—debía terminar con algo que no se si había tenido algún comienzo, tenia que decirle que hay que mantener la distancia— Sabia que algo pasaba —me dijo él—
—respire profundo— lo que sea que tengamos debe terminar
—refregó su rostro— tenemos todo para ser felices, solo dame tiempo y el divorcio será un hecho, tienes...
—interrumpí— ya no, esta vez tiene que terminar, esto debí cortarlo por lo sano hace meses
—se acerco a mi— yo te amo y tú me amas...
—lo frene en seco— no, yo no te amo, amo a mi esposo, a mi hijo, mi matrimonio depende de un hilo, no quiero...—hice silencio—
—respiro— tu me amas, me lo dice tu cuerpo cada vez que te toco —se pego a mi cuerpo— me lo gritan tus labios cada vez que te beso, no me puedes decir que no me amas porque tus manos sudan y las piernas te tiemblan —me tomo con fuerza apegando su cuerpo aun mas contra el mío, donde ni siquiera el aire pasara por entre medio de los dos— no me digas lo contrario cuando tus ojos me dicen que me aman, cada gemido en ese sofá fue el sello de todo esto —nuestras respiraciones chocaban una contra la otra, me atrapo, me tenia entre sus brazos y no hacia el menor esfuerzo para apártame— mírame —tomo mi mentón entre sus dedos y lo mire— no me digas que no me amas
—volví a caer en el deseo, en sus manos presionando mi cuerpo con fuerza, no podía dejar de mirarlo, me perdí en su mirada, me incline hacia él y lo bese con fuerza, con rapidez nuestros labios se acoplaron como si ya se conocieran, me levanto y me enrede con mis piernas en su torso—
—interrumpió el encanto del beso— ¿es nuestra despedida? —pregunto—
—lo mire— cállate —y volví a besarlo, camino conmigo hasta una de las paredes del remolque y ahí hizo presión entre su cuerpo y la pared, mientras seguía enredada en su cuerpo, quito mi blusa y yo quite su camisa, sus labios recorrían mi cuello, ese punto de mi cuerpo eran su perdición. Me bajo de su cuerpo y me dio media vuelta quedando pegada la pared, con sus labios recorría mi espalda y con una mano me quitara el brasier, sus manos varoniles exploraban cada parte de mi cuerpo, bajaron hasta el limite de mi pantalón y lo desabotonó, quedando expuesta mi ropa interior, metiendo su mano por debajo de ella haciéndome jadear, me dio vuelta rápidamente mientras me besaba tomo mis manos, las entrelazo con las de él y las subió encima de mi cabeza, mis senos pegados a su cuerpo comenzaron a excitarse, podía sentir mis pezones en su piel, lentamente bajo mis manos y me aferre a su cuello sin romper el encanto del aquel beso, nuestras lenguas jugueteaban una con la otra para ver quien conseguía el poder. Rompió el beso de golpe, me miro con esa mirada seductora a la que no podía resistirme jamás, sus labios se abrían camino desde mi cuello hasta el borde de mi ropa interior, mientras mi respiración se agitaba decidió deshacerse de mis pantalones, odiaba cuando era el quien se quedaba vestido así que me deshice de sus pantalones, estábamos a mano, me sonrió y después de tanto caímos directo al sofá del remolque, sus manos se montaron en mi senos y sus labios en mi entrepierna— Hey
—lo detuve en seco cuando me di cuenta lo que hacia— eso es para que jamás te olvides de mi
—volvió a mis piernas pero esta vez era para despojarme de la única prenda que traía mi cuerpo, él hizo exactamente lo mismo, ambos estábamos desnudos— espera —puse mi mano contra su pecho— ¿traes condón?
—me miro fijamente— jamás lo hemos usado, ya sabes que no lo necesito, puedo manejarlo —se acomodo frente a mi y con miembro ya erecto me penetro, las embestidas comenzaron despacio al sonido de las agujas del aquel reloj que nos acompañaba en cada momento, mis senos se movían conforme a cada embestida, nuestras manos entrelazadas y cada gemido era música para sus oídos— ¿lista? —asentí, comenzó a moverse más y más fuerte dentro de mi, mi cuerpo se llenaba de placer cada segundo, y nuestras transpiraciones cada vez se hacían notar, su respiración comenzó a agitarse, nuestros rostros reflejaban todo el placer que estábamos sintiendo, mi respiración agitada no daba más y mis gemidos cada que pasaba el tiempo eran más y más fuertes, así que se acerco a mis labios y me beso, hasta que me detuve, se separo de mis labios y volvió a mi cuello, pero sus embestidas eran tan fuerte y placenteras que los gemidos volvieron en si, preferí morder mi labio inferior. Al pasar el tiempo se aparto completamente de mi cuerpo y se vino fuera de mi, sabia en el momento perfecto para hacerlo, al poco rato me vine yo— te dije que sabia como manejarlo —tomo su camisa y me la paso para que me cubriese, se recostó desnudo en el sofá y yo en su pecho, tapando con mi pierna su desnudez y nuestras respiraciones aun trataban de calmarse—
Diecisieteavo capitulo
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(NO)SOTROS
RomanceDos personas...Dos familias...Dos corazones...Un solo sentimiento. Cuando confundimos el amor y los sentimientos se descontrolan hasta el punto de querer ocultar lo que se siente. Ellen & Patrick, dos personas juntadas por el destino, sin embargo, c...