(NO)SOTROS

Vamos a ser papás

Dos días después

—aun no tenia la menor idea de mi decisión. Muchas cosas pasaban por mi cabeza en ese momento, sabia dos cosas, la primera es que a pesar de todo seguía amando a mi marido, era algo fuera de mi, algo que no podía controlar, y la segunda es que no podía dejar de pensar en Patrick ni un solo segundo.
Había sido una mañana normal dentro de todo, Chris me volvía loca cada despertar, buscaba cualquier excusa, que si la almohada, el cepillo de dientes, o como me vestía, por momentos me cansaba demasiado, aun así trataba de buscar la manera de que se calmara, de apaciguar las aguas. Hoy tenia llamado en el set a las 11:00 de la mañana, a Chris le había tocado irse temprano, así que me conduje hasta el set. Llegue hasta el remolque y estaba completamente vacío. Mientras me cambiaba y me ponía la ropa que me habían dejado, entraron en el remolque—

—entro y me miro— Hola —dijo—

—me arregle el cabello— Hola —el silencio se hizo notar de inmediato— ¿Cómo te haz sentido?

—tomo un sorbo de café y se sentó en el sofá— bien, literalmente me la paso en el baño, pero esta todo bien —sonreí. El sonido de una llamada entrante en mi celular interrumpió el momento— Bueno —conteste—

—Patrick me miraba esperando a que le dijera algo— Hola, Ellen, te hablo de la clínica, tus resultados acaban de llegar ¿puedes venir esta misma tarde?

—trague en seco— me es imposible hoy, podemos agendarlo para mañana ¿podrías decirme si...?

—se me erizo la piel— felicitaciones, los resultados dieron positivo, estas embarazada

—respire profundo— gracias, nos vemos mañana entonces —colgué—

—mi reacción cambio por completo— ¿estas bien?

—me senté— si...—su mirada estaba fijada en mi— es solo que...—comencé a llorar—

—Patrick se acerco de inmediato a mi— Ellen —me abrazo— ¿Quién era la de la llamada?

—nos miramos— me confirmaron los resultados de los análisis de sangre —dije con la voz entrecortada—

—seque mis lagrimas— ¿estas embarazada? —asentí— no se que decirte...—respiro profundamente— llamaré para reportarte enferma, no estas bien

—se alejó de mi, tomo su celular y llamo, lo escuchaba mentir por mi, él estaba ahí para mi, siempre estaba ahí sin importar que— ¿ahora que voy a hacer?

—colgó la llamada— por ahora irnos de aquí —tomo sus cosas, las mías, me tomo de la mano y me saco de ahí, nos subimos al coche y condujo lo mas rápido que pudo, trato de ser lo mas sigilosamente para que los periodistas ni nadie nos vieran—

—fije mi mirada en el camino, pregunta tras pregunta pasaban por mi cabeza, todo se sentía tan lento, la mano de Patrick estaba posada en mi pierna y la mía arriba de su mano— ¿Qué hare?

—volví mi mirada a él— en este momento no lo sé

—condujo hasta una casa cerca de la playa, jamás había oído hablar de ella— ¿Que hacemos aquí?

—se bajo del coche, y corrió a abrirme la puerta para bajarme— necesitas aire fresco —me sonrió— ven aquí

—camine junto a él— ¿de quien es esta casa?