— ¡EDA DEJA DE HACER TRAMPAS! — gritó Luz desde el suelo.
— ¡Oye! Deberías agradecerme por hacerte más fuerte al intentar ponerte trabas, este mundo es cruel niña, te lo digo yo —Eda solo la miraba sentada y cómoda en su sofá.
— No es cierto, el mundo no es cruel solo porque tú lo digas —Luz continuaba organizando su jugada.
— Dices eso porque no has vivido lo suficiente y no has salido a recibir los buenos golpes de la vida. Además, debo admitir que tengo envidia por ti, siempre quise pertenecer a todas las clases, yo exigía eso ¡Luché por eso! — exclamó Eda golpeando su puño en su otra mano tirando sus cartas—, luego llega la princesita del emperador y así, de fácil; palancas —decía lo último chasqueando los dedos.
—Pues lo siento por ti, yo ni siquiera lo esperaba —Luz se resistía a mirar alguna de las cartas de Eda que tiró.
— Nah, pareces un payaso, no me hubiera gustado lucir así, y he sido mejor siendo libre. Por cierto, ¿Estas segura que no vendrán a buscarte? Suficientes molestias tengo con las persecuciones de mi hermana.
— Todavía no puedo creer que Lilith es tu hermana, y no porque... —a Luz nunca le gustó mentir, pero tenía que hacerlo por el emperador— no saben que he estado contigo más que el día que nos conocimos.
— ¿Entonces porque vienes? —preguntó mientras acomodaba sus cartas.
— En el castillo me aburro. No quiero llegar a casa aún y... ¿Y tú porque me dejas venir? —preguntó Luz para evadir los intentos de respuesta que le estaba dando a e Eda.
— Cierto, olvidé que no tienes amigos. Porque a King le gustan tus bocadillos... —pero a Eda las mentiras se le dan natural.
— ¡Es cierto! —decía el pequeño desde el sofá contrario a Eda.
— Y tú eres la que quiso venir a perder, observa esto... —sus cartas se comieron las de Luz.
— ¡¿Otra vez?! ¡EDA!
— No te distraigas niña. Uso tu distracción a mi favor, por eso pierdes, no te das cuenta en que momento hago trampa, debes prestar atención y distraer a tu oponente, como todo en la vida.
— Es una manera fácil de vivirla.
— El emperador influenció demasiado en ti, ¿Lo ves?, te daré un consejo: Cuestiona todo para formar tu propio criterio. ¿Nunca te has preguntado qué sentido tiene ser bruja si solo te limitan a un tipo de magia? —lo que Eda dijo al menos le hizo un poco de ruido a Luz, que se empezaba a levantar para irse.
— Si si claro, mejor me voy, tengo hambre.
—nQuédate a comer, no serás la cena de King, te lo prometo —Luz se sintió agradecida, pero no quería aceptarlo, sentía que Eda estaba siendo muy amable con ella y Luz solo estaba averiguando cómo capturarla.
— Gracias Eda, pero tengo tarea. Será después —abrió la puerta y se fué.
—Creo que ya no podrás chantajear al emperador, ya la exhibió él mismo
— Ese sujeto es listo, yo sabía que haría algo como eso, pero aún puedo sacarle información, me ganaré la confianza de la niña King, todo saldrá bien, quizá le meta mis ideas para que inicie una rebelión desde dentro ¡JA! — (risa de puerco)— ó... secuestrarla en algún momento y pedir por su rescate mi libertad, aún no lo sé King, hay muchas posibilidades.
— ¡Ni siquiera tienes un plan!
— No pero... ya pensaré en algo.Al día siguiente Luz estaba decorando el interior de su casillero. Con sus libros mal colocados en la orilla; le ponía algunas calcomanías por dentro y mientras le estaba pegando algunos dibujos de nutrias y jirafas escuchó una voz detrás suyo.
— Luce bien
Voz que reconoció enseguida, tirando sus libros.
— ¡Amity! Me asustaste —Luz trató de evadirla fingiendo recogerlos.
— Déjame ayudarte —se agachó y cruzaron miradas mientras los recogían pero rápido las bajaron.
— Gracias Amity, ja...ja... —contestó deseando estar en otro lugar porque no sabía cómo continuar.
Amity se sentía confundida todavía, y quería aclarar que fue lo que sucedió, aunque estaba muy nerviosa.
— Oye Luz... —dijo dudosamente porque tenía miedo de preguntar, que tal si se equivocó... que tal si asustó a Luz, entonces mejor cambió la pregunta— Seguimos siendo amigas, ¿Verdad?...Luz asumió que eso era lo que Amity tenía en mente. Entonces lo aceptó.
— ¡Si! Si, somos muy buenas amigas jaja... ¿Porqué lo preguntas?
—Pues... —Amity fingió que estaba bien con eso, parecía ser que Luz definió un límite con la palabra "amigas"—, desde que entraste no hemos hablado, pensé que era porque tenías demasiadas tareas, supe que entraste a todos los aquelarres. Entonces no quise molestarte-
— ¡¿Qué dices Amity?! —interrumpió Luz indignada— Claro que no me molestas, discúlpame por no tomarme mi tiempo para hablarte
— ¡Que bien! Me alegro — Amity no sabía si Luz estaba hablando en serio o lo decía para no hacerla sentir mal—, porque hay algo que quiero mostrarte —pero de igual forma no quería que se alejara— ¿Recuerdas el lugar del que te hablé?
— ¡EEHH! —Luz se alegró por lo que Amity insinuaba— ¡¿Hablas de tu escondite secreto?!... —dijo en voz baja.
— Sip. ¿Está bien si vamos después de clases?
— ¡Claro que sí! ¡Tenemos que ir!
— Bueno, me alegra escuchar eso-
La conversación fue interrumpida por el timbre gritón de clase, por suerte para Luz que ya no sabía cómo seguir con la conversación.
— ¡Uy! Como lo siento Amity, me gustaría quedarme parada a platicar contigo, pero se hace tarde para mi clase de fotografía. ¡Adiós!
Y Luz se fue corriendo, Amity pensó que al menos las cosas no iban a cambiar y que ahora que va con ella a la escuela pasarían más tiempo juntas.
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El Aquelarre Del Emperador.
FanficLuz Noceda es una chica de catorce años, adoptada por el emperador Belos siete años atrás, después de aparecer misteriosamente en su castillo, desde entonces está viviendo en su fortaleza, aprendiendo magia con ayuda de Kikimora, sin amigos de su ed...