Perfectamente Imperfectos ||L.P||

Capitulo 12

- ¿Pensando solo? - susurré coquetamente en su oído

Al escuchar mi voz Payne se asustó y cayó a la piscina inconscientemente. Me eche a reír y mis carcajadas eran cada vez más fuertes, me di cuenta que él me miraba molesto y me acerqué al borde de la piscina.

- ¿Qué? - pregunté con una gran sonrisa en mi cara

- ¿Cómo que ''Qué''? ¡Esto es tú culpa!

- ¿Mi culpa? - dije intentando sonar indignada, pero juraría que mi sonrisa aún seguía en mi rostro

- ¡Sí! Eres tú la que llega y me dice cosas a mi oído y hablando coquetamente, eso es tu culpa

Lo ignoré y me volteé para sentarme en las gradas de brazos cruzados, noté como él salió de la piscina y se acercó a mí, pero la imagen fue en cámara lenta, él caminando con su perfecto abdomen, las gotas de agua cayendo lentamente por él, diablos Payne. ¿Por qué tienes que estar tan hermoso? Concéntrate, Abby. Tú eres la que le va a voltear su jueguito.

Sonreí coquetamente y me mordí el labio inferior mientras me levantaba de las gradas. Caminé hasta la piscina aparentemente volviendo a ignorarlo pero unos brazos se posaron en mi cintura y me jalaron apegándome a su abdomen, pude sentir su respiración en mi cuello, sonreí.

- Ah no, este jueguito no va conmigo - dijo él aún respirando en mi cuello - La que pierde puedes ser tú, Abby.

- ¿Enserio crees qué yo perdería contra ti? - dije volteándome hacía él

Volteándome hacía él, quedando lo suficientemente cerca de su rostro, examiné cada una de las partes de su rostro, sus ojos, su nariz, su boca, vamos Abby tu puedes con esto. Noté como él también examinó cada parte de mi cara. Sacudí levemente mi cabeza sacándome de mis pensamientos, me acerqué a su oído y volví a hablar con el tono de hace unos minutos.

- Ya veremos quién cae primero, porque te puedo asegurar que él que caerá primero serás tú, fin del entrenamiento Payne - le di un pequeño beso en la mejilla y salí de ahí

Merezco un premio, El premio a La Mejor Seductora del año, pude notar como él estaba nervioso cuando me acerqué y le dije al oído eso, pero qué más da, mañana voy a averiguar si él de verdad va a jugar conmigo, y solo tengo una forma de saberlo.

Abby

La semana pasó rápida, y si quieren saber, no, no averigüé lo de Liam ninguno de estos días, ya que Pao y Nish estuvieron preguntándome acerca de él toda la semana, a él pues, no hablamos en toda la semana.

Ya era domingo, por fin. Me levanté justo cuando los rayos del sol pegaron a mi cara, me levanté un poco dormida y fui directo al baño a darme una ducha, después me dirigí a mi habitación a arreglarme el cabello, sentí una vibración en la mesa de al lado de mi cama, volteé y era mi celular.

¿Quién diablos a las 9 AM te molesta? Resoplé y tomé el aparato.

‘‘¿Has visto tus demás mensajes? Los del blog de la chica de la escuela, enserio perdóname Abby, no debí decir eso, de verdad lo siento. Liam xx''

¿Pero qué diablos? Revisé mi otro mensaje, número desconocido.

'' Nuevo Texto: Enviado a: Grupo Escuela MCA:

No podemos contigoAbby Jones. Primero pelea con Liam Payne, después pelea con Ashley Thompson, y ahora vuelve a los brazos de Payne, aunque cuando fuimos a preguntarle él simplemente dijo que fue una noche con ella, una noche de pasión Ay Abby, ¿Caíste ante los encantos? ¿Qué pensará Thompson sobre todo esto? Más tarde más info acerca de los estudiantes de la escuela MCA besitos!''

Esto tenía que ser una broma.

Una broma de muy mal gusto.

Tomé mi celular y me dispuse a escribir.

''Liam: Vete a la mierda. Jamás pasaría por tu cama, ya te dije que primero pasarías tu por la mía rogándome, pero ahora, cuídate la espalda. Abby''

''Nish, Kenia, Pao, Cynthia:

Las veo a las tres en el parque, no lleven a los chicos por favor, es urgente, las quiere, Abby xx''

Tomé mi cartera y una bufanda, tomé las llaves de mi casa y salí echa una furia.

¿Por qué dijo que tuvo una noche conmigo? ¿Pasión? ¿Pero de qué habla este niñato? Ahora mis planes de ''seducción a la Abby'' iban más enserio, juré desde ese momento, que Liam Payne iba a rogar estar conmigo, cueste lo que cueste, y lo haría sufrir tanto, que se iba a echar la culpa a él mismo.