capitulo 4

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Nicolás se encontraba sentado en su oficina, pensando lo que había dicho Oliver. Tenía dudas, si creerle o no, no estaba seguro del todo, pero quería preguntarle después de todo, la duda carcome, quería respuestas, pero la única que podía darles, yacía durmiendo en la camilla de su oficina. Las horas pasaron y Laura aún no despertaba, Nicolás se encontraba revisando los papeles que le habían llegado de los otros pacientes, para que lo revisara. Mientras revisaban los documentos, escuchó un pequeño chirrido donde se encontraba Laura; al levantar su cabeza la miró y su expresión cambió, se levantó de su escritorio y se acercó donde ella.

                                                                                     ***

Por otra lado de la ciudad, en la habitación de Michael, este se encontraba asustado por no saber el paradero de su esposa, en ese preciso instante, su teléfono a sonar, contesto lo mas rápido que pudo pensando que aquella llamada sería la de Laura, pero el resultado sería otro, ya que la persona que la había llamado, sería nada más y nada menos que Camil, la hermana de Laura y su amante.

— mi amor, porque ya no vienes a visitarme, te extraño.

Se podía escuchar la desesperación en la voz de la chica, quería la atención de aquel hombre. Pero Michael al escuchar la voz de aquella persona, su rostro y su expresión se tornaron enojado y fríos, que no esperaba que aquella persona la llamara, más en el estado que él se encontraba y con un tono de enojo le respondió.

— QUÉ ES LO QUE QUIERE, POR QUÉ ME ESTÁS LLAMANDO A ESTAS HORAS DE LA TARDE

En el monte de que Michael, le dijera estas palabras a Camil, ella se encontraba sorprendida, por la respuesta de aquel hombre que no pudo pronunciar ninguna palabra. Michael, al no escuchar respuesta por el otra lado de la línea, colgó la llamada, frustrado por la situación en la que se encontraba, hizo un llamado a su secretario Daniel, para que buscara sobre el paradero de su esposa, quería saber donde se encontraba, adonde había ido, sus pensamiento se tornaron en hechos de situaciones peligrosas donde se encontraba Laura.

Tiempo después entre las 8 y 9 de la noche Michael se encontraba realmente alterado, estaba asustado por lo de aquel sueño.

— podría aquel sueño hacerse realidad, podría Laura abandonarme ... no, ella.. ella no me abandonaría ... verdad.

Estaba asustado, tenía miedo de quedar solo como aquella vez en su niñez, aquellos traumas que quería olvidar, aparecieron en su mente de nuevo, aterrado por el recuerdo, empezó a tirar las cosas de su habitación y a gritar, el grito fue gravemente aterrador, el personal de la casa, al escuchar ese grito, pudieron darse cuenta que aquel grito podía significar el sufrimiento y dolor de aquella al escucharla. Michael se encontraba de rodillas con la cabeza agachada en el suelo, se encontraba temblando y sudando, justo en ese momento, su celular empezó a sonar y era una llamada de su secretario Daniel, informando que vieron a su esposa en un restaurante con un hombre. Michael, al escuchar eso, su expresión se torno a una de enojo y odio, un odio que no podía ser calmado por nadie está totalmente enojado y herido, al saber que a la única mujer que realmente amaba la había engañado con otro.

No podía creerlo, él sabía que ella no era ese tipo de mujer, antes de poder hacer algo, se escuchó un pequeño tintineo en su celular, al mirar su celular, se su cara se transformó una de enojo, un enojo que tenía que ser saciado por algo o alguien, apretó su puño al punto de marcar sus venas, el celular en sus manos, fue lanzado hacia la pared, dando que el dispositivo se destruyera.

                                                                                          ***

Unas horas antes en el hospital, Laura se encontraba sentada en el consultorio del Dr. Nicolás, en sus manos se encontraba una taza de café con leche que había preparado, me lo entregó entregado, Nicolás se había sentado al frente para Laura para poder observar determinada mente, observando su belleza, porque es cierto, Laura poseía una belleza un poco inusual, ya que su cabello era de un color negro, un negro tan oscuro como lo noche y esos ojos de color verde, su piel era tan blanca como la nieve, Nicolás se quedó tan concentrado mirando, que no se dio cuenta que Laura se había terminará de beber el café y coloco la taza en el escritorio.

