebro a tan sensual sensei?.

Me abre la puerta de su hogar y me deja pasar primero.

Todo un caballero.

Camino tranquilamente hacia adentro, pero ciento un jalón luego del sonido de la puerta cerrarse, sintiendo los brazos de mi sensei rodearme, besándome de forma desesperada, pero intensa y erótica.

— Te extrañé. —habló entre el beso, llevándome más dentro de su hogar.— Maldición, _____, extrañé tus dulces labios. —gruñe y siento que muero pero del gozo.

Me tiene acorralada contra una pared, su calor corporal me asfixia y no puedo mover los brazos por la forma en que me abraza, así que solo puedo corresponder a su ardiente beso aunque muy torpe ya que no se besar.

¡Maldición él es tan bueno!.

— Eres tan linda, inocente, pura.

Sus brazos me sueltan pero sus manos van a mis muslos y me alza para abrazar su cadera. Chillé algo asustada de caerme, rodeando su cuello con mis brazos. Pero en mi ataque de miedo empecé a sentir algo presionar contra mi muslos derecho. Me confundo.

— ¿eh?. —su respiración es errática y sus ojos están con un brillo intenso que al mismo tiempo luce opaco, yo volteo a ver mi falda, que está arrimada por estar abrazada a su cintura y mi rostro se pinta completamente.— A-Ah Blac-ack ... Sen-Sensei .. yo. Ah.

Madre de Dende. Por la fuerza de Saitama. ¡Eso no puede ser humano! ¡¿Si acaso es real?! ¡Nunca ví algo igual! ... Espera ¡Yo nunca e visto uno! ¡Solo en el porno! ¡Ahhhhh! Dios, Dios, Dios, Dios ... Yo, creo que me voy a desmayar.

— _____. —su frente se pega a la mía, su voz sale como un gruñido y su mirada es tan intensa que me hace jadear—

Oh, santa piña de Bob esponja.

— _____. Mi niña bonita. —su boca se vuelve a encontrar con la mía con tanta necesidad y su entrepierna se junta con la mía, enviando corrientes eléctricas a toda yo y jadeo deseando algo que aún no sé.—

Él empieza a hacer fricción con esa parte sobre la mía y en momentos hace movimientos de vaivén.

— Ah. —cubro mi boca por tan vergonzoso sonido y el para de hacer lo que hace y me mira con los ojos bien abiertos y es como si reaccionara y se aleja de mi de golpe, como si fuera fuego.—