Antes de cerrar el Gym salgo con calma en una tortuosa tormenta de depresión, donde el sol no existe y las lluvias son eternas.
Tienen que saberlo, la felicidad sólo es un estado, tu tienes que saberlo, la felicidad es efímera pero polivalente; la felicidad no es más que un espectro, un espectro que nos pone contentos.
¿En qué estaba? ¡Oh! Sí ya recuerdo, al dirigirme a mi hogar te encuentro en la acera de la plaza, llorando a cantaros con tus manos sumergidas en tus rodillas y tu cara apuntando al suelo.
¿Qué haría llorar a un ángel? Me pregunto a mi mismo.
Pero... ¿Y si lo descubro?
Te he preguntado con la mayor amabilidad que pueda existir en mi ser el motivo de tu melancolía.
Nada, has respondido tú, y te has ido.
Te has ido.
ESTÁS LEYENDO
El Chico Al Otro Lado Del Cristal
De Todo¿Qué pasa si te enamoras de alguien a primera vista? ¿Cuándo sucedió todo esto? ¿A qué me estoy arriesgando? Lo averiguaremos juntos...