El Aquelarre Del Emperador.

Despair.

Las chicas volvieron y al regresar vieron la sala cubierta de un montón de tiliches regados por todas partes.
— ¡¿Cómo les fue?! —preguntó Eda entusiasmada, y con incomodidad respondió Willow.
— Pues... no pudimos reparar nada
— Pero tenemos una pista sobre como podríamos empezar —mencionó Amity, mientras Luz comenzaba a despertar...

— ¡Willow, Amity! Ya tenemos algunas respuestas ¿No es cierto?
— No del todo Luz —respondió Amity.
— Algo así, por el momento tendremos que buscar los objetos borrosos de tus fotos —dijo Willow para animarla un poco—, tal vez eso pueda darnos alguna pista, principalmente tu juguete el peluche de nutria, nos ayudó mucho —Luz se alegró cuando su amiga lo mencionó.
— ¡Entonces vayamos mañana al castillo! —y pensó que podría ser una oportunidad perfecta para tener su primera reunión de amigos— Vayamos por las cosas que salían en mis ...-
La puerta azotandose al abrirse la interrumpió cuando Gus entró, desesperado y exaltado.
— ¡YA NO LO SOPORTO! ¡Se me acabó el tiempo para entrevistar a alguien! ¡Estoy arruinado!
— Oye Gus, tranquilo —dijo Luz palmeando su hombro—, puedes entrevistar a Eda
— Ni lo sueñes, este niño nos hizo a King y a mi pelearnos para que alguno de nosotros fuera entrevistado y al final escogió a Hooty, hizo que King se fuera a la cocina a gritar, el chico perdió su oportunidad —decía cruzando los brazos, mirando hacia otro lado para ignorar a Gus, pero este se puso de rodillas para implorar.
— ¡Por favor dama búho! Permítame entrevistarla, Hooty no era tan interesante como pensaba  —que casi lloraba de la desesperación.
— Eda, hazlo, estarán hablando sobre ti  —y Eda cambió sutilmente su postura por lo que dijo Luz para convencerla.
— Está bien... Pero no preguntes sobre mi familia.
— Hecho.
Y Eda caminó hacia el sofá contrario para ser entrevistada.
— Entonces... —Luz volvía a la conversación con sus amigas— ¿Nos vemos mañana después de clases para ir al castillo y venir después aquí?
— Luz, claro que nos veremos para hacer esto —le decía Willow— pero olvidé decirte que mañana me cambiaré al aquelarre de plantas y estaré ocupada el resto del día retomando lecciones en casa que necesitaré
— ¡Me alegro por ti Willow, eres una gran bruja de plantas! Está bien, no te preocupes —luego miró a la peliverde— ¿Y tú Amity pue... —pero rápido recordó que Amity pudo haber visto algo más allá y corrigió la pregunta a tiempo— ...podrías venir con nosotros el viernes?
— Me alegro que lo preguntes sobre ese día jaja... —de igual manera recordó la memoria que su conciencia ocultó, poniéndola nerviosa pero al menos Luz estaba hablando en plural y no estarían solo ellas— Porque mañana tengo las clases más importantes para mi aquelarre, tal vez los acompañe si es que van al día siguiente. Así que tendré que irme ahora para hacer mi tarea —finalizó y se dirigió a la puerta— ¡Nos vemos! — decía al salir.

— Bueno, entonces ya lo tenemos. Willow, ¿Quieres esperar a Gus junto conmigo?
— Seguro —las chicas se sentaron cerca de Eda y Gus, escuchando lo último de su conversación...
— Y para terminar... ¿Podrías presentarme a tu taliamigo?
— ¡Bastón mágico, ven aquí! —el palismán venía desde la cocina, cubierto de una cosa amarilla y viscosa—. Cierto, estaba haciendo de comer —Eda quitó la figurilla de búho que estaba en el palismán y cobró vida al instante de tomarlo, Luz ya lo había visto pero no así — él... es Owlbert —dijo mostrandolo en sus manos con orgullo.
— ¡Awww! —dijeron los tres chicos al mismo tiempo, pues Owlbert era un pequeño búho demasiado adorable.
— ¡Eda es muy lindo! —Luz lo miraba con esos ojos de perrito enamorado.
— ¡Ey! ¡Creí que yo era lindo! —exclamó King regresando de la cocina.
— Tú también lo eres King —le dijo para que no se sintiera celoso pero volvió al tema— ¿Donde lo conseguiste?
— ¿Qué?. Hice a Owlbert de la rama de un árbol antiguo yo misma. Es mi taliamigo y estaremos juntos por siempre —habló frunciendo tiernamente el seño— aniquilaria a cualquiera que lo lastime, es como mi mejor amigo. Bueno, continuemos haciendo la comida pequeño amigo —luego miró a los chicos—, quédense a cenar, Owlbert es un buen ayudante de cocina
— ¡Esta bien! —dijeron Willow y Gus antes de que Luz pudiera decir que no.
— Eh... Gracias Eda.