— Doctor..... eh... muchas gracias por cuidarme.... si me disculpa, ya me tengo que ir.... eh.... y ... lamento ha.....

— No te preocupes, es el deber de un Doctor cuidar de sus pacientes... esto.... eh... no... lo .... lo que... lo que quise decir es ... es que .... yo .... tu .... — dijo avergonzado ya que esa no era las palabras que él quería decirle

Laura al ver lo nervioso que se puso su doctor, le causó un poco de risa y ternura, ya que era la primera vez que veía a alguien hacer ese tipo de expresión en alguien.

— bueno, muchas gracias por todo y de nuevo, lamento haberle causado tantas molestias

Estaba apunto de salir de su oficina, pero de repente Nicolás se le acerco rápido hacia la puerta colocando su mano en la puerta bloqueando la puerta para poder salir, se encontraba tan cerca de mi que hizo que temblara en mi sito, aquella escena me hacía recordar malos momentos, pudo sentir su espiración por mi cuello; se dio cuenta que estaba temblando, se alejó unos cuantos centímetros de mi.

— lo - lo - lo siento, no - no era mi intención asustarte

Al no recibir respuesta por mi parte, se acercó poco a poco hacia mi y me miró, pudo ver que me encontraba perdido en sus pensamientos, penado si algo malo iba a suceder, Nicolás me llamara pero no respondía, seguía llamándome de nuevo y sacudirla pero no funcionaba, cuando estaba por cárgala, Laura reaccionó se tambaleó un poco.

— yo - yo - yo lo siento de nuevo

— no te preocupes, seguramente es algun... — cuando estaba apunto de terminar la frase, le dijo — ¿tienes hambre? — se golpeó la frente por aquella pregunta que hizo — claro que debes tener hambre... qué te parece si vamos a comer, conozco un pequeño restaurante que prepara una de los mejores espaguetis ... !mhn¡ ... qué te parece si vamos a ...

— no quiero causarte tantas molestias Doctor, ya tuvo que ...

— Nicolás

— que

— que me llamo Nicolás, puedes llamarme por mi nombre, no quiero que todos los días me llames Doctor

— no creo que eso sea bueno adem...

Antes de que Lura pudiera continuar, Nicolás agarró la mano de Laura y se la llevó fuera del hospital, para dirigirse al restaurante para cenar.

— es-espere... doctor.... espere.

Laura logró soltarse del agarre de Nicolás y se quedó ahí quieta mirando al frente, Nicolás al saber que ya no sujetaba la mano de Laura, se voltio y la vio parada ahí frente suyo, con la respiración agitada. Se acercó hacía ella.

— lo-lo-lo siento, no quise, yo- yo ... no ... esto

— tranquilo, te parece si caminamos, te parece

A Nicolás se le pusieron los cachetes rojos y asintió con la cabeza. Nicolás y Laura se encontraba caminando por las calles tranquilamente, Nicolás pudo ver que ella vestía con unos pantalones color celeste, un polo manalarga con cuello alto de color negro, una zapatillas color blanco y un abrigo solapa de color plomo. Y el de una sudadera de color negro con una pantalones de color azul y unas zapatillas blancas, parcia como fueran una pareja, de tan solo de pensar eso su cara se le torno roja y se puso nervioso por la idea.

Una vez de los dos llegaron a su destino, un mesero nos atendió con una cálida sonrisa y le guio a una mesa, los dos pidieron su comida, una vez que el macero terminó de anotar su pedido, se retira, dejando a los dos solos, Laura pudo ver a su alrededor del lugar, que aquel restaurante no era un lugar elegante, sino un lugar tranquilo y pacifico donde la gente podía ser libre.

Nicolás al ver que Laura examinaba aquel restaurante, pensaba que aquel lugar no se acoplaban a su gusto o a su estilo de vida al que ella está acostumbrada.

Luego de unos 15 minutos charlando o conversando, el mesero trajo la orden que Laura y Nicolás habían pedido. Mientras que los dos cenaban y conversaban felices, no se dieron cuenta que alguien los había fotografiado en ese instante y se lo había enviado a Michael.

Nadia sabía que esa foto arruinaría la felicidad que estaba teniendo Laura.


Continuará ...

(foto de nicolas)

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