Capítulo 4

126 10 4
                                    

Alicia en el país de Joss (4)

Narrado por Joss

El sábado se llegó más rápido de lo que esperaba, la vida adulta era difícil aún para mí, a veces añoraba cuando era estudiante y no tenía que cumplir a rajatabla con horarios y pendientes. Me levanté el sábado para ir a desayunar, quedé con Joaquín para desayunar unos ricos y nutritivos tacos callejeros; muy de mañana nos vimos, antes de que él entrara a consulta.

—Tengo que decirte algo— hablé cuando terminé mi último taco.

—Estás embarazada— dijo soltando su taco

—Claro que no— me reí —creo que lo preferirías, pero no—.

—¿Entonces?—

—He salido con Alicia, tu alumna— le dije en un tono solemne —. Prefiero que te enteres por mí y no por alguien más— Joaquín me miraba serio, esperando por mi confesión. —Estoy saliendo con Alicia, tu alumna— nos miramos fijo.

Pasaron algunos segundos y ninguno decía algo.

—¿Saliendo en qué plan?— habló tranquilo.

—Pues aún no lo sé, nos hemos visto un par de veces, se ha pasado por mi oficina esta semana y me invitó a su partido de fútbol de hoy, yo en cambio la invité al cine, no sé bien qué pasa pero me gusta estar con ella—

—¿Alicia te gusta?— Joaquín era muy directo.

—Sí, ella me gusta— le respondí con la misma seriedad.

Claro, Alicia me gustaba como amiga. Pero no nos hagamos tontas, había química, y esa química solo se siente cuando es real, porque es mutuo, y biológico.

—Espero que no te metas en problemas, ella es menor que tú—

—Tampoco es como que sea menor de edad—

—Me tengo que ir, tengo consulta en unos minutos, espero en verdad que no te metas en un conflicto—

Pagamos y se fue, su semblante era serio, sabía que Joaquín era muy recto y sus ideas a veces me parecían un tanto arcaicas, pero no le veía nada de malo en salir con alguien menor, creí que me haría más drama porque era mujer.

Llegué a casa y me puse a leer un rato, luego me puse a cocinar con mamá porque mi hermano y cuñada irían a comer con nosotros. Hicimos un poco de pasta a la bolognesa, ensalada y de postre un pastel de queso. Me metí a bañar y cuando salí ya estaban todos en casa. Luego de comer nos sentamos un rato en la sala para ver una película, cuando faltaban veinte minutos para las seis me levanté, subí por mis cosas y tomé las llaves de la camioneta, avisé que saldría y mi hermano me miró serio, él sabía a dónde y con quién iba.

Me fui al estadio universitario y en cuanto llegué la vi, vestía un diminuto short rojo, playera blanca y sus tenis blancos. El cabello estaba atado en una coleta. Me sonrió.

Me fui a sentar para verla entrenar mientras checaba mis redes sociales y me debatía entre dar un paso más o no con ella, no sabía si ella sentía lo mismo, pero en definitiva sí me gustaba Alicia.

Al finalizar el entrenamiento se fue a bañar, la esperé donde mismo y salió vestida en unos jeans súper apretados, el cabello suelto, una blusa blanca y sus hermosos ojos brillaban mucho.

—¿Qué tal?— me acerqué a ella y le planté un beso en la mejilla.

—¿cómo estuve?— me sonreía ampliamente.

—Excelente para ser tu primer día, Alicia Maradona—

—Calla— me empujó jugando.

Subimos a la camioneta y pasó su mochila para la parte trasera, su perfume olía muy rico, era muy dulce y eso hacía que mi coche se llenara de su aroma.

Alicia en el país de JossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora