Bienvenido a Draconia

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os dragones surcaban los cielos, uno era el temido Furia Nocturna y el otro un Cremallerus Espantousus, ambos dragones con sus respectivos jinetes montándolos.
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¡Llevamos volando casi una hora! ¿Cuánto falta para llegar a ese lugar del que hablaron?-pregunto Hipo.
-No mucho, está un poco más adelante-señalo Pixie.
-Oye, explícame algo, si se supone que puedes volar ¿Por qué tenemos que llevarte así?-pregunto Hipo.
-Puedo volar, pero no le gano a la velocidad de un Furia Nocturna, conozco mis limitaciones, gracias por ser tan insensible-dijo Pixie cruzada de brazos con indignación.
-Lo siento, no quise sonar insensible-dijo Hipo disculpándose de corazón.
-Pero no lo vuelvas a hacer-dijo Pixie sonriendo divertida y tanto Hipo como Chimuelo sonrieron, esa hadita cada vez les caía mejor a ambos.
Kayto, quien iba al frente guiando a Chimuelo, diviso la isla a la que debían llegar-¡Ahí está, la majestuosa ciudad de Draconia!-aviso con un grito.
Hipo dirigió su vista hacia el frente, efectivamente, a lo lejos se podía divisar una isla en donde una ciudad estaba a unos cuantos kilómetros de la playa, a lo lejos, Hipo pudo ver 7 misteriosos pilares, 6 que rodeaban la isla o al menos, la ciudad y una colocada en el centro de la misma.
-¿Qué son esos pilares?-pregunto Hipo curioso.
-Son pilares de energía mágica muy poderosa, para mantener alejados visitantes indeseables-.
-¿Visitantes indeseables?-Hipo se quedo confundido por la respuesta de Pixie, quien cambio su sonrisa a una expresión bastante seria.
Hipo prefirió no preguntar nada más, imaginaba que Pixie le daría algunas respuestas más tarde, pero no pudo evitar sentir una pesadez enorme en su corazón, como si algo no estuviera bien o algo terrible estuviera a punto de suceder.

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E

n la isla que acababa de surgir desde las profundidades del mar, aquel templo siniestro, ocupado por 7 figuras de gran poder y maldad, representantes de los 7 pecados capitales, conocidos como los maestros oscuros.
El primero de ellos era una gigantesca serpiente, más grande que cualquier Salvaji Bestia que pudiera existir, pero que podía cambiar su tamaño a voluntad, por lo que ahora era tan grande como un Pesadilla Monstruosa, aquel siniestro reptil respondía por el nombre de Leviatán, maestro de los mares y representante de la gula.
El segundo de ellos era una mujer, llevaba una larga túnica roja, una capucha que cubría su cabeza y una máscara blanca con dos ojos rojos, una boca que mostraba dos filosos colmillos y una gema roja en su frente, su nombre era Necronomica, la maestra de los fantasmas y representante de la envidia.
El tercero era un individuo que asemejaba a una momia, ya que su rostro y manos estaban cubiertas por vendas blancas, pero las vendas de sus ojos mostraban dos ojos rojos, vestía una túnica azul con detalles dorados, un gorro de mago del mismo color, respondiendo al nombre de Anubrix, maestro de la muerte y representante de la pereza.
La cuarta era una mujer con ropas de sacerdotisa egipcia, llevaba una corona muy parecida a la que usaban los faraones, una falda de seda que cubría de su cintura para abajo, su torso estaba al descubierto, pero sus pechos cubiertos por una armadura, usaba gafas y su mirada era muy tranquila, respondía al nombre de Itassis, maestra del desierto y representante de la avaricia.
La quinta era una mujer de pantalón negro, armadura gris y unas alas de demonio en su espalda, llevaba una corona que asemejaba a la boca de una serpiente, la armadura cubría su pecho, brazos y parte de sus piernas, se trataba de la terrible guerrera Vypra, maestra del relámpago y representante de la ira.
El sexto también era una mujer, su aspecto era sumamente hermoso, de cabello negro y corto, piel blanca, ojos violetas, vestido fino de color negro, con detalles violetas, sus uñas estaban pintados del mismo tono violeta, al igual que sus labios, esta mujer respondía al nombre de Zaleska, maestra de la noche, representante de la lujuria.
(Nota: su apariencia es muy parecida a la de Lilithmon de Digimon Fusión)
Finalmente, el séptimo individuo tenía la apariencia de un caballero, su armadura era negro con detalles morados, dos cabezas de lobo plateadas en sus hombreras, su casco poseía una visera de vidrio, que no se abría, pero en donde a veces brillaban dos ojos amarillos, aquel guerrero era conocido como Koragg, caballero lobo, maestro de la sombra, representante del orgullo.
-Han pasado otros 1000 años, significa que es el momento de preparar todo para el regreso del amo-dijo Itassis.
-Y cuando eso ocurra comenzara la guerra contra los reinos celestiales, misma que ganaremos de una vez por todas-dijo Vypra sonriendo.
-Yo digo que primero les enseñemos a esos humanos cual es su lugar, parece que olvidaron que no son más que insectos que deben ser sometidos-opino Anubrix.
-Primero lo primero-intervino Koragg con un tono de voz calmado y severo-este nuevo despertar implica que ha surgido una nueva luz de bondad en la Tierra, es nuestro deber destruirlo antes de que se vuelva una amenaza-.
-Hablas con mucho sentido Koragg, creo que tienes razón en lo que dices-apoyo Leviatán.
-Claro que la tiene, después de todo, es Koragg, nuestro gran y poderoso líder-dijo Zaleska abrazando a Koragg con cariño-deberías quitarte el casco cielo, no puedo ver tus dulces labios-.
-Guarda tus deseos para otro momento-dijo Koragg retirándose.
Necronomica soltó la carcajada-Vaya, eso debió ser un duro golpe a tu ego-.
-Por el contrario, me gusta que se haga el difícil conmigo-dijo Zaleska sonriendo seductoramente y relamiéndose los labios.

dragones:guerra de las tinieblas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora