Capitulo 18

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Hace un tiempo que Abby no le dirigía la palabra a Liam Payne. Él simplemente dejo de existir para ella, bueno, casi dejo de existir, puesto que ella no olvidaba todo lo que había pasado con él. En resumen la situación está así: Abby no le habla a Liam. Josh esta, se puede decir que saliendo con Abby, se mostró muy romántico con ella después que se enteró de la pelea que ella y Liam tuvieron.

Hoy, era la competencia de natación, ni Liam ni Abby pensaban asistir, preferían ser expulsados que verse la cara, aunque Liam y ella morían por verse, su orgullo ganaba de nuevo. El director se estaba desesperando y decidió llamar a todos los amigos y amigas de Payne y Jones. Los mando a su oficina y exigió que le dijeran donde demonios estaban los dos.

- Ellos... - mencionó Kenia.

- Ehm... 

- ¡Qué me digan ahora, jóvenes!

- Esto... - Nish intentó explicarle al director.

- Si Abby Jones y Liam Payne no llegan para cuando tengan que presentarse, ustedes también van suspendidos, señoritos - amenazó el director.

Abby se encontraba en la casa de su amiga Nish, su tía llamó y dijo que todavía Abby tenía que seguir en casa de su amiga, ya que todavía estaban buscando a su padre. Abby se preocupaba cada día más, tenía miedo que él volviera a lastimarla.

Sacó unas palomitas de maíz y las puso en su microondas, puso un poco de música y bailaba alrededor de la cocina, escuchó el timbre y paró en seco y se acercó a abrir la puerta.

Un Liam perfectamente arreglado se encontraba tras esa puerta, perfectamente peinado y con una camiseta negra, una chaqueta de cuero y unos pantalones que le quedaban perfectos. Su mirada era... inexplicable. Abby tragó saliva y se mordió el labio, si todo estuviera perfecto con él, ella ya lo hubiera besado.

La mirada del chico estaba perdida en los ojos de ella. Sonrió y rompió el silencio.

- Lo siento muchísimo - pronunció en voz baja.

- Liam... - intentó hablar ella.

- No, no digas nada - La interrumpió - He sido un grandísimo idiota, lo sé - la tomó de la cara - Pero te juro, te juro por mi vida, que jamás intente violarte.

- Liam - comenzó a hablar ella después de unos segundos - Te creo - ella tomó las manos del chico y las entrelazó con las de ella - Pero, ibas a jugar conmigo - ella bajó la mirada - Ya otros me habían lastimado, y nunca me importó - ella subió su mirada hacía los ojos de él - Pero tú me has hecho algo malo, eres un idiota por que me tienes loca - ella rió
.
- Deja de hablar, el que habla mucho poco hace.

Ella abrió la boca para responder pero Liam se lo impidió tomando su cara y atrayéndola hacía él, la besó tiernamente, por unos veinte segundos, pero el beso se tomó más apasionado. Ella rodeo el cuello de Liam y le siguió el beso, el posó sus manos en la cintura de ella y dejaron que el momento los llevará.

No saben en qué momento o como, quedaron en el sillón de la sala, pero a ellos sinceramente, no les importó nada de eso, en un momento Liam paró y ella lo miró extrañada.

- Si quieres que pare todo esto hazlo ya, por favor.

- Adelante - dijo segura.

En menos de lo que canta un gallo, la camisa de Liam se encontraba en el piso junto con la de Abby, pero resulta que este era el apartamento de Nish, sería algo estúpido y indecente que entre los dos pasara algo ahí, el timbre sonó y los dos pararon de besarse.

- Mierda - dijo Liam - ¿Quién interrumpe a estas horas?

Abby estaba roja de la vergüenza, le dio pena que todo eso pasara, se apresuró a ponerse su camisa y arreglarse y corrió a abrir la puerta. Semejante sorpresa se llevó.

Perfectamente Imperfectos ||L.P||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora